Estados Unidos superó hoy las 68 mil muertes por la Covid-19, lo que echa por tierra los cálculos que hace apenas unos días hizo el presidente Donald Trump y que la realidad le obligó a cambiar.
Según el conteo de la Universidad Johns Hopkins en el mundo hay este lunes más de 3,5 millones de casos del nuevo coronavirus y casi un tercio de esos contagios (un millón 158 mil 41) se encuentran en Estados Unidos, donde se registran más de 68 mil decesos.
Trump, quien pronosticó a finales de abril que serían 60 mil las víctimas fatales a causa del coronavirus SARS-Cov-2, admitió anoche que erró en sus estimados y que el virus resultó ser más devastador de lo que esperaba.
Ahora el mandatario consideró que “vamos a perder entre 75, 80 y 100 mil personas”, atribuyéndose, por cierto, que gracias a su gestión de la pandemia el número no es mayor.
Como parte de sus mensajes contradictorios, el gobernante sugirió también “que los parques y las playas deberían empezar a reabrirse” y que las escuelas podrían reanudar las clases presenciales para este otoño.
Durante la transmisión de dos horas, el ocupante de la Oficina Oval reconoció igualmente que fue advertido sobre el SARS-Cov-2 en su sesión informativa regular de inteligencia el 23 de enero.
Sin embargo, afirmó que en la reunión se habló del tema sin que fuera algo alarmante que exigiera una acción inmediata.
“El 23 de enero me dijeron que podía haber un virus que entrara, pero que no era realmente importante”, indicó Trump al recalcar que “en otras palabras, no fue, 'Oh, tenemos que hacer algo, tenemos que hacer algo'. Fue una breve conversación”.
Poco después de esa fecha el mandatario limitó lo viajes desde China, pero los expertos de salud se quejaron de que la administración federal no aprovechó el tiempo desde que se dio la alerta para prepararse adecuadamente en cuanto a pruebas y equipos médicos.
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