El gobierno de Nicaragua no enfrenta ninguna crisis de gobernabilidad porque gobierna no solo en el marco de la constitución sino que prioriza a los más necesitados.
Quien si tiene una verdadera crisis de credibilidad son los grupos opositores golpistas quienes han sido regañados en privado no solo por el embajador Kevin Sullivan, sino por senadores republicanos en Washington, quienes les reclamaron diciendo “donde están los muertos que ustedes dicen”?
No les creen sus amos en Estados Unidos, precisamente porque los yanques ya conocen el cebo de su ganado y saben que son mentirosos, incapaces y ladrones. Pero el pueblo de Nicaragua los conoce mucho mejor todavía y no les cree ni lo que se hartan.
Eso explica su morbosa y patológica obsesión por manufacturar muertos, mientras más muertos mejor.
Durante el fracasado golpe de estado, se embarcaron en una carrera “inflacionaria” en donde reportaban como asesinados por la policía, a cuánto parroquiano moría a manos de otro parroquiano, en reyertas de guaro o bochinches de barrio.
Hoy con el Coronavirus vuelven a la carga con la misma enfermiza obsesión: producir más muertos. Todo aquel nicaragüense obeso, mayor de 60 años, hipertenso o con azúcar alta que de el barquinazo en las calcinantes calles de Managua, automáticamente es reportado como muerto por el Coronavirus, según el “observatorio” del Monte Palomar golpista somociano.
Con todo el apoyo de las gigantescas cloacas del imperialismo, las grandes cadenas de televisión por cable y la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, pintaron al gobierno de Nicaragua como el peor violador de los derechos humanos de los nicaragüenses.
Pero la mentira de la oposición ha quedado fácilmente desnudada en Estados Unidos, cuando el Servicio de Inmigración les ha negado asilo político a los tranqueros nicaragüenses sencillamente porque los golpistas han sido incapaces de probar ante jueces federales estadounidenses, la supuesta persecución política que alegan.
El retorno de centenares de auto exilados "políticos" nicaragüenses en calidad de deportados, demuestra fehacientemente que quien está en crisis es la oposición y no el gobierno.
Dicen que el gobierno está en crisis pero este ha salido airoso ante todos los desafíos golpistas. Son los opositores los que no logran pegar una haciendo el ridiculo en dos situaciones torales:
1- Su desesperacion por inflar exponencialmente el número de contagios por el Coronavirus, con una total ausencia de evidencias que prueben sus afirmaciones.
Por ejemplo: dan cifras de contagiados y de muertos, pero no dicen de donde las sacaron, no dicen que laboratorio privado reconocido hizo los exámenes, ni dan el nombre del laboratorista, ni del "epidemiologo" que certifica el contagio.
Lo mismo sucede con los muertos. No presentan "sus" muertos, ni prueban como ni donde esconde el gobierno a sus muertos contagiados x el Coronavirus.
Olvidan el refrán popular que dice: "A los 3 días todo muerto apesta." Es imposible esconder a un muerto, porque este tiene madre, esposa, hijos, hermanos, amigos y vecinos, pero los despistados opositores insisten, sin pruebas, que el gobierno “esconde” los muertos.
2- Rayaron el disco con el cuento de caminos que el presidente Ortega estaba muerto xq no daba la cara. Lo repitieron con patológica obsesión y escalaron el "escándalo" artificialmente manufacturado por ellos mismos a niveles exponenciales, llevando el “sesudo” tema a debates en cadenas internacionales de televisión al servicio del imperialismo como CNN en Español, UNIVISIÓN, La Voz de los Estados Unidos y canales Colombianos de derecha. Aseguran con una falsa "preocupación" que todo el mundo se preguntaba, donde está el presidente Ortega.
Luego hipócrita y patéticamente decían: "El silencio gubernamental ha dado lugar a toda clase de especulaciones y rumores sin fundamento" a pesar que la única fuente de especulaciones y rumores “sin fundamento” eran ellos mismos.
Es falso que el pueblo se estaba preguntando donde está el presidente Ortega. Los únicos que se preguntaban con ansiedad patológica donde estaba el presidente, eran ellos, los neo somocianos.
La comparecencia en cadena nacional del mandatario dejó en evidencia la torpeza política y la miseria moral con que la oposición pretendió halar agua para su molino ante la falsa ausencia del mandatario. Sin embargo, los testarudos opositores simplemente se hicieron los suecos como si no habían quedado desnudados y en el mayor de los ridiculos.
Todo lo anterior demuestra la ausencia total de un discurso coherente, serio y atractivo para el pueblo de parte de una oposición mercenaria, títere de la misma potencia que asesinó a Sandino y nos impuso a la "estirpe sangrienta" (como la bautizara Pedro J Chamorro), de los Somoza por medio siglo.
Nicaragua es el pais con menos casos de contagio por el Coronavirus en todo Centroamerica, sin cerrar fronteras, sin suspender las clases, sin cerrar negocios pero si con una poderosa red social comunitaria en todo el país para educar al pueblo sobre cómo evitar al maximo el contagio con el mortal virus.
Y para "ponerle el cerezo al pastel" como acostumbra decir Javier Reyes Alba, el contradictorio COSEP, exige por un lado el cierre de fronteras, negocios y escuelas, mientras por el otro reclama se le permita importar grandes cantidades de mascarillas, guantes y hasta alcohol gel, para hacer el gran negocio, sabedores de la grandísima demanda de esos artículos.
Proponen hacer negocio con la crisis de la Pandemia pero que todos los demás cierren, menos ellos.
Una situación parecida ocurrió durante el golpe fallido contra el presidente Ortega: mientras ellos los golpistas mantenían sus tranques, sus orgias transexuales, avaladas por sacerdotes y pastores golpistas, pero prohibidas por las Sagradas Escrituras, sus robos, torturas y asesinatos contra el pueblo, por otro lado le exigieron al presidente Ortega el acuartelamiento del Ejército y la policía en una situación de “burro amarrado, tigre suelto.”
Los narcos colombianos estaban que retozaban de felicidad sabiendo que el "muro de contención" que representa Nicaragua tenía vía libre para el pase de la droga.
Hoy piden cierre de negocios, pero exigen libertad de comercio para autoresarcirse con jugosas ganancias mediante la venta de mascarillas, guantes y alcohol gel, por las pérdidas sufridas durante el fracasado golpe de estado, cuyo único resultado masivo fue lanzar al cruel desempleo a centenares de miles de nicaragüenses, hazaña de la cual se sienten sumamente orgullosos.
Por: Carlos Alberto Escorcia Polanco