Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

El nuevo mandato del jefe de la OEA, Luis Almagro, promete más corrupción, amiguismo y conspiraciones golpistas.



“La impactante historia del Secretario General más incompetente, poco ético y de mentalidad imperial en la historia de la Organización de los Estados Americanos”.

Con esta atinada y categórica descripción de lo que ha sido la conducta de Luis Almagro frente a la OEA inicia un reciente trabajo publicado por el sitio digital estadounidense de The Grayzone, en el cual se saca a la luz elementos que confirman el actuar corrupto y nepotista del recién reelecto Secretario General de la OEA.

“El Secretario General invoca apasionadamente los principios de democracia y derechos humanos, citando la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Carta Democrática, la Convención Interamericana contra la Corrupción. Pero en sus acciones, contraviene flagrantemente su elevada retórica”, afirma el artículo. Muestras de ello se encuentran diariamente en sus redes sociales, aunque estas parecieran más páginas de humor negro convertidas en memes irrespetuosos a los pueblos de América Latina y sus luchas sociales.

Encontramos a diario en las cuentas @Almagro_OEA2015 y @OEA_official menciones del SG y la OEA a supuestas violaciones de los DDHH en Cuba, Venezuela y Nicaragua; pedidos de liberación de presos comunes (mal-catalogados como presos políticos) y solicitudes de apoyo internacional para grupos opositores a gobiernos electos democrática y constitucionalmente, miembros o no de la OEA. No han faltado tampoco campañas desfachatadas y absurdas como la que promovió el nuevo SG en diciembre/2019 contra la colaboración médica cubana, esa que hoy a dicho presente en la lucha contra la COVID19.


Sin dudas Almagro ha hecho de las redes sociales un instrumento malévolo de desinformación, según sus propios intereses…. o los de sus ideólogos. Al respecto, The Grayzone comenta que “La vanidad es una característica definitoria de Almagro, construida a partir de la creencia de que ahora es el líder más influyente de una organización internacional con presencia en las redes sociales. Fue pionero en el uso de Twitter en la OEA, como si la política internacional pudiera llevarse a cabo a través de las redes sociales, ignorando a los actores reales que son las autoridades democráticamente elegidas de las Américas. A través de su obsesión con la política virtual, ignorando representantes legítimos y la voluntad del pueblo, ha revelado su desprecio por la democracia”.

Baste mirar por estos días la cuenta de Twitter de Almagro y encontraremos no menos de 30 tuit con las felicitaciones recibidas por su redesignación frente a la OEA. En días donde el mundo no descansa en la lucha contra una pandemia ferroz y se producen hechos vergonzosos en Chile y Colombia contra líderes sociales y manifestantes pacíficos, parece que el SG de la OEA sigue de fiesta. AH! Una muestra simple de los mensajeros da la idea de quienes realmente se sienten “representados” por Almagro, sí, esos sobre los que Almagro ha recibido indicaciones de apoyar contra toda razón, ética o moral: Lilian Tintori, Carlos Vecchio, Antonio Ledezma, Tuto Quiroga, Center for Free Cuba, Juan Guaidó, la Alianza Cívica y la UNAB nicaraguense…en fin, una lista interminable de quienes reciben sus “beneplácitos”.

Las intervenciones de Almagro en la política interna de los países miembros de la OEA han revertido por completo los avances diplomáticos en la resolución de disputas, profundizando la división del continente. Bajo el liderazgo de Almagro, el hemisferio se ha polarizado en torno al tema de Venezuela. Las estrategias unilaterales de la organización y las acciones del propio Secretario General han demostrado ser un fracaso colosal. La confrontación y la polarización han destrozado la confianza de las partes hacia la OEA, han roto la confianza entre ellas y han disuelto importantes espacios para el diálogo.

En una impactante violación de su mandato diplomático, Almagro amenazó con una intervención militar para derrocar al gobierno electo del presidente venezolano Nicolás Maduro en septiembre de 2018. Su posición representaba una violación explícita de los estatutos de la OEA y la razón de ser de la organización, como se articula en el Artículo 21: “El territorio de un estado es inviolable y no puede ser sometido, ni siquiera temporalmente, a la ocupación militar u otras medidas de fuerza tomadas por otro estado, directa o indirectamente, por cualquier motivo “. El artículo 3 estipula que se debe respetar la personalidad, la soberanía y la independencia de los estados.

En fin, que América Latina estará sometida por otros 5 años a los caprichos y fiascos políticos de Almagro, quien ha servido al gobierno de los Estados Unidos y a sus propias ambiciones. Mientras aún se respira el hedor dejado por la OEA en Bolivia luego de legitimar un golpe de Estado, están a la vista nuevos procesos electorales…nuevas víctimas, en tanto se trate de países de izquierda revindicando sus sentimientos de soberanía e independencia.

América Latina debe tener en cuenta que las opiniones y acciones (de Alamagro) no han sido el resultado de consultas con la mayoría de los estados miembros de la OEA, sino de sus posiciones personales o las de sus patrocinadores en Washington. Almagro ha llevado a la organización a un callejón sin salida, destrozando las posibilidades de integración latinoamericana y caribeña. Elegido para un segundo mandato, está casi seguro de sumergir al cuerpo hemisférico en una confrontación regional sin precedentes.

Related Posts

Subscribe Our Newsletter