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México: María de la Luz Corral Fierro (1892-1981)


Llamada la mera mera. Esposa de Francisco Villa.

Nació un 2 de julio de 1892 en San Andrés, hoy Riva Palacio, Chihuahua, hija de una familia de origen español, dueña de tierras y algunas tiendas de abarrotes de la región.

A los 17 años de edad conoció a Pancho Villa durante los días en que éste pasó por Riva Palacio para realizar las compras de víveres en el negocio de la familia; él le doblaba la edad.

La historia cuenta que una vez que Lucita Corral le puso el ojo al Centauro del Norte, ella comenzó a enamorarlo con provocativas miradas sobre el mostrador de la tienda, derivando en una relación amorosa que se vio interrumpida, por la partida de Villa para integrarse al movimiento maderista.

En una de las rápidas visitas que el recién nombrado capitán del ejército revolucionario de Madero hace a San Andrés, María de la Luz y Francisco Villa formalizan el noviazgo con la promesa mutua de que en cuanto terminara la guerra se casarán.

La lucha revolucionaria estalló en noviembre de 1910 y apenas unos meses después, el triunfo de Villa y su División del Norte en Ciudad Juárez provocó que las hostilidades contra él disminuyeran, y el 21 de mayo se firmó el Convenio de Paz de Ciudad Juárez, lo que puso punto final a la dictadura Díaz.

El 28 de mayo de 1911, una semana después de firmada la paz, el ya entonces coronel Villa, que había ayudado a Madero a derrocar a la dictadura, llega a San Andrés en donde el sacerdote español Juan de Dios Muñoz, oficia la boda entre los dos enamorados. 

La ceremonia es todo un acontecimiento social realizado en la parroquia de San Andrés pletórica de fieles, llena de flores y con la novia impecable mente vestida de blanco.

Se dice que al tratarse de la primera boda auspiciada por la revolución y al ser todos los habitantes de Riva Palacio testigos del acontecimiento, aquello auguraba el triunfo en el conflicto bélico y un cambio significativo para el destino del pueblo mexicano.

Así fue como Luz Corral se convirtió en la esposa del entones Coronel Villa, y para el 25 de febrero de 1912, la alegría llegó a su vida con el nacimiento de su primogénita Luz Elena. Por aquellos días, Villa se asoció con el alemán Federico Moye con quien logró introducir cabezas de ganado para iniciar un próspero negocio.

No obstante, la felicidad duró muy poco, ya que en 1913 la lucha sufrió un revés tras la Decena Trágica, por lo que Villa declaró la guerra al régimen del traidor y su pequeña hija de año y medio fue envenenada. 

Sin embargo, a finales de ese mismo año, ya como general, Villa recibió la investidura de Gobernador del Estado y con ello llegó una nueva época en la que Doña Luz se dedicó a realizar labores propias de una primera dama en un estado de guerra.

1914 fue un año emblemático para la esposa del entonces Gobernador, gracias a los triunfos de la División del Norte, a la que comandaba el General Villa. Pero en 1915 Luz debió ponerse a salvo junto con varias familias de revolucionarios, por lo que viajaron a la capital de Cuba, La Habana, donde fueron recibidos por el Presidente Mario García Menocal.

Mientras tanto, Villa logró introducirse al vecino país del norte en donde invadió la comunidad de Columbus, en Nuevo México, y la noticia de su muerte en el enfrentamiento no alteró a su esposa, quien confiaba en que él seguía vivo.

Entre 1916 y 1920, Luz Corral residió en San Antonio, Texas, tiempo que Villa aprovechó acá en México para concretar muchísimas conquistas románticas, matrimonios e hijos.

El día más doloroso para doña Luz fue el 20 de julio de 1923, cuando el General fue acribillado en una emboscada cuando se dirigía a un festejo familiar en Hidalgo del Parral, Chihuahua. La señora Corral de Villa se convirtió en una viuda muy joven, pues apenas tenía 30 años. Vivió hasta 1981, es decir, 88 años, por lo que permaneció como la eterna viuda del legendario Centauro del Norte por más de 58 años.

Durante sus años de viuda, no sólo cuidó del “templo” que era su casa, erigido en memoria del único hombre que amó en su vida, sino que también sostuvo un orfanato con 50 niñas y adolescentes, dato poco mencionado quizá porque resulta mucho más interesante hablar de otros detalles más oscuros de su vida al lado del Héroe de la Revolución.

Doña Luz fue precisamente quien comenzó a reunir objetos valiosos del General para exhibirlos en el inmueble que le fuera regalado como casa habitación por su marido convirtiéndolo en casa museo; llegado el momento en el que ya no pudo continuar con dicha labor, doña Luz Corral donó la Quinta Luz a la Secretaría de la Defensa Nacional para que se acondicionara como un museo digno de la Revolución.

Fuente: Wikipedia. Martha Cecilia Soto. El Paso Public

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