Cobra fuerza en el ambiente político de New Jersey el comentario de que el senador Robert “Bob” Menéndez se propone tomar venganza contra Joe Biden, en el entendido de que, igual que el expresidente Barack Obama, el actual gobernante tuvo responsabilidad en la articulación de los expedientes judiciales por los cuales él tuvo que responder entre los años 2014 y 2017.
Desde su asiento, Bob Menéndez, quien además ha manifestado rechazo hacia el accionar de la vicepresidenta Kamala Harris, intentará sabotear el reinicio del acercamiento a Cuba y el diálogo de Estados Unidos con los gobiernos de Nicaragua y Venezuela.
Debido a la contradicción con la fórmula presidencial, Menéndez destinó gran parte del dinero recaudado para el Partido Demócrata en New Jersey, a impulsar la candidatura al Congreso de su amigo Albio Sires, cubano de nacimiento y anticomunista visceral igual que él, pero no puso empeño en la victoria de Biden.
En recompensa, poco antes de salir de la Casa Blanca Donald Trump otorgó el indulto al oftalmólogo dominicano Salomón Melgen, condenado en el 2018 a 17 años de prisión por un fraude millonario contra el Medicare.
La estafa, estimada en 42 millones de dólares, fue realizada a través del falso diagnóstico de degeneración macular a numerosos pacientes, abultando así los pagos en perjuicio del sistema.
Melgen no solo ha financiado las campañas de Menéndez, además le ha regalado viajes en su jet privado, estancias en hoteles de París y costosos bienes.
CON LA DERECHA DOMINICANA
No es Salomón Melgen el único aliado dominicano de Bob Menéndez. Tiene una relación estrecha con los dirigentes de la Fuerza Nacional Progresista, FNP. Se trata de Pelegrín, Vinicio y Juárez Castillo, hijos del abogado Marino Vinicio Castillo, quienes tienen lazos familiares y de negocios con Salomón Melgen y son socios políticos del expresidente Leonel Fernández. Esta última condición los vincula con el actual gobierno.
Los analistas que aplaudieron la gestión de Meléndez para la llamada en la cual Mike Pompeo (entonces secretario de Estado) ordenó a Danilo Medina abandonar los aprestos de reelección, no reconocieron ante el pueblo que el expresidente obedeció porque era lacayo y que el compromiso de obediencia del actual presidente, Luis Abinader, era tácito por tener la misma condición.
Junto a Marco Rubio, Menéndez hará lo posible por entorpecer el avance en la política exterior dominicana, sobre todo en las relaciones con Haití, Venezuela, Cuba y China.
La FNP es abiertamente de derecha, de modo que Menéndez y Marco Rubio hacen gestiones en terreno fértil.
La semana pasada, Pelegrín Castillo asistió al acto de presentación de una organización anticomunista en Miami llamada Frente Hemisférico por la Libertad. Asistió también Elías Wessin Chávez, del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), e Hipólito Ramírez, de la Junta Democrática Dominicana.
Junto a Orlando Gutiérrez-Boronat y otros desacreditados derechistas de América Latina, se pronunciaron contra Cuba, contra Venezuela y contra Nicaragua, presentaron a China como amenaza y llamaron a la derecha a organizarse.
La influencia de esta derecha en la política exterior dominicana, se percibe ya.
A LA DERECHA DE LA DERECHA
Marco Rubio es republicano y Bob Menéndez es demócrata, pero coinciden en el afán por aislar a Cuba y promueven sanciones contra todos los gobiernos partidarios del avance político.
A finales del año 2014, Menéndez calificó de “dramática y errada” la política de Obama hacia Cuba, y, junto a Marco Rubio, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, reiteró que no debe cesar el bloqueo.
En ese momento, era investigado por la denuncia de que, en viajes a República Dominicana financiados por Salomón Melgen, pagó servicios sexuales a mujeres menores de edad. A pesar de las fotos y los testimonios, las consecuencias en términos legales no fueron importantes. Sin embargo, en el año 2015 fue investigado por unos 14 cargos de corrupción.
Sus partidarios decían que había caído sobre él la “maldición cubana”. Era más fácil recurrir a la superchería que reconocer que el nombre de Menéndez fue asociado al escándalo y a las maniobras sucias, y con ello su figura perdió prestigio.
Los dirigentes del Partido Demócrata no se hundirían por maniobrar en su defensa, aunque el poder como conjunto (incluyendo a demócratas y republicanos) evitó condenarlo al retiro definitivo.
Realizó maniobras no limpias para impedir la donación de equipos de rayos X a las Aduanas de República Dominicana y presionar al Gobierno a comprarlos a una empresa propiedad de Melgen.
En noviembre de 2017 el juicio en su contra fue declarado nulo, porque el jurado no se puso de acuerdo en la calificación de su relación con Melgen, repetidamente presentada por sus abogados como vieja y sana amistad, pero ya los fiscales habían permitido que fuera a los tribunales.
Leslie R. Caldwell, colaboradora de Obama y subsecretaria de Justicia, al referirse al caso, dijo: “La corrupción gubernamental, no importa en qué despacho y su categoría, destruye la confianza del público y debilita nuestro sistema democrático”.
Peter Koski, subjefe de la Sección de Integridad Pública del Departamento de Justicia, también se pronunció: “Vendió su oficina del Senado por una vida de lujos que no podía pagar y un médico codicioso que puso a ese senador en su nómina”, dijo.
Al alegato de que se trataba de amistad, Koski respondió que los amigos pueden involucrarse en sobornos.
Se anuló el juicio, pero no se han anulado las contradicciones.
Las presiones contra el avance político continuarán, con uno u otro estilo, y a las mayorías les queda defender las conquistas y luchar contra la pretensión de los halcones de eternizar el dominio imperialista… Es preciso identificar al enemigo y desenmascarar a sus representantes aquí y allá… Por el avance, por nuestros pueblos.
Por Lilliam Oviedo
https://zonafrank.wordpress.com/2021/02/11/la-mano-de-bob-menendez/