El Gobierno de Brasil, encabezado por Jair Bolsonaro, ordenó el jueves el retiro de todo su personal administrativo y diplomático de sus legaciones en Venezuela.
“Todos los funcionarios del servicio exterior brasileño fueron retirados. No quedará nadie en toda Venezuela”, indicó una fuente del Ejecutivo de Bolsonaro.
Previamente en la misma jornada, el ministro de Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, había anunciado el retiro de cuatro diplomáticos y 11 funcionarios que trabajan en la embajada y el consulado general en Caracas (la capital venezolana), el consulado en Ciudad Guayana (sureste), y el viceconsulado en Santa Elena de Uairén, cerca de la frontera con Brasil.
Según informan medios locales, el proceso de retiro del personal brasileño puede tardar casi dos meses; una medida que afectaría a más de 10 000 brasileños que viven en Venezuela.
Además, el Gobierno brasileño notificó a los representantes del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro que dejen sus puestos en Brasilia (capital), lo que podría ser un paso previo a la suspensión total de relaciones bilaterales entre los dos países.
Las relaciones entre Brasil y Venezuela atraviesan una etapa de tensiones desde 2017, cuando Brasil impulsó la suspensión de Caracas del Mercosur, durante el Gobierno de Michel Temer.
Además, el año pasado, Bolsonaro reconoció a Juan Guaidó como “presidente encargado” del país bolivariano, demostrando así su apoyo a la derecha en sus esfuerzos por sacar del poder al presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro.
Caracas, a su vez, ha denunciado la campaña de injerencias en Venezuela por parte de Bolsonaro, al que acusa de seguir los dictámenes del Gobierno estadounidense. Maduro ha acusado a Bolsonaro, a quien tilda de “fascista”, de arrastrar a las Fuerzas Armadas de Brasil “a un conflicto armado contra Venezuela”.
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