Pablo Gonzalez

Medios de comunicación y guerra: Cuando la mentira se vende como verdad



Una de las frases más conocidas en relación con los medios de comunicación y los conflictos armados es que "en una guerra la primera víctima es la verdad"

Y esta aseveración se cumple con mayor fuerza cuando los grandes medios de comunicación del orbe se vistieron con el uniforme militar mucho antes del 20 de marzo del 2003 para presentar como normal los atroces asesinatos y exterminios masivos de civiles en Iraq en nombre de la libertad y la lucha contra el terrorismo. 

Este texto pretende acercar al lector a la forma como los medios de comunicación internacionales y locales informaron sobre la invasión estadounidense a Iraq con el apoyo de Gran Bretaña, España y Australia . 

Pretende ubicar sobre cómo en las informaciones publicadas jugaron un papel fundamental en la guerra de desinformación y refiere a algunas de las noticias emitidas por medios de comunicación independientes y agencias internacionales que pese a presentar una visión diferente del conflicto no tuvieron acogida en los grandes medios y en la prensa local. 

Antes de hacer un acercamiento a la forma como los medios de comunicación han tratado el tema de la invasión estadounidense a Iraq, permí­tanme referir algunos conceptos previos que enmarcarán el intento de análisis. 

Es necesario hacer algunas aclaraciones previas de tipo conceptual por la forma como se confunden en lo cotidiano los conceptos, libertad de información, libertad de expresión y libertad de prensa . 

La libertad de expresión es un derecho humano fundamental que consiste en la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de elección como lo establece la Convención Ame­ricana sobre Derechos Humanos. 

En nuestro mundo, la "libertad de expresión se encuentra hoy mediada y determinada directa o indirectamente por los medios de comunicación masivos, integrados en el campo comercial... formados por editoriales, agencias de publicidad, cadenas de periódicos y revistas, compañías cinematográficas, gigantes redes de radiodifusión y multicanales locales, nacionales e internacionales de comunicación",tal como lo señala el filósofo Ernesto Mayz . 

Por su parte, Carlos Soria señala que "la libertad de prensa será insensiblemente libertad para la prensa; que a su vez (...) se entenderá como libertad de constitución de empresas de prensa; y finalmente querrá decir la libertad para el empresario, es decir, para la persona que rige y controla la libertad informativa ". 

Jean Claude Guilleaud, periodista y escritor, ex director de Reporteros Sin Fronteras, indica que si la democracia postula la participación de todos a la decisión política, la libertad de información es un instrumento obligatorio y que "la democracia no sólo exige una información independiente del poder político, también reclama el libre acceso de la mayoría a ésta" . 

Así, cuando hablamos del derecho a la información, hablamos de un derecho de doble vía en el sentido que cobija no solo a los periodistas que buscan la información , sino que en nuestro quehacer cotidiano, informar es un deber para con los receptores . 

El derecho a la información es denomina do de doble vía en el sentido que protege los derechos de quien produce o emite la información y los de quienes las reciben, reconocen y rese­mantizan . 

Así quien emita o mensajes o informes tiene derecho a que no sea censurado en forma explícita o encubierta , a investigar, difundir y publicar informaciones u opiniones, a contar con los instrumentos técnicos que le permitan hacerlo, a no ser interferido en sus mensajes a acceder a las fuentes al secreto profesional y la reserva de las fuentes a la cláusula de conciencia. 

Pero también se reconocen los derechos del receptor a recibir informaciones u opiniones, a seleccionar los medios y la información, a ser informado verazmente, a que se preserve su honra e intimidad, a requerir imposición de responsabilidades legales, a la rectificación y respuesta . 

LA GLOBALIZACIÓN Y LOS MEDIOS 

Estos derechos a los que hemos hecho referencia no son siempre respetados y son especialmente vulnerados en las circunstancias actuales donde la globalización concentra cada vez más los medios de comunicación en menos manos. 

Grandes consorcios en otros campos penetran en el de la comunicación y la información, donde se reflejan sus intereses parcializados, rompiendo la equidistancia con otros sectores de la sociedad. La concentración y las mega-fusiones van excluyendo progresivamente a editores y medios sustentados con apego a la independencia y soberanía que dieron lugar a su nacimiento. 

Los medios de comunicación estadounidenses han sido adquiridos por transnacionales con empresas vinculadas al entretenimiento, fabricantes de armas, corporaciones hoteleras, fabricantes de autos, empresas farmacéuticas entre otros, tal como lo ha denunciado durante décadas Armand Mattelart. 

Somos testigos de la concentración acelerada de los medios de comunicación en cada vez menos manos y la hegemonización de los mensajes que se transmiten a través de ellos. Hoy, los llamados "mass media" son los instrumentos utilizados por la ideología del mercado para incomunicar y disociar a las personas consigo mismos y frente los demás. 

Como dice Eduardo Galeano, hemos llegado al punto en que "los medios masivos de comunicación justifican los fines de un sistema de poder que impone sus valores a escala planeta ria.

 NUNCA TANTOS HABÍAN SIDO TAN INCOMUNICADOS POR TAN POCOS". 

La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), al respecto recuerda que "los poderes públicos y privados con el control financiero y tecnológico, han estrechado sus controles sobre la información... Se decide qué imágenes deben difundirse -como en el caso de los miles de víctimas del atentado a las Torres, cuáles se prohíben, y qué hechos deben relatarse" . 

En el pasado los medios informaban sobre los acontecimientos, ahora, con frecuencia, son las necesidades de los medios las que dan forma a los acontecimientos . 

En relación con los medios de comunicación, Internet hace posible transmitir en tiempo real la actualidad junto con la radio, la prensa y la televisión. 

Uno de los efectos más importantes de la proliferación de sitios en la red y la facilidad de búsqueda de la información a través de la red es la ruptura del monopolio de los grandes grupos de medios de comunicación sobre la distribución de información . 

Pero además cuando informa, el o la periodista incorpora su visión del mundo, por eso no es posible la imparcialidad o la objetividad. 

Esos medios reproductores de la ideología de las clases económicamente más fuertes, trasladan los criterios e intereses dominantes a las informaciones.

Y las noticias entonces son observadas, valoradas, seleccionadas y transmitidas en función de las determinantes políticas y económicas de sus países de origen, de los intereses comerciales y unilaterales de los dueños de los medios. 

La noticia, igual que el anuncio publicitario es un producto de consumo que debe venderse a toda costa incluso sobre el cadáver de una mujer brutalmente asesinada, cuyo cuerpo inerte apenas cubierto por una pequeña sábana ocupa las primeras páginas de los diarios. 

Una prueba de lo anterior es la desinformación que consumimos a través de las cadenas de televisión y las noticias que se retransmiten en nuestros medios sobre la invasión a Iraq y los pocos célebres casos de utilización de armas bacteriológicas como justificación del ataque militar a ese país.

 En ambos casos bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo se devasta a una población extremadamente pobre y se juega con el temor para justificar la industria de la guerra, el 

control sobre las personas y la entronización de la hegemonía ideológica en contra de la libertad de información, la libertad de pensamiento y el respeto de la vida humana. 

Dentro del actual esquema de hegemonía del mercado, "los periódicos constituyen, por regla general, empresas comerciales y se rigen por ello por las leyes del comercio sobre todo por el afán de lograr ganancias". 

Desde esta perspectiva, la noticia se transforma cada vez más en una mercancía y cumple una función de competencia comercial donde hay que "vender" los productos de mejor manera que los rivales y así la lógica del mercado pasa a determinar con mayor fuerza, qué se informa, quién lo informa y de qué manera. 

Convertida la noticia en un producto de consumo, las empresas negocian sus noticias en apariencia y contenidos. La información pierde con ello su capacidad de reflejar de manera fiel las realidades históricas, políticas y culturales que proporcionan a los hechos su verdadero significado. 

Por eso, "la violencia, el crimen, las luchas armadas -y mientras más terribles y crueles mejor- así como los cataclismos, desastres y graves accidentes, constituyen siempre la parte más sustanciosa y destacada del paquete de noticias que se difunde..." 

Dentro de esta óptica "los medios de comunicación solo miran a los pobres cuando ofrecen alguna desgracia espectacular que puede tener éxito en el mercado.

 ¿Cuántas personas deben ser destripadas por guerra o terremoto, o ahogadas por inunriación, para que algunos países sean noticia y aparezcan por una vez en el mapa del mundo?

 El mundo tiende a convertirse en el escenario de un gigantesco reality show" como dice Galeano en su libro "Patas Arriba. La escuela del mundo al revés". 

Y si no se convierte en un espectáculo ti­po Cristina, la realidad noticiosa debe simularla como lo anticipa la "desafortunada" y quizá poco premiada película "Truman Show". 

En una de las páginas más hermosas del libro Antes del fin, Ernesto Sábato nos recuerda que "la paradoja de los tiempos modernos radica en que el humanismo se ha vuelto contra el hombre.

