El Caracazo Entre el 27 de febrero y el 6 de marzo de 1989, el Ejército y la policía usaron unas 4 millones de balas para reprimir al pueblo, que empobrecido y hambriento salió a las calles para reclamar sus derechos. A esta masacre se le conoce como El Caracazo.
“Entré a Fuerte Tiuna y me tocó verlo en guerra.
Fui a buscar gasolina con un compadre que era coronel. Me senté en su oficina y veo en el televisor aquel desastre. Salgo al patio, los soldados corriendo y unos oficiales mandando formación y a buscar los fusiles.
Y le digo: ‘Mi coronel, ¿qué van a hacer ustedes?’. ‘¡Ay, Chávez!, yo no sé qué va a pasar aquí.
Pero la orden que llegó es que todas las tropas salgan a la calle a parar al pueblo’. ‘¿Pero cómo lo van a parar?’. ‘Con fusiles, con balas’, incluso dijo: ‘Que Dios nos acompañe, pero es la orden’.
Vi los soldados salir, los soldados logísticos que no son soldados entrenados. Esos son los que hacen la comida, los que atienden los vehículos. Hasta a los mecánicos los sacaron y les dieron un fusil, un casco y bastante munición.
Lo que venía era un desastre, como así fue”. Hugo Chávez.
Así describió el comandante Hugo Chávez lo que vio aquel 27 de febrero de 1989, un día que quedó en la historia de Venezuela, el día en que el pueblo de uno de los países más ricos del mundo, la quinta reserva mundial de petróleo, se levantó contra un sistema que lo había sumido en la pobreza y la desesperanza.
Para los venezolanos "El Caracazo" o “El Sacudón” fue el día en que el pueblo "bajó de los cerros", como se le conoce a los barrios más humildes de la capital. El 27 y 28 de febrero de 1989 se desató una ola de saqueos en el país, principalmente de supermercados, carnicerías, negocios de artículos electrónicos y línea blanca.
No podemos olvidar que hablamos de una Venezuela cuyo 62 por ciento de la población estaba sumida en la pobreza.
Carlos Andres Perez impuso en 1989 un plan neoliberal que sumía a grandes sectores de la población de Venezuela en el desamparo total, "sálvese el que pueda" era la lógica gubernamental.
No tuvieron reparos en imponer su plan a sangre y fuego, con el ejército masacrando al pueblo.
No olvidemos estas experiencias y estos comportamientos de los gobiernos de derechas que se auto califican de demócratas.