Una organización internacional de derechos humanos, junto a centros de una universidad estadounidense, refuta, sin dar precisiones, los datos que ha dado el Gobierno venezolano sobre la pandemia.
Esta semana, decenas de medios de comunicación de todo el mundo publicaron que en Venezuela, las cifras de muertes por coronavirus —no oficiales— ya superan las 30.000, dato presuntamente ocultado por el Gobierno de Nicolás Maduro.
La afirmación, que se replicó en cuestión de minutos, salió de una comparecencia de prensa virtual, hecha el pasado 26 de mayo, en la que participaron José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Wacht (HRW); y la médica Kathleen Page, profesora asociada en la Escuela de Medicina de Universidad Johns Hopkins.
En su alocuación, Page, dijo que, "sin tener los datos a la mano", calculaba en 30.000 las muertes en Venezuela por covid-19.
En esa transmisión, según señala la invitación, presentarían un informe conjunto de HRW y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos y de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins, sobre "cómo el sistema de salud colapsado de Venezuela no está haciendo frente al covid-19".
En ese informe —realmente una nota de prensa publicada en la web de HRW—, titulado "Venezuela necesita ayuda humanitaria urgente para combatir la Covid-19", no se brindan detalles ni ninguna precisión sobre los 30.000 muertos a los que hicieron referencia en la transmisión.
José Miguel Vivanco, director de las Américas de HRW, en una presentación en Bogotá, 22 de enero de 2019.Luisa Gonzalez / Reuters
Sin embargo, se atreven a refutar los datos oficiales, que hasta el 25 de mayo —registro al que hacen referencia— eran de 1.121 casos confirmados y 10 muertos, y señalan que "la cifra real es seguramente mucho mayor debido a la escasa disponibilidad de pruebas confiables, la total falta de transparencia y la persecución contra profesionales de la salud y periodistas que cuestionan la versión oficial".
Además, auguran que "es probable que el nuevo coronavirus se extienda con rapidez por el país".
Aunque la profesora asociada de la Escuela de Medicina de Universidad Johns Hopkins calculase en 30.000 los muertos en el país sudamericano, en la página web de esa casa de estudios, donde se publican en tiempo real los datos del coronavirus en casi todos los países, mantienen, hasta este viernes 29 de mayo, que en Venezuela hay 1.325 infectados y 11 muertos.
¿Y cuál es la versión oficial?
De acuerdo a cifras oficiales, hasta este jueves 28 de mayo se contabilizaban1.327 casos positivos de coronavirus y la cifra de fallecidos es de 11.
La mayoría de los casos positivos es de venezolanos que han retornado de varios países de América Latina en medio de la pandemia.
En el último informe precisan que, de los 82 nuevos contagios confirmados, 80 son migrantes que regresaron de Colombia y solo dos fueron por transmisión comunitaria, en los estados Apure y La Guaira.
Trabajadores de la salud en una moto, en Caracas, 25 de mayo de 2020.Federico Parra / AFP
En el país rige una cuarentena desde marzo, que incluye el confinamiento de la población. Pero, además, debido al amplio retorno de ciudadanos desde el exterior, el Gobierno implementó un fuerte protocolo para evitar la propagación.
A quienes ingresan por tierra, la mayoría procedentes de Colombia, se les aplica el siguiente procedimiento, según explicó Freddy Bernal, enlace de la de Presidencia en el estado fronterizo de Táchira:
Se les realiza una primera prueba de despiste rápido.
Quienes dan negativo en la primera prueba, son trasladados a uno de los Puntos de Atención Social Integral (PASI), ubicados en los estados fronterizos.
Quienes dan positivo en la primera prueba, son trasladados a un Centro de Diagnóstico Integral (CDI) u otra institución hospitalaria, donde se les hace seguimiento.
A los cinco días se realiza una segunda prueba rápida a los que están en los PASI.
De resultar negativa también, son trasladados a sus estados de destino. Ahí llegarán a otro albergue, donde deberán completar los 14 días de aislamiento preventivo, antes de reencontrarse con sus familiares.
Si se produce algún resultado positivo en esa segunda prueba, todos los que estén en ese PASI son sometidos a test PCR y no se pueden trasladar a sus lugares de destino, hasta tanto se obtengan los resultados; además, solo se permite movilizar los que resulten negativos, porque los contagiados se trasladan a un centro de salud.
Mientras, a quienes desean retornar por vía aérea, en los gubernamentales vuelos 'Vuelta a la Patria', de países como Ecuador, Perú, Chile, República Dominicana, entre otros, también se les chequea antes de abordar las aeronaves y una vez llegan a Venezuela. }
Además, deben cumplir el aislamiento previo a reencontrarse con sus familiares.
Pese a este evidente retorno de venezolanos a su tierra —solo desde Colombia, desde el inicio de la pandemia y hasta el 6 de mayo se registró un regreso de 68.000 personas, según datos de la oficina de Migración de ese país—, en la extensa nota de HRW citan a Page, dando un estimación diferente: "La imposibilidad de Venezuela para hacer frente a la pandemia de Covid-19 podría provocar que más personas intenten irse del país.
Esto desbordaría aún más los sistemas de salud de los países vecinos, poniendo en peligro más ampliamente la salud en la región".
Las sanciones de EE.UU.
En lo que concuerdan HRW y el Gobierno de Venezuela es que las sanciones impuestas por EE.UU. han agravado más las condiciones para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
Por ello, en el texto, HRW y los centros de la Universidad Johns Hopkins, han recomendado a Washington que establezca con claridad que "nadie será penalizado por financiar o proveer asistencia humanitaria a Venezuela en este período de crisis de salud pública y reiterar que la asistencia humanitaria está exenta de sanciones".
Edgar Romero G.