 La sacralización de la inteligencia nos ha empujado al borde del precipicio, y el lagos, una vez que hubo dominado el mundo, en vano pretendió responder a lo que sólo se sostiene como enigma o como llanto.

 En boca de un personaje, Virginia Wolf se pregunta: "¿Con qué nombre tendremos que llamar a la muerte?

Y cuál es la frase para el amor? No lo sé. Necesito un lenguaje elemental como el de los amantes, palabras como las usan los niños". 

Yo agregaría, palabras que no excluyan, que privilegien la equidad, que construyan puente¡¡ y sobre todo que respeten la vida. Esas son las palabras que como ciudadanos debemos exigir a los medios de comunicación. 

GUERRA DE MENTIRAS 

El teórico Armand Mattelart considera que "la comunicación, para lo que sirve, en primer lugar, es para hacer la guerra", al punto de llevar al análisis "su alistamiento al servicio de los ejércitos". 

"Lo que para un periodista es la oficina de prensa del ejército, para el ejército es la ofici­ na estratégica de información", se ha dicho y con mucha razón. 

Pero los medios de comunicación se enlis­taron antes de la invasión al difundir masivamen­te la versión oficial de la administración del presidente George Bush, con poco o ningún contrapeso crítico, y callaron u omitieron voces discordantes, lo ·que hizo muy difícil distinguir entre la línea política gubernamental y la línea editorial, con lo que contribuyeron a obtener un aplastante respaldo del público a la guerra. 

Así se explican los efectos en la opinión pública de las mentiras que se presentaron como verdades. 

Según The New York Times y CBS, 42% del público estadounidense cree que Saddam Hus­ sein fue directamente responsable de los ataques del 11 de septiembre al World Trade Center y al Pentágono, mientras que un sondeo de la cadena ABC reveló que 55% de los estadounidenses cree que Hussein patrocina directamente a Al Qaeda. 

Lo anterior pese a que Bush fue desmentido por la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) y por la propia CIA tras sostener que Iraq produciría en un plazo de seis meses oji­vas nucleares y que poseía aviones tele dirigidos. 

Igual sucedió con las acusaciones contra Bagdad por el supuesto envío de cartas con Án­trax a diversas personalidades y empresas que resultaron sin fundamento y peor aún se mostró que esa variedad de ántrax y otras armas biológicas estaban siendo producidas en Estados Unidos de forma masiva. 

Si las mentiras fueron creídas por la po­blación, ¡cuanto más por quienes invadieron Iraq! tal como nos lo recuerda la escritora Arund­ hati Roy, "el 21 de marzo el soldado AJ dijo a CNN "Quiero llegar y ensuciarme la nariz", "Quiero vengarme del 11 de septiembre." Y aunque no hubiese pruebas respondió "¿Ah, sí? Pues bueno, yo de esas cosas no entiendo." " 

TRIVIALIZAR LA VIOLENCIA 

La crudeza de la invasión ha sido disfraza da con la cantidad de informaciones "con rostro humano" presentadas desde las tropas invasoras .

 Reportajes mostrando los libros que leen los combatientes, las dificultades para el aseo personal, la vida familiar de quienes quedaron en casa, son solo algunos de los ejemplos que las grandes cadenas mostraban en las pantallas de televisión . 

De este se hizo eco la prensa costarricense y se dio a la tarea de buscar hasta el último rincón del país para transmitir "en directo" las declaraciones de padres, tíos, amigos, novias, esposos de los soldados costarricenses que se sumaron al frente de batalla. 

Esta situación es descrita por Carlos Po­wel como el intento de intensificar el aspecto "light" de la actividad bélica para desplazar la imagen del soldado a un segundo plano en las pantallas . 

Los "misiles, tanques, aviones, buques portaaviones , submarinos y bombas teledirigidas por satélites están siendo expuestos como las estrellas del equipo, las que meten infaliblemente el balón en el aro. No es que el soldadito esté desaparecien­do del campo de batalla, sino simplemente del primer plano de la pantalla de televisión". 

La imagen del invasor es suavizada con imágenes que muestran a los iraquíes recibiendo comida o chocolates que son entregados por los soldados. No así cuando en diferentes comunidad des iraquíes fue la población civil quien alimentó a los soldados cuando los camiones con alimentos no llegaron a tiempo como lo mostró en su momento la televisión española. 

Pero además esta trivialización de la guerra obedece a directrices claramente planteadas a periodistas de los grandes medios. 

Sobre el control de las noticias TBR News.com indicó el 15 de abril pasado como "un ejecutivo medio de una de las tres principales re­des de televisión estadounidense envió más de mil quinientas páginas de memorandos a la dirección de su división de noticias de televisión". 

En ellos se instruye sobre cómo presentar las noticias, nacionales e internacionales, a los espectadores de la red.

Entre las instrucciones estaban las siguientes: "Al mostrar alguna foto de la pacifista estadounidense arrollada por la excavadora del ejército israelí, sólo será mencionado como un "trágico accidente" por el cual el IDF "está sinceramente entristecido'', "no está permitido por el momento usar o referirse a vídeos, fotos o artículos provenientes de fuentes francesas , cualquiera que sea ésta' ', "las tomas de los reclutas deben mostrar una mezcla racial, cualquier entrevista debe reflejar juventud e idealismo, no cinismo, la liberación de iraquíes, felices y entusiastas, debe mostrarse mediante imágenes la muchedumbre ondeando, alegres, banderas estadounidenses ... " 

Y agrega que "las alianzas estadounidenses con tribus turcas, iraquíes o kurdas deben.ser obviadas", "las referencias religiosas del Presidente serán omitidas", "se dará plena cobertura informativa .a las reuniones progubernamentales si se muestran manifestaciones antigubernamentales, es deseable enfatizar que se trata de un número reducido de "excéntricos" con tomas de inadaptados sociales ( con barbas, tatuajes, deformidades físicas, etcétera)" 

Deben "mostrar fotografías ocasionales del Presidente y miembros de su Gabinete, especialmente el Secretario Rumsfeld, con reclutas entusiastas", "ninguna mención, repito, ninguna mención, de terroristas suicidas palestinos durante la operación iraquí", "ninguna mención de Wolfowitz o de Pearle", "Se sugiere la elaboración de algo que sirva para mostrar que, a diferencia de Vietnam, los estudiantes universitarios estadounidenses apoyan totalmente al Presidente y no están involucrados en movimientos anti­guerra.

Es aconsejable culpar a profesores que fueran "antiguos hippies" de cualquier sentimiento anti-guerra en los campus". 

MENTIRAS EN EL CAMPO DE BATALLA 

Después de lanzar no cientos, sino miles de bombas sobre Bagdad, cuando un barrio comercial fue volado "por error" y perecieron civi­les, un vocero del ejército estadounidense dio a entender que los iraquíes ¡se estaban volando a sí mismos! "Usan armas muy viejas.

Sus misiles suben y bajan." Si fuera así ¿cómo embona eso con la acusación de que el régimen iraquí es miembro de número del eje del mal y una ame­ naza a la paz del mundo? 

Cuando el gobierno Iraquí mostró a los soldados estadounidenses capturados, George W. Bush dijo que se violaba la Convención de Ginebra y que esa acción "expone la maldad que alberga el corazón del régimen". 

Cuando las televisoras de su país muestran los cientos de prisioneros que tiene su gobierno en la bahía de Guantánamo, (arrodillados en tierra con las manos atadas a la espalda, con los ojos tapados por lentes opacos y tapones en los oídos 


para asegurar completa privación visual y auditiva) los funcionarios estadounidenses no niegan que se les trate mal, los llaman "combatientes ilegales", lo cual implica que ese maltrato es legítimo . 

HÉROES Y TRAIDORES 

En la narración de esta invasión en ocasiones el victimario se transforma en víctima. 

Al 13 de abril, los periodistas que habían muerto en la invasión a Iraq eran: 

Ferry Lloyd, un veterano reportero de guerra, murió el 22 de marzo por los disparos de sol­ dados americanos en las proximidades de Basora.

 Ese mismo día, un coche bomba mató a Paul Morán de la ABC TV (Australia), en el Kur­distán raquí, zona que conocía a la perfección.

 Se consideraba un luchador por los derechos de los kurdos. Además de utilizar la cámara, escribía y producía reportajes, casi todos relacionados con guerras.

Un reconocido analista internacional neozelandés llegó a decir que Paul Moran trabaja­ba desde hacía varios años como espía secreto de la CIA, entrenando a miembros de la oposición al régimen de Saddam Hussein en el uso de cámaras ocultas y otros métodos con el fin de desprestigiar al dictador.

Al parecer, su misión en la Operación Libertad Iraquí consistía en difundir propaganda a favor de las tropas norteamericanas para ganar el apoyo de la población en el momento de la toma de Bagdad.

