En este informe presentamos una serie de datos imprescindibles para comprender este año electoral clave para el futuro de Chile.
Datos generales
El referéndum de octubre de 2020 resultó con el triunfo de la opción Apruebo (78,27 %) y de la opción Convención Constitucional (78,9 %), lo que significa que la totalidad de los miembros convencionales constituyentes (155) serán electos mediante voto popular.
El 11 de abril se celebrarán varias elecciones en Chile: regionales (gobernadores, alcaldes y concejales) y Convención Constituyente, 155 delegados y delegadas que se encargarán de la redacción de la nueva Constitución chilena, la primera escrita en democracia.
Según el Servicio Electoral de Chile (Servel) el padrón electoral chileno es de 14.900.089 electores y electoras, quienes elegirán el 11 de abril 2.768 cargos: 155 convencionales constituyentes, 16 gobernadores, 345 alcaldes y 2.252 concejales.
El 21 de noviembre de este mismo año se realizarán elecciones presidenciales y legislativas, de haber una segunda vuelta en las presidenciales será el 19 de diciembre.
La elección de la Convención Constituyente es un hito político en sí mismo por el simbolismo de trascendencia al pinochetismo (la actual Constitución fue promulgada por la dictadura de Augusto Pinochet en 1980), además de ser resultado directo de las masivas movilizaciones ocurridas a partir de octubre de 2019, en reclamo de cambios estructurales en el sistema político, económico y social chileno.
Serán las primeras elecciones en el mundo con total paridad de género. La presión del movimiento feminista −protagonista clave de las movilizaciones− logró que en marzo de 2020 el Senado aprobara la Ley N° 21.216 que garantiza la paridad de género para el proceso constituyente.
La ley obliga que las listas estén encabezadas por mujeres alternadas sucesivamente con hombres. Si el total fuera impar, un sexo no debe superar a otro en más de un escaño.
De los 155 escaños constituyentes, 17 están reservados para representantes de nueve (9) pueblos indígenas.
La metodología de asignación de curules será la misma utilizada para las elecciones de la Cámara de Diputados en cuanto a distritos y cantidad de escaños, siguiendo el sistema D’Hondt.
Los delegados y delegadas convencionales comenzarán su trabajo durante el mes de mayo de 2021, con un tiempo estipulado entre nueve meses y un año para redactar la nueva Constitución, que será sometida a un nuevo proceso plebiscitario en 2022.
El blindaje del “Acuerdo”
El 15 de noviembre de 2019 los partidos oficialistas y algunos partidos de la oposición (ex Concertación y un sector reducido del Frente Amplio), sin la participación del Partido Comunista y otros partidos de izquierda, firmaron un documento llamado “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”, donde determinaron la normativa que regirá la redacción de la Constitución y el funcionamiento interno de la Convención constituyente.
Una de las resoluciones más cuestionadas de dicho Acuerdo es la que dictamina que toda propuesta debe ser aprobado con un quórum de 2/3 de los miembros. El poder de veto de 1/3 podría frenar con pocos votos medidas transformadoras, aunque también medidas ultraconservadoras.
El Acuerdo fue blindado por la ley N° 21.200, promulgada por el presidente Piñera el 23 de diciembre de 2019, para modificar el capítulo XV de la Constitución vigente y desarrollar un cuerpo de reglas para llevar a cabo el proceso constituyente denominado: “Del procedimiento para elaborar una Nueva Constitución Política de la República”.
Esto significa que los delegados y delegadas constituyentes no podrán discutir y aprobar un reglamento de funcionamiento propio.
Asimismo, el artículo 135, agregado en la reforma constitucional, restringe la posibilidad de revisar y replantear los tratados internacionales vigentes en el nuevo texto constitucional, lo que resulta una intervención restrictiva del ejercicio constituyente.
Panorama preelectoral
Las inscripciones de candidatos cerraron el 11 de enero. Las opciones decantadas muestran un panorama complejo, pues la derecha se unificó en una sola lista (Vamos Chile) que aglutina desde la centroderecha hasta los sectores más radicales de la ultraderecha.
Los partidos del progresismo y la izquierda participan con cuatro listas:
Lista del Apruebo, que reúne partidos de la ex Concertación y el PRO, liderado por Marco Enríquez Ominami.
Apruebo Dignidad, que reúne al Partido Comunista y al Frente Amplio.
Lista del Partido Humanista, donde milita la diputada Pamela Jiles, periodista y exmilitante comunista.
Lista del Partido Ecologista.
Además, las candidaturas independientes alcanzaron la cantidad de 74 listas, tanto regionales como nacionales, de diversas corrientes ideológicas, en una amplitud inusitada que pudiese restar votos a la izquierda.
Un fenómeno destacable en la sociedad chilena actual es la poca identificación con los partidos políticos, lo que ha generado un corrimiento a las opciones independientes.
La unidad de la derecha posibilita que alcancen el mínimo para vetar propuestas, esto es 1/3, lo que dificultará transformaciones estructurales en la nueva Carta Magna.
Las elecciones legislativas, agendadas para noviembre de este mismo año, pueden significar un cambio de ruta, o al menos una incidencia importante en las reglas de juego, tomando en cuenta que la Convención Constituyente tiene hasta un año para la redacción de la nueva Constitución y ésta luego debe ser refrendada.
De cara a las elecciones presidenciales se percibe una mayor unidad dentro de la izquierda y el progresismo en torno a Daniel Jadue, candidato por el Partido Comunista y actual alcalde de la municipalidad de Recoleta en Santiago, quien mantiene altos niveles de apoyo según encuestas como Criteria y Data Influye.
Por su parte, la exministra de Michelle Bachelet, Paula Narváez, anunció su candidatura por el Partido Socialista, el cual se medirá en primarias con otros partidos de la ex Concertación.
En cuanto a la derecha, el candidato con mayor apoyo hasta ahora sigue siendo Joaquín Lavín, del partido Unión Demócrata Independiente (UDI) y actual alcalde de la municipalidad de Las Condes. Sin embargo, ya hay varios precandidatos que se enfrentarán en primarias de la derecha, entre ellos tres exfuncionarios de Sebastián Piñera.
Sea cual fuere el resultado de las elecciones del 11 de abril, el pulso lo seguirá teniendo la calle, en tanto las movilizaciones siguen latentes a pesar de la situación de contención generada por la pandemia y la constante represión policial.
El proceso constituyente es probablemente el primer saldo de la seguidilla de protestas que comenzaron en octubre de 2019, cuyo desenlace apenas se avizora para 2022 cuando se publique la propuesta de Constitución y se someta a un nuevo evento electoral. Entre tanto, se caldea el ambiente en dirección a las elecciones presidenciales el 21 de noviembre de 2021. Será un año determinante en tierras australes.
Licenciada en Letras (ULA) (Venezuela)
Giordana García Sojo es licenciada en Letras mención Literatura Hispanoamericana y Venezolana por la Universidad de Los Andes (ULA). Realizó la diplomatura en Gestión y Promoción de los Derechos Culturales del Observatorio de Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC) junto con la Universidad de Buenos…
https://www.celag.org/chile-2021-datos-y-escenarios-electorales/