VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

Desde el EDSNN hasta el ejército de Nicaragua


El 2 de septiembre de 1927 nació el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSNN). Con Sandino, eran veintinueve combatientes que conformaron la semilla que dio nacimiento a esta organización.


El General de Hombres y Mujeres Libres no ocultó a sus soldados la magnitud de la contienda que se avecinaba:


“Seremos asesinados villanamente por las bombas que desde el aire nos envíen truculentos aviones; acuchillados con bayonetas extranjeras; tiroteados por ametralladoras modernísimas».

No hubo dudas respecto de la misión que debía emprenderse por amor a “nuestra afligida madre Nicaragua”.

Ante la traición que significó el Pacto del Espino Negro, Sandino afirmó contundente “No me vendo, ni me rindo. Yo quiero Patria Libre o Morir”.

Ese día, en el cuartel general de El Chipote, ubicado en las cercanías de Quilalí, Departamento de Nueva Segovia, todos los combatientes firmaron el documento de 14 puntos que marcaba el modelo de organización que seguiría el EDSNN. 

Uno de los puntos de este documento establecía que podían unirse a él quienes estuvieran dispuestos a “defender con su sangre la libertad de Nicaragua” y que se reconocía como Jefe Supremo “al patriota General Augusto C. Sandino, leal y sincero, quien ha sabido defender con toda abnegación el decoro nacional como legítimo nicaragüense”.

De igual manera, el documento establecía que se desconocía todo acto del gobierno traidor de Nicaragua y de los invasores extranjeros, pues se entiende que la política del país no debía emanar de una nación extraña, sino que debía estar basada en el más alto espíritu nacional. 

El documento prohibió, a cualquier jefe del EDSNN, celebrar, tanto pactos secretos con el enemigo, como convenios de ninguna clase.

El combate del EDSNN contra los invasores llegó a su fin en 1933 cuando el ejército estadounidense, derrotado, se vio obligado a abandonar Nicaragua. La Paz con el gobierno se firmó en febrero de 1933. 

Un año después, Anastasio Somoza, quien había sido designado por Estados Unidos como Jefe de la Guardia Nacional, mandó a asesinar a traición al General Augusto C. Sandino, cuando éste salía del palacio presidencial tras reunirse con el nuevo presidente liberal Juan Bautista Sacasa.

Largos años de lucha sobrevinieron a la muerte del Gral. Sandino y en 1961, un grupo de patriotas liderados por el Comandante Carlos Fonseca Amador y Tomás Borge fundaron el Frente Sandinista de Liberación nacional (FSLN) para dar continuidad a la lucha del Gral. Sandino y del EDSNN.

En 1978, el FSLN avanzó en la conjunción de las acciones de sus fuerzas políticas, militares y diplomáticas. De esta forma, los guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Pueblo de Nicaragua lograron derrocar a la dictadura Somocista, que durante más de 40 años estuvo en el poder. 

El 23 de octubre de 1978, la Dirección Nacional del FSLN anunció el renacimiento del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua.

El 20 de julio de 1979, la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional (JGRN) disolvió la Guardia Nacional Somocista y dio vida al nuevo Ejército Nacional. 

El 22 de agosto de ese año, a través del Decreto N° 53 de la JGRN se creó el Ejército Popular Sandinista (EPS) como reconocimiento y homenaje al General Sandino. De inmediato, el ejército guerrillero comenzó su proceso de profesionalización y transformación en la poderosa fuerza armada de Nicaragua.

La institución militar, desde su fundación en el año 1979 hasta la fecha, ha tenido un proceso de desarrollo y transformación que ha permitido consolidar su profesionalización e institucionalización. 

Esta organización posee un alto espíritu de combate y una gran experiencia adquirida en la lucha por la defensa de la soberanía contra la agresión extranjera en la década de 1980. 

 En ese entonces, el Ejército de Nicaragua luchó contra fuerzas contrarrevolucionarias que pretendieron, bajo asesoría directa de la CIA y el Pentágono, retrotraer el curso de la historia.


«Marchamos siempre, pensando siempre en trabajar cada día como hermanos, para construir la patria que soñamos» (General Julio César Avilés)

Escrito por: Carla Caldera

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