Por esta razón, asegura el diario The Daily Telegraph, es probable que su muerte, cau­sada por un suicida, no haya sido sólo mala suer­te.

Moran deja esposa en Australia y una hija, Ta­ ra, nacida hace escasamente un mes. 

El camarógrafo de la BBC televisión, Ka­ veh Golestan murió el 2 de abril por la explosión de una mina en Kifri (norte de Iraq). Había gana­ do el Premio Pulitzer por el fotorreportaje de la revolución iraní. 

Un accidente el 4 de abril acabó con la vida de Michael Kelly, del Washington Post. Además de columnista, había sido editor de la revista Atlantic Monthly. Su libro Martyr's Day lo escribió después de cubrir la primera Guerra del Golfo, en la que trabajó como reportero in­dependiente para varias revistas.

 Fue el primer periodista estadounidense que murió en Iraq, a causa de un accidente de tráfico mientras viajaba con la Tercera División de Infantería. 

De una embolia murió el periodista Bloom David el 6 de abril. Murió aparentemente por causas naturales, según la televisión para la que trabajaba. 

Gaby Radó, periodista inglés del Canal 4 de Noticias fue hallado muerto el 30 de marzo en el aparcamiento del Hotel Abu Sanadistán, en Su­leimanya (norte de Iraq), aunque al parecer no fue víctima de ninguna acción militar. Murió al caer del tejado de su hotel, por razones desconocidas

Un misil mató al español Julio Anguita Pa­rrado de El Mundo, el 7 de abril, después de cruzar todo el país junto a la Tercera División de Infante­ría del Ejército norteamericano desde Kuwait. 

Otro misil mató al periodista alemán Ch­ristian Liebig el 7 de abril, él acompañaba a Ter­cera División de Infantería. 

El periodista de Al Jazira, Tarek Ayyoub murió el 8 de abril. Falleció en el hospital tras su­ frir un ataque la oficina de esa agencia de noti­ cias, que se encuentra en un edificio residencial entre el Hotel Mansur y el Ministerio de Planifi­cación, en el barrio de los ministerios de Bagdad.

Un presentador de la cadena acusó a las fuerzas norteamericanas de haber disparado deliberada­mente contra la televisión árabe, recordando que su oficina en Kabul ya había sido objeto de bom­bardeos norteamericanos en 200 l. 

Taras Prostyuk, murió a causa de un misil estadounidense el 8 de abril. Era ucraniano y tra­ bajaba con Reuters. 

De la misma forma murió el español José Couso, alcanzado por el disparo de un carro de combate americano cuando estaba filmando des­de la habitación 1.403 del hotel Palestina de la capital iraquí. Murió cuando estaba siendo inter­venido quirúrgicamente en el hospital San Ra­fael.

Había perdido una pierna y tenía heridas en la cabeza, mandíbula y barbilla, así como otras en el costado. Llevaba ocho años trabajando pa­ ra la emisora. 

El camarógrafo francés Fred Nerac y el in­ térprete libanés Hussein Osman permanecen en paradero desconocido. Ambos periodistas forma­ ban parte de un equipo de la cadena independiente 

británica ITV que viajaba en dos vehículos hacia Basara, en el mismo convoy en el que iba el fallecido informador Terry Lloyd.

Según la cadena de televisión, quedaron atrapados entre fuego cruzado, y podrían haber sido víctimas de las fuerzas de EEUU. 

La guerra contra Iraq costó US$20 .000 millones, este fue el cálculo del Departamento de Defensa. Se le deben sumar además US$2 .000 millones mensuales para mantener las tropas en el Golfo Pérsico, mientras se forma un gobierno iraquí, según explicó Dov Zakheim, el contralor del Pentágono. 

Pero tal pareciera que los victimarios se convierten en víctimas cuando la cadena plantea sin empacho alguno que "agentes de los servicios de inteligencia iraquí planearon atacar a los periodistas de la cadena mexicana televisa que estaban trabajando en marzo pasado en la zona norte del país controlada por los kurdos, tres meses después de que el ministro de Información iraquí advirtiera de "las consecuencias más severas po­sibles" si la cadena estadounidense enviaba a sus reporteros a la región, dijo el pasado 11 de abril el director general de noticias del grupo periodís­tico CNN, Eason Jordan. 

El complot fue descubierto por la policía kurda, que arrestó a dos hombres que se identifi­caron como agentes de inteligencia iraquí. CNN obtuvo copias de las confesiones grabadas en ví­deo en las que los individuos dijeron que sus superiores en Bagdad les pidieron hacer volar un hotel en Irbil donde se hospedaba el personal. 

Los sospechosos planeaban usar casi una tonelada de explosivos en el ataque, pero fueron arrestados antes de que pudieran llevar a cabo su plan. Es su confesión, los hombres dijeron que habían sido informados que agentes de la CIA e israelíes estuvieron operando desde el hotel, uti­lizando a CNN como pantalla. 

CNN tuvo un equipo de periodistas en Bagdad hasta que fueron expulsados por las au­toridades iraquíes tras el comienzo de los ataques aéreos de la coalición sobre la capital iraquí y sobre todo por la forma como esa cadena presentaba "su" realidad sobre la invasión. 

A los periodistas occidentales "incrusta­dos" en las tropas se les da el estatus de héroes 

Medios de comunicación y guerra: cuando la mentira se vende como verdad 21 que informan desde el frente de guerra, pero no fue así en el caso de Rageh Ornar, de la BBC, quien reporta desde la Bagdad sitiada y bombar­deada, atestiguaba su afección por la vista de cuer­pos de niños quemados y personas heridas, pero a quien se le socava aún antes de que empiecen a in­ formar : "Tenemos que decir al auditorio que las autoridades iraquíes los están monitoreando". 

En la lucha por la desinformación quien piensa o discrepa del discurso oficial es censura­ do. Así lo confirman los casos de periodistas in­ dependientes o quienes formaban opinión contra la invasión. El control sobre lo publicado se ini­ció incluso mucho antes de las incursiones mili­tares en Iraq . Varios personajes de los media lo­cales y nacionales estadounidenses perdieron su trabajo o estuvieron a punto de ser despedidos por expresar un punto de vista crítico en relación con la guerra. Veamos algunos ejemplos: 

El 25 de febrero, la cadena MSNBC can­ celó el programa de entrevistas de Phil Donahue después de una nota interna filtrada en la página web "Ali your TV" donde el profesional arguyó que "para la NBC sería una difícil cara pública en tiempo de guerra ....Parece que se complace en presentar invitados que están en contra de la gue­rra, en contra de Bush y que son escépticos res­ pecto de los motivos de la administración". El in­forme advertía de que el programa de Donahue podía ser "un espacio para la agenda liberal con­tra la guerra al tiempo que nuestra competencia agita constantemente la bandera ". 

En Texas, el periodista Brent Flynn, del Lewisville Leader, fue informado de que no po­día seguir escribiendo para el periódico una co­lumna en la que había expresado puntos de vista contrarios a la guerra. Flynn escribió una nota en su página web personal. "Estoy convencido de que si mi columna hubiera sido a favor de la gue­rra y de que si hubiera asistido a una manifesta­ción a favor de la guerra, no se hubiera atrevido a suprimir mi columna...El hecho de que ésta fuera suprimida justo unos días antes del comien­zo de la invasión de EEUU a Iraq hace plantear­ se serias dudas acerca de las causas de la supre­ sión". A pesar de que Flynn fue claramente san­cionado por comprometer la "objetividad" del periódico, sigue trabajando como reportero para el periódico, aunque ha perdido su parte de trabajo en la que expresaba sus opiniones. 

El 28 de marzo, Kurt Hauglie, un reporte­ro y columnista del M ichigan 's Huron Daily Tri­bune, dimitió del periódico después de que, se­gún se dice, se le dijera que no se iba a publicar su columna contra la guerra porque podía ofen­der a Jos lectores (WJRT-TV). 

El control se extendió al ciberespacio, la gran mayoría de los buscadores de Internet (in­ cluso algunos árabes como www.arabji .com/I­ raq/, de Líbano, y www.hejleh.com/countries/i­ raq .html, operada por un australiano de origen palestino) las referencias sobre Iraq conducen a páginas de medios y agencias occidentales o de otras naciones árabes y prácticamente no hay li­ gas activas a las páginas propiamente iraquíes, salvo los casos de portales operados por organi­zaciones independientes u opositores en el exilio al régimen de Saddam Hussein. 

Incluso sitios árabes como www.iraq.net, que dicen no tener ninguna conexión con el régi­men de Bagdad, han sido víctimas de ataques de piratas informáticos. En contrapartida, numero­sos sitios estadounidenses también han sido víc­ timas de ataques cibernéticos por parte de 'hac­kers' pacifistas, proislamistas o antiimperialistas. La página web YellowTimes .org, que pu­blicaba reportajes y comentarios originales con­ tra la guerra, fue cerrada por su servidor el 24 de marzo, después de mostrar imágenes de prisione­ros de guerra norteamericanos y de víctimas civi­ les de guerra iraquíes.

