Pablo Gonzalez

Nicaragua: ¿Qué celebramos en septiembre?


El 15 de septiembre Nicaragua celebra su Día de la Independencia, la que tuvo lugar con la firma del Acta de Independencia en 1821 junto con Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala.

En el sistema capitalista la clase dominante, la burguesía, nos dice que “celebramos nuestra emancipación política, nuestra independencia como república”, pero lo cierto es que los trabajadores nicaragüenses y los centroamericanos, no ganamos ninguna libertad con el cambio aplicado el 15 de septiembre de 1821.

En cambio, es meritorio recordar la resistencia indígena (1550-1821) contra los colonizadores españoles: “los ataques de los caciques Diriangén y Nicaragua se constituyeron en las primeras acciones combativas organizadas y desarrolladas en la historia de Nicaragua contra un invasor extranjero y tienen una gran importancia, porque no sólo expresan el espíritu guerrero del indígena y su decisión de no aceptar el sometimiento ante el conquistador, sino que, a partir de estos ataques, la concepción táctica militar del indígena cambió radicalmente.” (Libro "Historia militar precolombina y colonial de Nicaragua”Ejercito de Nicaragua). “No se da en Nicaragua el fenómeno de considerar a los españoles como seres superiores o teotes…” “Oviedo nos presenta a Diriangén diciendo que los españoles no eran más valientes que él”.

También, diferenciar la referencia al 14 de septiembre, fecha que simboliza el 164 aniversario de la Batalla de San Jacinto cuando el pueblo nicaragüense se enfrentó al yanqui invasor.

Hablamos de nuestros verdaderos héroes nacionales, General José Dolores Estrada, Andrés Castro, el maestro Enmanuel Mongalo, los indios flecheros de Matagalpa, o en el siglo XX,Benjamín Zeledón y Augusto Cesar Sandino, entre otros.

Es una celebración antiimperialista que debe recordarnos que el imperialismo norteamericano es el enemigo principal desde que se fueron los colonizadores españoles.

Para entonces, los conservadores y liberales, Timbucos y Calandracas que mantenían a Nicaragua inmersa en guerras y atraso, para dirimir sus mezquinas pugnas por el poder trajeron a nuestra patria a las hordas filibusteras acaudilladas por William Walker en 1856 y fueron derrotadas, fue una batalla en defensa de nuestra soberanía.

La única libertad ganada hace 199 años fue la de continuar vendiendo su fuerza de trabajo para no morirse de hambre y su larga lucha está llena de represiones, crímenes, cárceles, destierros.

 Desde hace más de 100 años los trabajadores nicaragüenses libran una lucha por su verdadera independencia.

La memoria histórica de los pueblos es precaria.

Solo una élite de individuos graba el acontecer histórico de sus pueblos. La historia siempre se ha tomado desde el discurso oficial, escrita por los vencedores para que nos creamos emancipados.

Su libertad como clase explotada aún no se ha conquistado.

Los que verdaderamente se emanciparon del yugo español fueron los ricos, pero no por sus esfuerzos, sino por el esfuerzo y sangre de los pobres.

Los pobres, los explotados, los trabajadores, no tienen nada que celebrar en las llamadas fiestas patrias, deben prepararse para conquistar su verdadera independencia como clase.

Dos años después de la derrota militar del imperialismo contra los filibusteros de Walker, en 1858 se inició la Primera Republica Conservadora, la rapiña de los 30 años conservadores. }

Así se puede ver también en la historia de la rapiña de nuestros recursos naturales a un Emilio Benard, ministro de los mismos gobiernos despóticos de la oligarquía conservadora, Pedro Joaquín Chamorro (1875- 1879), Joaquín Zavala y Adán Cárdenas (1883-1887) organizando la expropiación encarnizada de las comunidades indígenas de Subtiava, Telica y Chichigalpa en Occidente de Nicaragua, para entregárselas a “La Nicaragua Sugar Estates”, hoy, Ingenio San Antonio, para la fabricación de azúcar y rones.

Engels dice que “los derechos para los pobres no bastan para nada; la generosidad de los ricos es una gota en el mar y su efecto se pierde en un momento…” Por supuesto, mucha agua ha corrido debajo de los puentes de la historia en estos últimos 200 años.

Hoy, Nicaragua está enfrentada al imperialismo norteamericano y sus aliados europeos.

Pretenden asfixiar las conquistas populares alcanzadas a pesar de todos los obstáculos que tramaron desde el fallido golpe de estado del 2018.

Esta es la hora de la unidad de todas las fuerzas revolucionarias dispersas, de todos los sectores progresistas y patrióticos desperdigados, Unidad de la Nación entera.

Es la hora de una unidad orgánica de todos esos vigorosos contingentes que andan sueltos y que también anhelan sacar a nuestra Patria y al continente agredido, del atraso, la dependencia económica, social y política.

Es la hora de la Unidad de Acción en defensa de los derechos económicos y sociales de los trabajadores, entre nuestra clara y definida posición clasista al lado del Gobierno del FSLN.

Tomado de la publicacion en PDF

 El Socialista
¿Año. 1 | Epoca 1 | No. 2| Managua, Nicaragua. Septiembre 2020

Abel Castañeda M.

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