Luis Manuel Acuña López (el Chino Acuña), es de los Héroes cuyo ejemplo marcó a toda una generación de revolucionarios sandinistas.
Yo lo conocí en abril de 1978 durante la toma del Instituto Nacional de Masaya (INMA); él ya era entonces – a los 15 años de edad - un destacado dirigente de la Asociación de Estudiantes de Secundaria (AES).
En 1979 fue capturado, junto con otros dos compañeros de la AES, por la guardia nacional somocista, siendo sometido a crueles torturas en las cárceles de la dictadura.
Al ser puesto en libertad se reintegró al movimiento estudiantil, desarrollando un relevante trabajo político, organizativo, de agitación y propaganda entre los estudiantes con vistas a la insurrección popular sandinista.
Como destacado combatiente del FSLN, tuvo una activa participación en la insurrección final en la ciudad de Masaya, siendo herido en combate en uno de sus brazos.
Me parece ahora estarlo viendo en los pasillos del INMA apretando con la mano una pelota de hule para ejercitar el brazo lesionado.
Ya la Revolución había triunfado y el Chino Acuña encabezaba, junto a otros valiosos compañeros, un grupo de jóvenes militantes sandinistas que dábamos los primeros pasos organizativos para fundar la Juventud Sandinista 19 de Julio (JS19J) en Masaya.
Luego vino la organización del Ejército Popular de Alfabetización (EPA): Reuniones que se alargaban en el tiempo hasta acariciar las madrugadas, discusiones políticas, ideas que iban y venían, elaboración de mantas y afiches, listados de alfabetizadores emborronados, canciones y … jodarria.
Ya en plena Cruzada Nacional de Alfabetización, el Chino Acuña pasó a formar parte de la Jefatura Política Departamental del EPA en Masaya.
Después vino la guerra de agresión imperialista. El Chino Acuña abandonó sus estudios universitarios para integrarse a la defensa militar de la Revolución.
Movilizado a la montaña, integrando el Batallón 19-66 de Masaya, el Chino Acuña muere combatiendo a las hordas contrarrevolucionarias en agosto de 1983, a los 20 años de edad.
Una multitud rojinegra llevó sobre sus hombros los restos de aquel joven singular, tenaz y persistente, cuya autoridad moral era indiscutible; ejemplo hecho carne que asumió la mística sandinista como una actitud de vida.
¡¡ Honor y Gloria a nuestros Héroes y Mártires !!
¡¡ Patria Libre o Morir !!
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