La página continuaba cerrada al 3 de abril. 

El intento de la cadena televisiva árabe Al Jazera de establecer una página web en inglés fue frustrado por piratas informáticos estadounidenses no identificados que lanzaron un ataque de "servicio denegado". Por su parte, la Bolsa de Nueva York revocó a los periodistas de la cadena Al Jazera sus credenciales de prensa, y a estos periodistas les fue imposible conseguir creden­ciales alternativas en la NASDAQ, tal como lo relató un portavoz de NASQAD el 26 de marzo a Los_Angeles Times que publicó sus declaraciones en las que se justifica la acción "en vista de la reciente conducta de la cadena Al Jazera durante la guerra emitiendo secuencias de prisioneros de guerra norteamericanos violando presuntamente la Convención de Ginebra, esta vez no son bien recibidos para emitir desde nuestras instalaciones". 

Estados Unidos ha intentado desde enton­ces multiplicar sus esfuerzos para tratar de mejo­rar su imagen ante la opinión pública árabe, pero reconoce que la prensa de la región, acusada de ser favorable a Iraq, le complica la tarea. 

El Departamento de Estado acusó el pasa­ do 29 de marzo a la mayoría de los medios, sin precisar nombres, de "distorsionar los hechos" y de presentar informaciones "incendiarias". 

Para el Secretario de Estado estadouniden­se, Colin Powell, la cadena de televisión Al Jaze­ ra carecía de objetividad, inmediatamente antes de aparecer en una entrevista de ese canal. La ra­zón es clara: esta versión árabe de CNN tiene 40 millones de abonados, y ha crecido 10 por ciento desde que se desató el conflicto en Iraq. 

Washington puso el ojo en Al Jazera tras su cobertura del conflicto palestino-israelí, la transmisión de los mensajes del islamista Osama bin-Laden y, más recientemente, la difusión de un video de soldados estadounidenses muertos o capturados en Iraq, según informó la agencia France Press. 

El veterano Peter Arnett fue despedido de la cadena NBC a consecuencia de una entrevista que concedió a la televisión iraquí en la afirmo que quienes habían hecho los planes de guerra habían "minusvalorado la determinación del ejército iraquí'' y que había "una creciente oposi­ción al presidente Bush a causa de su posición respecto a la guerra". 

Paul Khlebnikov, reportero de Forbes, ex­ plicó a Reporteros Sin Fronteras lo que es la pos­tura de la mayoría de sus colegas estadouniden­ses: "Esta guerra debe ser librada no sólo en los terrenos militar y económico, sino también en el psicológico, es decir, a través de los medios. Asesinar a Bin Lacten no será suficiente; él tiene que ser eliminado simbólicamente". 

Ante tanta desinformación algunos perio­distas intentan dar la cara como el corresponsal ­estadounidense Michael Wolff quien se ganó no po­ cos aplausos de sus colegas cuando le preguntó al brigadier general Vincent Brooks, que da los par­tes de guerra en Qatar, si "valía la pena" asistir a sus conferencias de prensa. "Usted es libre de ir­se", respondió Brooks 

"No se trata de reacciones a opiniones ex­presadas, sino simplemente a la presentación de información. Alguien ha decidido que esa parte de la realidad no debe mostrarse, y esta es la peor forma de censura", lamentó Jim Naureckas, di­rector de la revista Extra, de la organización Imparcialidad y Precisión en La información Perio­dística, un grupo con sede en Nueva York que vigila la actuación de los medios de comunicación masiva. 

FABRICAR MENTIRAS: UNA PRÁCTICA ANTIGUA 

En mayor o menor medida los gobiernos utilizan a los medios de comunicación para la desinformación y en especial en tiempos de gue­rra o invasiones militares. 

Winston Churchill dijo en su momento que "la verdad es demasiado preciosa como para que no sea precedida de un cortejo de mentiras" 

En este sentido la desinformación tiene sus reglas "la crisis del conflicto debe ser llevada a su paroxismo; el Estado enemigo, diabolizado, y su lider ser mostrado como un fundamentalista malvado, de ser posible como un "aventurero", un "psicópata", un "comunista", o un "nazi". 

Para Ignacio Ramonet, la historia de las relaciones entre imágenes y conflictos comienza en 1854 con la guerra de Crimea, donde se utili­za por primera vez la fotografía.

El análisis de los conflictos siguientes - guerra de Secesión ameri­cana de 1861; guerra franco-prusiana de 1870; guerra anglo-boer en Africa del Sur en 1899; Pri­mera Guerra Mundial de 1914; guerra civil de España de 1936; Segunda Guerra Mundial de 1939; guerra de Corea de 1950; guerra de Arge­lia de 1954 y guerra de Vietnam que se termina en 1975- permiten hacer algunas constataciones . La utilización de los medios de comunicación como parte de la llamada guerra psicológica es una práctica que desde 1898 utiliza los Esta­dos Unidos. 

Dos años antes se hizo obligatoria la acre­ditación de los reporteros ante las autoridades 

Medios de comunicación y guerra: cuando la mentira se vende como verdad 23 militares. Y fue en 1898, con la invasión a Cuba cuando se realizó la primera intervención militar filmada por la empresa Vitagraph que llamó a su trabajo "Combatiendo con nuestros muchachos en Cuba". 

Pero fue 34 años antes en 1854 con la Gue­ rra de Crimea que se inició la censura periodísti­ca en un campo de batalla. Al fotógrafo británico Robert Fenton, por ejemplo se Je prohibió impri­mir imágenes crudas de la guerra supuestamente para no alarmar a las familias de los soldados. 

La relación entre prensa y ejército en Esta­ dos Unidos se estrechó en Ja Primera Guerra Mundial con Ja creación del Comité de Informa­ción Pública, organismo dependiente directo de Ja Casa Blanca y dirigido por el periodista George Cree! quien tenía como misión "vender" la guerra al público estadounidense a través del cine. 

Finalizada la Primera Guerra Mundial, la armada estadounidense convenció a la Casa Blan­ ca de que agrupara a las grandes empresas que ex­ plotaban las nuevas tecnologías "estratégicas" de la época. Así nació Ja RCA (Radio Corporation of America), en 1919, que se repartió el sector de ra­ dio y telecomunicaciones con la General Electric, la American Telegraph & Telephone y posterior­ mente la firma Westinghouse. En el consejo de administración de Ja naciente RCA, un represen­ tante de la Casa Blanca ocupaba un asiento. 

Hasta 1919, la radio era considerada una "arma de guerra" en todo el mundo, y consecuen­temente no existían emisiones privadas. Con el paso del tiempo, y mediante la adquisición de es­taciones de radio y televisión, RCA se convirtió en lo que hoy es una de las cuatro principales ca­ denas estadounidenses: la NBC (National Broad­ casting Company) ... bajo control corporativo de la General Electric. 

En 1941, Estados Unidos creó la Oficina de Información de Guerra (OWI, por sus siglas en inglés) y Ja Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) que paso a ser la USI (Agencia de Infor­mación de Estados Unidos) conocida posterior­mente por acciones encubiertas que hacía para la Central de Inteligencia Americana (CIA). 

Ramonet agrega que una vez que Estados Unidos perdió la guerra de Vietnam, el Pentágono acusó a los medios de ser el verdadero causante de la derrota. A partir de entonces decidieron que los periodistas ya nunca más serían autorizados a ver los combates de cerca. Oficiales especializados en comunicación se encargarían de contárselos a su manera. 

La primera guerra que se hizo según esa nueva normativa fue la de las Malvinas en 1982. Los ingleses crean el principio del "pool" (un grupo seleccionado de periodistas que se com­prometen a dar a todos sus colegas la informa­ción que reciben), no permiten que los reporteros se acerquen al frente, pero los sobrealimentan en información "controlada". Así se impuso la ver­sión mediática que servía mejor a los intereses de Jos militares en guerra. La de las Malvinas, se di­ jo, fue Ja primera "guerra sin imágenes". 

Utilizando este mismo modelo, los nor­teamericanos llevan a cabo Ja invasión de La Granada en 1983. Primera guerra estadouniden­se, en dos siglos, "sin testigos". Las grandes re­ des de televisión denunciaron al Pentágono an­te los tribunales por haberles impedido mostrar ese conflicto. 

El mismo modelo Malvinas de "guerra sin imágenes" se va a volver a aplicar en Ja invasión de Panamá en 1989, en Ja guerra del Golfo de 1991, en la de Kosovo de 1999 y en la de Afga­nistán en 200 l. 

El artículo de Rouleau al que hicimos re­ferencia previamente indica que en febrero del año pasado un escándalo estalló cuando se supo que desde el Pentágono se creó una oficina de in­fluencia estratégica para engañar a Ja opinión pú­blica a través de agencias no estadounidenses co­mo France Press y Reuters. 

