La expulsión de los indocumentados por parte de EE.UU., en plena crisis del coronavirus, supone la exportación de la pandemia a sus vecinos menos afectados.
Mediante un artículo publicado este lunes, la agencia británica de noticias Reuters ha alertado de los casos de contagio del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, detectados en inmigrantes deportados por EE.UU. tras su llegada a Haití y México. “¿Exportando el coronavirus?”, así se pregunta la nota al respecto.
Tales infecciones se producen después de un brote entre los deportados a Guatemala y México que venían en vuelos desde Estados Unidos.
El Gobierno mexicano informó el lunes que un migrante enviado de EE.UU. a México contagió de coronavirus a al menos 14 personas.
Por su parte, el ministro de Salud guatemalteco, Hugo Monroy, confirmó que 50 deportados dieron positivo a la prueba de la COVID-19.
Al detallar esta información, Monroy explicó que el mayor número se registró en un vuelo del 26 de marzo proveniente del país norteamericano, cuando de los 42 migrantes que traía, 24 dieron positivo en el virus.
Mientras tanto, han ido en aumento los llamados al Gobierno de EE.UU., para poner fin a las deportaciones, por la amenaza de la proliferación del virus en los países que ya se han visto poco afectados.
De hecho, también se le critica a Trump por la falta de medidas eficaces para evitar la pandemia en los centros de detención de inmigración de todo el país mientras que EE.UU. se considera el país del mundo con más contagios por coronavirus, con cerca de 800 000 casos confirmados.
Rachel Schmidtke, abogada de refugiados internacionales para América Latina, ha alertado que el mantenimiento de los inmigrantes en centros de detención estadounidenses fue la causa que aumentó el riesgo de la propagación de la pandemia.
“Nadie debería ser deportado a menos que se les haya realizado una prueba y se haya dado negativo en la COVID-19”, dijo.
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