"Donald Rumsfeld, secretario de Defensa estadounidense, se vio obligado a presentar sus disculpas y a anunciar el cierre de esa dependen­cia que rápidamente fue reemplazada por otra que lleva el discreto nombre de Oficina de Planes Especiales". 

CUANDO SE JUEGA CON LA VERDAD 

Las mentiras en los medios se dan en am­bos bandos como parte de la estrategia de la gue­ rra psicológica. 

Por ejemplo, la 51 División de infantería iraquí se entregó con ocho mil hombres, según la CNN el 23 de marzo, pero nadie los vió. ¿Sería que se los tragó una tormenta de arena? 

Dos aviones estadounidenses son derribados sobre Bagdad, pero lo único que se ve en la televi­sión iraquí son civiles disparando contra las aguas del río Tigris. ¿Dijeron aviones o submarinos? 

En al menos cuatro ocasiones, los titulares de CNN y otras cadenas estadounidenses de in­ formación televisiva informaron que Basora ha­bía caido en manos de las fuerzas de la coalición aún cuando los combates continuaban y los sol­dados norteamericanos no tenían el control real de la situación. 

Titulares como: "Encontradas armas quí­micas", "Hallazgo de misil Scud", "Rebelión en Basora", "Una columna de mil vehículos avanza hacia el sur", "No fue nuestro misil", "Siria trafi­ca con equipos de visión nocturna", "Rendicio­nes en masa", "Basora ha caído", "Un general ha sido capturado" fueron comunes en medios de comunicación estadounidenses en los primeros 10 días de la invasión para crear en el público la idea de un rápido éxito en la incursión militar. 

Para las fuentes militares estadounidenses del total de 69 soldados estadounidenses muertos hasta el día 18 de combate, la mayoría murió por "accidentes o abatidos por "disparos amigos" y no por los ataques de las fuerzas iraquíes que oponían resistencia incluso hasta el 13 de abril. 

El desprecio por la profesión periodística tiene su punto extremo cuando se llama "incrus­tados" -embedded- a los casi 900 periodistas que viajan con las unidades militares anglo-estadou­nidenses. Con toda razón dice Noam Chomsky, el intelectual de Estados Unidos que se caracteri­za por no callarse la boca, "ningún periodista se­ rio debería aceptar ponerse en esa situación". 

INVENCIÓN DE PALABRAS 

Uno de los instrumentos utilizados para la manipulación se encuentra en las palabras a las cuales se les da un significado antagónico o neologismos que intentan ocultar la verdad de los hechos. 

Las guerras en Kuwait, Kosovo y Afganis­ tán hicieron saltar a los medios de comunicación un nuevo término "daños colaterales" que susti­tuye a las víctimas civiles o fallecidos por mala puntería. 

Para el periodista Alex Grijelmo estos tér­minos parten de un antagonismo conceptual que admite la palabra negativa "daños" pero que se rebaja con el término "colateral", es decir, daños marginales . 

Como menciona Eduardo Galeano, tal pa­reciera que "hoy, por hoy, no queda bien decir ciertas cosas en presencia de la opinión pública: el capitalismo se llama globalización; las víctimas del imperialismo, se llaman países en vías de de­ sarrollo, que es como llamar niños a los enanos; el oportunismo se llama pragmatismo; la traición se llama realismo; los pobres se llaman carentes o carenciados, personas de escasos recursos; la ex­pulsión de los niños pobres del sistema educativo se conoce bajo el nombre de deserción escolar; el derec;:ho del patrón a despedir al obrero sin indemnización no explicación se llama, flexibilización del mercado laboral; el lenguaje oficial reconoce los derechos de las mujeres, entre los derechos de las minorías, como si la mitad masculina de la hu­manidad fuera la mayoría; en lugar de dictadura militar se dice proceso; las torturas se llaman apremios corporales, o también presiones físicas y psicológicas; cuando los ladrones son de buena familia, no son ladrones, sino cleptómanos; el sa­queo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de enriquecimiento ilícito; para decir ciego se dice no videntes; don­de dice larga y penosa dolencia, debe leerse cán­cer o sida; repentina dolencia, significa infarto y nunca se dice muerte; sino desaparición física... ". Igual sucede con términos como "guerra humanitaria", o "guerra preventiva", lanzada después del 11 de septiembre por Washington, y reforzada por la Ley Patriótica, que otorga am­ plio margen de maniobra al Presidente Bush pa­ra justificar una invasión a Iraq cuando las prue­bas de que podría utilizar armas bacteriológicas no existen hasta el momento. 

Se llamó en esta invasión con el término de "periodistas incrustados" a quienes se les obligó a acompañar tropas norteamericanas para Medios de comunicación y guerra: cuando la mentira se vende como verdad 25 ingresar a Iraq e informar solo desde la perspec­tiva estadounidense lo que sucedía en el frente de batalla. 

El poder "letal" de un tanque, fue amplia­mente reivindicado por periodistas que hacían ver como esas máquinas se conducían solas. Igual sucedió con la "inteligencia" de las bom­bas, que a juicio de periodistas de las cadenas de televisión reúne tantas características "positi­vas'', que se Je pueden aplicar las tres B de "bue­na, bonita y barata" (sólo cuesta 350 mil dólares). Ni qué decir de términos como "increíble precisión" de un misil de un millón de dólares lanzado desde un portaaviones y que cae sobre mercados, poblados y hospitales. 

Se le atribuye a un avión espía la característica de "discreción operativa y la alta tecnolo­gía de punta", mientras que a los caza bombarde­ros se les reconoció su "autonomía" y "versatili­dad" por parte de los analistas militares que ocuparon los sets de televisión y concedieron entrevistas a medios escritos. 

Las ciudades iraquíesíes eran "asegura­das" en vez de capturadas y se llamó "Fuego amigo" a las balas de las tropas estadounidenses disparadas a sus similares y que provocaron la muerte de jóvenes soldados invasores. 

Nos informaban las cadenas de televisión que Jos marines de Estados Unidos habían utili­zado aviones A-10 para hacer frente a 'focos de resistencia' pero no mencionaron que el A-10 uti­ liza municiones de uranio debilitado. 

Más aún se llamó 'fuerzas de coalición' a los invasores estadounidenses, británicos y unos cuantos australianos. 

A inicio del bombardeo a Bagdad, los me­dios de comunicación de masas añadieron una nueva palabra bombas antibunker. Según el Dic­cionario de la Real Academia Española, entre las acepciones de búnker encontramos "refugio, por lo general subterráneo, para protegerse de los bombardeos" . Sigue sorprendiéndome que el ejército invasor "peine Ja ciudad". Con esta posi­tiva terminología parece que se dedican a desen­redar, limpiar y acicalar Ja ciudd. Pero Jo que pretenden es "controlar los focos:.cte resistencia", que es otra forma neutra de hablar sobre el asesi­nato de personas . 

Se manipula a través del lenguaje, igual­mente, cuando se afirma que "esta guerra se está emitiendo en directo" por los canales televisivos. Eso es una mentira objetivable. De hecho, los ciudadanos accedieron a muchas más imágenes en guerras, tan antiguas ya, como Ja del Vietnam. 

¿A quién no Je ha quedado marcada en su memo­ria la imagen de una niña que corre por el asfalto con Ja piel hecha jirones tras ser rociada con Na­palm lanzado por la aviación norteamericana? 

LO QUE LA PRENSA NO DIJO 

Debe reconocerse que el esfuerzo por rom­per el cerco informativo fue una preocupación constante de periodistas independientes. Desde una red de información local alimentada por re­porteros de prensa extranjera acá en Costa Rica, se tuvo acceso a otras voces que no siempre tuvie­ron espacio en los medios de comunicación. 

De seguido mencionaré algunos casos de informaciones que recorrieron el mundo pero que no tuvieron el despliegue requerido en los me­dios locales, nacionales e internacionales: 

No se dijo que el 15 de febrero se registró Ja mayor marcha contra Ja guerra que recuerde la historia con la asistencia de 30 millones de per­sonas en 600 ciudades y pueblos del mundo. 

La marcha del 22 de febrero contra la gue­ rra, según Paul Krugman, columnista de The New York Times la cadena de televisión Fox describió a los participantes en el acto neoyorquino como ""los manifestantes de siempre··o ..los manifestan­tes en serie··• y que Ja CNN 'no fue tan despecti­va' pero el domingo por Ja mañana su sitio en In­ternet llevó este titular: ·"Las manifestaciones contra Ja guerra deleitan a Iraq··. La imagen ad­junta no mostraba las marchas en Londres o Nue­va York, sino la de Bagdad'. 

El 27 de marzo, el ministro de sanidad ira­quí defendía que más de 350 civiles iraquíes ha­bían muerto. También decía que muchos más ha­bían sido heridos. (Agencia de prensa Reuters) 

La Cruz Roja Internacional informó que mientras los medios de comunicación hablaban de Ja toma de Bagdad, Jos voluntarios atendían a 100 heridos por hora, la mayoría son víctimas de combates directos y no de esquirlas de bombas, como en días anteriores. 

Poco se informó sobre tres personas que fueron levemente heridas este sábado 4 de abril al estallar un artefacto explosivo en un restauran­te de la cadena McDonalds en el barrio Dora, en las afueras de Beirut. 

Poca difusión tuvieron las marchas diarias que millones de personas hicieron en diferentes partes del mundo contra la guerra. 

Tampoco se informó que 9 cada 10 bra­sileños rechaza categóricamente la invasión en Iraq y un 20 por ciento está decidido a boicotear los productos estadounidenses, según una en­cuesta dada a conocer el 6 de abril. El estudio, realizado por el instituto Data Folha, reveló que sólo el 7% de los brasileños apoya la acción de Estados Unidos y Gran Bretaña en Iraq. 

El Pentágono admitió el 6 de abril sus in­tenciones de permanecer por largo tiempo en el país árabe, una vez concluida la guerra, como ocurrió con Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. El segundo de la secretaría de Defensa, Paul Wolfowitz, dijo que "esa es una posibilidad" y que todo depende de cuán rápidamente se pueda establecer un gobierno iraquí "le­gítimo y competente". 

Aviones estadounidenses dispararon ese 6 de abril "por error" contra un convoy compuesto por soldados norteamericanos y aliados de la oposición kurda, causando un total de 18 muertos y 45 heridos. El hecho se produjo en el Kurdistán iraquí y, según fuentes oficiales, no hubo ningún soldado estadounidense muerto en el incidente, todos eran kurdos. Sin embargo un periodista de la BBC, John Simpson, que formaba parte del convoy, aseguró que en el ataque murieron al me­nos diez norteamericanos y que varios estaban heridos. 

Muy poca difusión tuvo la noticia que "Hecho en Argentina" fue el lema que eligió este jueves 3 de abril la poderosa cadena de comidas rápidas estadounidense M cDonald's para tratar de frenar la ola de manifestaciones frente a sus locales, en protesta por la invasión de Estados Unidos a Iraq . 

No se supo más sobre la detención de 78 manifestantes, incluidos dos ganadores de premios Nobel y varios líderes religiosos, fueron arrestados el miércoles en una protesta pacífica frente a la Casa Blanca contra la guerra. Mairead Corrigan Maguire, ganadora del premio Nobel de la paz en 1976 y Jody Williams quien lo ganó el 1997 por su trabajo para erradicar minas antiper­sonales. Fue arrestado además Daniel Ellsberg, ex alto funcionario del gobierno estadounidense que filtró a la prensa los llamados Documentos del Pentágono durante la guerra de Vietnam.

Un obispo metodista de Illinois, un obispo católico de Detroit y un rabino de Filadelfia se encontraban también entre quienes fueron esposados y detenidos. 

Poca difusión local pero repercusión lati­noamericana tuvieron las declaraciones Fabián Pacheco, hijo del presidente costarricense Abe! Pacheco, quien lamentó el apoyo que el gobierno de su padre y otros países de Centroamérica han dado a la guerra contra Iraq por parte de las fuer­zas invasoras que encabeza Estados Unidos. 

No se mostraron tomas de los manifestan­tes que atacaron con piedras el consulado de Es­paña en Orán (oeste de Argelia) para protestar por el apoyo del gobierno de José María Aznar, quien dio el apoyo a la invasión militar de Estados Unidos y Gran Bretaña, esperando que le den los sobros del festín. 

Casi ninguna repercusión se le dio a las declaraciones del embajador mexicano en la ONU, Adolfo Aguilar, quien dijo el 10 de abril ante el Consejo de Seguridad que el petróleo de Iraq pertenece a los iraquíes -no a Bush ni a su portavoz Tony Blair-y que la asistencia a ese pueblo contribuiría a que la organización recupere el protagonismo. 

Tampoco se dijo mucho sobre José Anto­nio Gutiérrez, el primer soldado norteamericano muerto en Iraq, quien fue un niño de la calle de la ciudad de Guatemala, residente de los programas de asistencia de Casa Alianza, según informó la organización humanitaria. 

Ninguna difusión se dio a la noticia recogida por agencia de prensa internacionales según las cuales el propio ejército estadounidense pidió a sus soldados no utilizar más el equipo contra armas biológicas al llegar a Bagdad porque no había peligro.

1 • Medios de comunicación y guerra: cuando la mentira se vende como verdad 27 

No se recogieron reacciones de las declaraciones de expertos según los cuales la reconstrucción de Iraq podría costar de $25.000 a $100.000 millones y que sería la tarea más gran­de de reconstrucción de posguerra desde el Plan Marshall en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial. 

No se mencionó sobre la propuesta estadounidense para que en esas labores solo participarán corporaciones de Estados Unidos, especialmente Halliburton, donde el Vicepresidente Dick Cheney sirvió como jefe ejecutivo desde 1995 hasta mediados de 2000. 

Tampoco que el cuerpo de Ingenieros Militares denunció que KBR, subsidiaria de Hallibur­ton y poseedora del contrato, gastó apenas 50,3 millones de dólares de los 7.000 millones otorgados para combatir incendios en pozos petroleros de Iraq.

Los ingenieros militares divulgaron la información en carta al congresista Henry Waxman , de la Comisión de Reforma del Gobierno, quien junto con su colega John Dingell solicitaron investigar sobre el otorgamiento de contratos del gobierno para la reconstrucción de Iraq, cuyo monto podría llegar a los 100.000 millones de dólares.

También pidieron a la Oficina General de Contabilidad, un organismo investigador del Congreso, que averigüe si Halliburton fue objeto de favoritismo en los contratos del Pentágono. 

Otra de las empresas interesadas en esa ta­rea es el Grupo Betchel, cuyas filas han incluido numerosos alumnos del gabinete republicano .

Es el más grande contratista del país, y uno de los más grandes en el mundo.

Su junta directiva in­cluye un ex-secretario de Estado, George P. Shultz, y sus filas una vez incluyeron a un ex-se­cretario de Defensa , Caspar W. Weinberger . Bechtel, de propiedad privada y con sede en San Francisco, ayudó a construir la represa de Hoo­ver, supervisó el trabajo del túnel bajo el canal inglés y trabajó en la limpieza de Chernobyl.

En Massachusetts, es criticado por el inspector general del estado por sobrecostos de más de $1 billón en la construcción del túnel y en el proyecto de construcción de la autopista de Kabul a Herat. 

Tampoco se mencionaron los intereses de la corporación Fluor, con lazos con diversos ex­-funcionarios de inteligencia del alto gobierno y de la sección de adquisiciones del Pentágo­ no.

Con sede en Aliso Viejo, California, no está trabajando actualmente en ningún proyecto de la Agencia para el Desarrollo Internacional, pero tiene amplia experiencia en la construcción de servicios petroleros en la isla de Sajalín, cos­ta afuera en el Pacífico de Rusia, para un consorcio internacional que incluye Exxon Mobil , y está desarrollando campos de petróleo y gas en Kazajstán para un consorcio socio mayor: Chevron -Texaco.

En abril pasado , Fluor contrató a Kenneth J. Osear, quien como secretario asistente de la Armada supervisó el presupuesto de adquisiciones del Pentágono por US$35 billones anuales.

 Su junta directiva incluye a Bobby R. Inman, un almirante retirado quien fue ex-director de la Agencia Nacional de Seguridad y subdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). 

Casi no se mencionó que otra empresa interesada en llegar a Iraq es la de ingeniería y construcción Kellogg Brown & Root convíncu­los comerciales con el vicepresiente Mr. Cheney.

Esa empresa ha sido un contratista mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Más recientemente, se encargó de la veloz construcción de los barra­cones para los sospechosos de terrorismo de la prisión de Guantánamo. 

Poco se informó sobre la empresa Parsons que ha hecho un trabajo extenso en la reconstrucción de posguerra en Bosnia y Kosovo y construyó la ciudad militar de Yanbú en Arabia Saudita.

También ayudó a construir el sistema de subterráneos en la metrópolí de Washington.

No cuenta con las prominentes conexiones políticas de Bechtel y Fluor, aunque el Secretario de Trabajo, Elaine Chao, fue parte de su junta directiva por casi un año antes de integrarse al gabinete en enero de 200 l. 

Ni siquiera se mencionó en nuestro país que el Washington Group lnternational continúa siendo un contratista militar mayor y ha realizado un extenso trabajo en el Departamento de Defensa que involucra el desmantelamiento y desecho seguro de viejas armas.

También domina el negocio de neutralizar y desechar las armas químicas dentro de Estados Unidos, según dijo uno de sus voceros, Jack Herrmann. 

Documentos confidenciales de los contratos indican que las compañías van a ser remuneradas bajo un arreglo conocido como "costo más cuota fija''.

Una vez el costo del proyecto sea establecido, el contratista tiene la facultad de recuperar ese costo más una cuota fija que representa un porcentaje fijo de entre el 8 y 10%. 

No se divulgó lo suficiente que el gobierno norteamericano otorgó 900 millones de dólares a la empresa Halliburton para una tarea que costará unos 375.000 millones de dólares y tampoco se amplió que la organización anticorrup­ción Judicial Watch demandó ante la Justicia estadounidense al vicepresidente del Gobierno, Dick Cheney, por sus posibles actividades frau­dulentas cuando presidía el grupo de servicios vinculado a Ja industria del petróleo Halliburton.

Según la denuncia interpuesta por Judicial Watch, Cheney participó directamente en los fraudes que realizó el grupo tejano en sus prácticas contables cuando el vicepresidente del Ejecutivo estadounidense era su máximo responsable (de 1995 a 2000). 

Muy poca difusión se dio al estudio de Ja Federation of American Scientists según el cual entre 1948 y 1999, Estados Unidos ha incursio­nado en 200 acciones militares en el extranjero .

Tampoco se difundió que Jay Garner, general estadounidense retirado, quien dirigió uno de los principales proveedores de tecnología militar en la guerra contra Iraq, será el "administrador civil" en este país una vez que Estados Unidos termine su ofensiva. 

No se ha dicho lo suficiente que se encargará de "todo lo que tenga que ver con la población civil, mientras que el general Tommy Franks, jefe del comando militar central, se encargará de la seguridad y el orden civil''. 

En 1991 se dió la llamada "Operación Proporcionar Bienestar" en favor de los refugiados kurdos. Garner era nada menos que el presidente de SY Coleman, una filial de L-3 Commu­nications, que fabrica principalmente los sistemas de dirección y comando para los misiles estadounidenses, los mismos que sin duda golpearon a Bagdad en el inicio de la guerra. 

Fue uno de los militares que apoyaron y firmaron en 2000 un manifiesto que aprobaba la política de Israel contra la intifada palestina. Garner también es conocido por su contribución en Ja teoría de defensa conocida como "guerra de las galaxias'', que fue patrocinada por Rumsfeld . 

REPRESIÓN QUE SE RECICLA 

En una comparación entre las acciones de George W. Bush y Ronald Reagan, el analista Tom Turnipspeed mencionaba que mientras Bush movilizó a Estados Unidos en una guerra perpetua contra los "malos" y el "eje del mal", Ronald Reagan utilizó la Guerra Fría para arremeter contra el "imperio del mal" de la Unión Soviética . 

Cualquiera podría pensar que guerra al terrorismo internacional es una idea nueva, generada a raíz de los tristes y dolorosos acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, pero hace ya 20 años que la Administración Reagan comenzó su periodo de gobierno afirmando que la "guerra contra el terrorismo internacional" se convertiría en la pieza central de la política exterior norteamericana.

 Esta guerra fue descrita por el Presidente Reagan y por su secretario de estado como la lucha contra una plaga, un cáncer extendido por bárbaros, por "adversarios depravados de la civilización". Produce perplejidad la visión de futuro de ese gobierno.

Teniendo en cuenta que Ben Laden y Saddam Hussein eran, por entonces, amigos y aliados de los EE.UU, ¿podríamos hablar, pues, de una profecía autocumplida? . 

Es interesante corroborar que en la cúspide de ambas administraciones se encuentra Ge­neral Electric cuyos ejecutivos dieron más de un 70% de sus contribuciones a Bush y a los republicanos en el último ciclo electoral. 

LA GUERRA EN EL CIBERESPACIO 

Nunca antes como ahora, la invasión de una nación a otra tuvo tanta posibilidad de ser presenciada por millones de personas. Sin embargo, como si se tratara de un mal libro de historia, los datos, las batallas y los resultados fueron contados en la mayoría de los casos desde una sola perspectiva. 

Medios de comunicación y guerra: cuando la mentira se vende como verdad 29 

Frente al poder concentrador de las grandes cadenas estadounidenses, empresas como Televisa y TV Azteca de México, Televisión Española en sus canales internacionales y TVS, la Radio Televisión Italiana e incluso Televisión Nacional de Chile, intentaron presentar visiones diferentes del conflicto pero permitió a un reducido número de costarricenses que accedan la televisión por cable tener otras visiones e informaciones variadas. 

Sin la parafernalia de las cadenas Fox, CNN, ABC, estas otras empresas televisivas mostraron imágenes e informaciones menos sensacionalistas y más equilibradas. Buscaron fuentes alternativas de información e incluso utilizaron la Internet como fuente de información y medio de transmisión de información . 

Los titulares de las informaciones y los contenidos de los partes que guerra que fueron ofrecidos en los canales de televisión no estadounidenses fueron más equitativos, más analíticos y sobre todo permitieron observar el conflicto desde otras ópticas y con otras voces. 

Además, portales en internet de organizaciones no gubernamentales, páginas personales, sitios creados a propósito de los movimientos contra la guerra permitieron a quienes accesaron el ciberespacio encontrar otros ángulos de información . 

¿Y EN COSTA RICA? 

Los medios de comunicación en el país jugaron su papel en la tarea de informar sobre la guerra. Mientras que en las páginas de opinión de periódicos se abrió el espacio a periodistas, analistas, colaboradores y algunos ciudadanos para externar sus visiones sobre la guerra, las informaciones publicadas a lo interno recogieron en la mayoría de los casos las visiones que desde la grandes cadenas de noticias estadounidenses se emitían para todo el orbe. 

Pese a tener acceso a otras fuentes de in­ formación como agencias de prensa no estadounidenses, el discurso que se ofreció al público no fue muy diferente al que mostró la televisión local que se hizo eco en la mayoría de los casos de las imágenes e informaciones suministradas por CNN en español. 

Aunque a nivel nacional la polémica por el apoyo de Abel Pacheco a la invasión a Iraq originó noticia y polémica no todas las voces tuvieron acceso a los medios.

Decenas de manifestaciones de organizaciones sociales, políticas, eclesiales y académicas se pronunciaron contra la decisión de Pacheco y del Canciller Roberto Tovar pero no todas fueron publicadas en los medios y en muchos casos ni siquiera se hizo referencia a ellas. 

En este sentido se presentó una clara contradicción entre la posición que los formadores de opinión en los medios expresaban en relación con la guerra y lo que se informaba. 

Poco eco tuvo en los medios de comunicación comerciales la campaña "Todo el corazón por la paz!, Todo el corazón contra la guerra!" iniciada por el Centro de Amigos para la Paz cuenta con el apoyo de organizaciones religiosas, sindicales, ambientales, estudiantiles, intelectuales, juveniles y comunales. 

Tampoco se difundieron como correspondía los comunicados de las organizaciones al presidente Pacheco como la enviada por el Frente Interno de Trabajadores del ICE ( FIT) que expresó el pasado 26 de marzo su rechazo a la inclusión del país en la lista de las naciones que apoyaban la intervención militar en Iraq. 

En la nota el FIT indicaba que como costarricenses y trabajadores no avalaban una guerra, más aún cuando no habían finalizado las gestiones diplomáticas impulsadas en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para lograr una salida negociada al conflicto que a la vez fuera respetuosa del derecho internacional". 

Poca difusión tuvo la carta de Eugenio García Chinchilla, nieto de Joaquín García Mon­ge, quien en nombre propio y de su familia expresó al presidente Pacheco la "más profunda indignación" por el uso de frases del escritor cos­tarricense para defender la guerra por parte del embajador estadounidense en Costa Rica, Mr. Danilovich. 

"Don Joaquín, que siempre luchó por la causa de la paz, la libertad, la educación y la cultura de los pueblos (muchas veces en abierta oposición a la que a menudo fue la política de los Es­tados Unidos y que hoy reaparece como la doc­trina? del gran garrote quirúrgico?), de poder oír  sus palabras -seguramente más ignorantes que cí­nicas- se revolcaría en ·su tumba de pura irrita­ción, él que siempre fue tan bueno y paciente", agregó en la carta pública que circula en internet.

 Por su parte, Monseñor Ignacio Trejos, Obispo de San Isidro de El General, en un comunicado a la opinión pública y al pueblo católico, calificó de "triste y pusilánime posición del gobierno de Costa Rica," y agrega que 'justifica lo injustificable: una guerra claramente definida por el derecho internacional como ilegítima, y lo más grave, se fundamentó en la comparación grotesca entre los niños costarricenses y los niños inocentes iraquíes, que con sus palabras condenó a muerte".

También el Foro Emaús conformado por 24 organizaciones ambientales, sindicales, comunales y eclesiales en su pronunciamiento público externo que "Costa Rica no debe canjear su papel de liderazgo mundial en busca de soluciones pacíficas a conflictos militares, a cambio del apoyo del gigante del norte para la firma de Tratados de Libre Comercio" y solicitó expresamente al gobierno "que se retracte de su declaración de apoyo a la guerra contra Iraq y ordene inme­diatamente que se quite a Costa Rica de la lista de países que apoyan esta intervención militar de imprevisibles consecuencias" . 

"Asesinado el derecho internacional, destruido el sistema de contención de la ONU, 

¿quién detendrá a una diligencia irresponsable, cegada por una inmensa e irrefrenable codicia? La multitud está en la calle, transformada en el movimiento de opinión pública y de humanidad consciente más formidable de las últimas décadas", señala por su parte la abogada Alda Facio reconocida defensora de los derechos humanos de las mujeres. 

Mientras tanto los tele noticieros conectaban sus transmisiones con CNN en español y esta a su vez recogía algunas imágenes de Al-Ja­zera, que no siempre fueron presentadas a los tele videntes que sintonizaban los canales locales.

 Las referencias a transmisiones de otras ca­denas de televisión como Televisa o Televisión Española fueron menores y el desequilibrio informativo que partía de las empresas estadounidenses se repitió aquí. Para muestra, un botón, en tres ocasiones, los titulares de los medios de comunicación informaron sobre la toma de Ba­sora sin que esta fuera tal. 

Como ya se señaló anteriormente en un intento por buscar un enfoque nacional al tema, los medios de comunicación locales se desbocaron por buscar en todo el país a familias de costarri­censes que participan en la invasión como miembros del ejército. 

En estos caso con poca profundidad se cayó en lo anecdótico y la sensiblería al punto de casi mostrar como héroes a familiares, amigos y conocidos de soldados de origen costarricense que voluntariamente se en listaron en el ejército para intentar conseguir el sueño americano que los mismos medios de comunicación ofrecen cotidianamente en las series de televisión. 

¿Y LAS VÍCTIMAS? 

Conforme baje la intensidad de los conflictos armados en Iraq y se instaure un nuevo régimen en el país, posiblemente con el apoyo estadounidense, la cobertura de la invasión disminuirá. 

El espacio que no se dio a la población ira­quí que se oponía o no al régimen de Sadam Husseim tampoco se le dará a los refugiados, huérfanos, viudas, niños y niñas. 

Poco se ha dicho sobre la situación de po­ breza de la población iraquí que con 24 millones de personas, el 41% de sus habitantes es menor de 14 años según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. 

Tampoco se ha insistido en que antes de la invasión, el 13% de los niños iraquíes mueren antes de los cinco años y que 15 millones de ira­quíes dependen de la ayuda internacional. 

Tampoco se informó lo suficiente sobre los 2 millones de desplazados por la invasión según datos de Naciones Unidas y que solo bastaban 83 millones de dólares para solventar la crisis humanitaria en Iraq . 

Fue mínima la difusión que se dio al informe de la Organización Mundial de la Salud según el cual cerca de 100.000 civiles podrían ser heridos, y otros 400.000 podrían sufrir como consecuencia del bombardeo del agua y de los servicios sanitarios y por la falta de alimento. 

No se mencionó que l de cada 4 niños entre 6 y 12 años, no acude a la escuela. (un 3i,2% de las niñas y un 17,5 o/o de los varones) y que la tasa de alfabetización ha disminuido considerablemente en el caso de las mujeres, y el número de niñas que no van a clase es el doble que el de los varones . 

Las cadenas televisivas tampoco mencionaron que cerca de un millón de menores de cinco años sufren a causa de la desnutrición crónica y que las enfermedades que se pueden evitar, como la dia­ rrea y las infecciones agudas de las vías respiratorias, provocan el 70% de las muertes infantiles. 

Lo que si tendrá posiblemente mayor co­bertura serán las acciones de Naciones Unidas y las reacciones internacionales sobre los nuevos gobernantes, la recuperación económica de la economía mundial y las nuevas estrategias estadounidenses para dar con los líderes iraquíesíes incluido Sadam Hussein que hasta la fecha no se ha dado por muerto. 

Más cobertura tendrán en los medios de comunicación las declaraciones de Bush sobre los nuevos "enemigos" a vencer por ser cómplices del terrorismo que los centenares de iraquíes que morirán si no hay una ayuda humanitaria pronto.

Una vez más los pobres serán noticia cuando su situación es extrema o cuando son "daños colaterales "como dice esa prensa que ha perdido su sentido social. 

Para terminar quiero recordar las palabras de Tomás Eloy Martínez cuando con esperanza considera que "una de las secretas fuerzas del periodismo de buena ley es su capacidad para fortalecerse en la adversidad, para soslayar las censuras y las mordazas, para cantar cuatro verdades y seguir siendo incorruptible e insumisa cuando a su alrededor todos callan, se someten y se corrompen.

Se han probado ya las más diversas armas para acallar su voz incómoda: se lo ha reprimido con la prisión, con el cepo, con la hoguera; se lo ha tratado de espantar con bombas a medianoche y asesinatos en el resguardo de las redacciones; se han probado el soborno, la seducción de los premios y de los honores, el hospicio, las amenazas de muerte, el exilio, sin conseguir que el periodismo sepulte o domestique sus verdades" . 

Por eso agrega "en el periodista hay una alianza de fidelidades: fidelidad a la propia conciencia, fidelidad al lector y fidelidad a la verdad.

No la traicionemos porque al hacerlo nos traicionamos a nosotros mismos y negamos la razón de ser de nuestra profesión". 

Revista de Estudios, Universidad Costa Rica. No. 17, pág. 15-33, 2003 
William Vargas Mora 

NOTAS 

1. Periodista del Semanario Universidad. UCR. 

2. Artículo 13 Convención Americana sobre De­ rechos Humanos. 

3. Mayz V. Ernesto Etica, medios de comunicación y responsabilidad social. Colegio de Periodistas de Costa Rica. Revista Sinergia Año 

3. No.6 . mayo-junio 1997, págs 22-30. 

4. Soria, Carlos. La crisis de identidad del perio­dista. Barcelona. Editorial Mitre 1989. 

5. Jean Jacques Guilleaud. Comprender la pren­sa. París, 1995. 

6. FELAP. Mensaje Día Mundial de la Libertad de Expresión 2002. 

7. El Evangelio en la era de la comunicación glo­bal Mensaje de Juan Pablo 11 con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones So­ciales. Enero 2001 

8. Agencia de noticias Zenit. Religión y medios de comunicación: Internet abre nuevas aveni­das. Enero del 2001 

9. Novoa Monreal, Eduardo. Derecho a la vida privada y libertad de información. Siglo XXI. 1987. Pág. 160. 

10. Cfr. Rodríguez Rarnírez, Carlos Alberto. Deontología periodística'', Revista de Filoso­fía de la Universidad de Costa Rica. Volumen XXXIV, números 83 y 84, pág. 162. 

11. Sábato, Emeto. Antes del fin. Seix Barral, Buenos Aires. Enero de 1999.Pág. 137. 

12. Escritora nacida en India, autora de El dios de las pequeñas cosas. El artículo fue publicado originalmente en el diario británico The Guar­ dian. 

13. Rouleau, Eric. La propaganda guerrera y sus fallas. En "El imperio contra lrak". Le Monde Diplomatique. Editorial Aun creando sueños. 2003. 

14. Escritora nacida en India, autora de El dios de las pequeñas cosas. El artículo fue publicado originalmente en el diario británico The Guardian. 

15. Powel , Carlos Los medios pretenden convertir la guerra en un mero espectáculo. Entre la ba­ talla y la pantalla. Rebelión. Madrid 2003 

16. Los memorandos internos para la emisión de noticias en la televisión de Estados Unidos. Rebelión. 15 de abril 2003 

17. Escritora nacida en India, autora de El dios de las pequeñas cosas. 
El artículo fue publicado originalmente en el diario británico The Guardian. 

18. Idem. 

19. Rouleau, Eric La propaganda guerrera y sus fallas. En "El imperio contra Irak". Le Monde Diplomatique. Editorial Aun creando sueños. Buenos Aires, 2003. 

20. Ramonet, Ignacio. "Periodistas embarcados" 

21. Rouleau, Eric La propaganda guerrera y sus fallas. En "El imperio contra Irak". Le Monde Diplomatique . Editorial Aun creando sueños. Buenos Aires 2003. 

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25. Cfr. Molina Rarnírez, Tania "De los números de la guerra a las ideas antibélicas". La Jorna­ da, México 11 de Marzo 2003. 

26. Tom Tumipseed es abogado, escritor, y activis­ ta de los derechos humanos en Columbia, Ca­ rolina del Sur. http://turnipseed .net 

27. Alonso Yalera, José. Guerra y terrorismo, el lenguaje bélico del poder. Buenos Aires, 2003 

28. Cfr. www.zenit.org "El coste humanitario de la guerra" . 15 marzo 2003 

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