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Lecciones del selfie de un guasón centroamericano


Un "clic" en un "I–Phone 11" borró –en un centisegundo– todos los problemas del mundo y la Sociedad contemporánea.

Las urgencias medioambientales del planeta, los enormes problemas económicos y sociales globales, el desastre provocado por las guerras y la urgencia de la paz, la migración, el tráfico de órganos humanos, el abuso infantil, los conflictos étnicos, religiosos, territoriales; la carrera armamentista y el militarismo, la desnuclearización, los derechos humanos, el irrespeto al derecho internacional por parte de las países poderosos hacia los más débiles, el agotamiento y la explotación irracional de los recursos naturales, la geopolítica, la caída del dólar, las guerras comerciales y financieras… todo pasó a un segundo plano.

El mundo pareció guardar silencio para darle tiempo al presidente de una insospechada república centroamericana de turno en el gran estrado. 

El justo tiempo que Nayib Bukele tardaría en tomarse un "selfie" de su fotogénico rostro (con los grandes emblemas del gran salón de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas de adornos de fondo), que al final resultaría más importante que el contenido de su propio discurso, pues ese autorretrato instantáneo era –sin lugar a dudas– el discurso mismo.

Después de su "hazaña" en la ONU, en Ucrania, Georgia, Kirguistán, Túnez, Egipto, Argelia, Libia, Hong Kong, Miami, en las oficinas centrales de la Fundación Soros, de la NED y la USAID, en CIDH de la OEA, en la Voz de América, en Radio Corporación, el Canal 10, en el Parque de la Merced en Costa Rica, en la Universidad centroamericana y claro, entre los que votaron por él en su diminuto país, definitivamente juran complacidos que este joven mandatario es un genio. En el resto del mundo, al verlo y escucharlo, solo sonríen divertidos.

La estrategia de lo superficial

El asunto no es que su truco de mercadotecnia o su vehemente llamado a los líderes mundiales y a la burocracia de la desprestigiada ONU, para tratar de resolver los entuertos del mundo desde sus alcobas y usar los maravillosos productos de la tecnología de la información (para ganar popularidad y efectividad en la Democracia de Facebook y Twiter), vayan a provocar una estampida y dejar abandonado el complejo de edificios número 46 de la Primera Avenida del East River en Manhattan.

Al fin y al cabo Bukele. probablemente lo más que obtendrá serán tantos "likes" y audiencia virtual como las que podría conseguir eventualmente el "selfie" de alguna envejecida estrella del pop con los calzones abajo y, con el tiempo, quizá podría unirse a esos eventos extraños sucedidos en la Asamblea General, como el zapatazo del camarada Jruchev.

Sin embargo el "selfie" y sus quince minutos de fama ciberespacial, no son producto de la mente genial de un Presidente millennial, digital y contracultural. Esta sencillamente es parte de la estrategia que tanto éxito le ha dado a los gringos en las dos últimas décadas para destruir países y conquistar las mentes de los más jóvenes y los más desprevenidos.

Las nuevas tecnologías de la información son la gran autopista por donde circula el progreso de la Humanidad, sin embargo mentes perversas en algunos casos las están utilizando para manipular a la nueva generación que ya empieza a hacerse cargo del mundo en un intento por hacer prevalecer antiguos privilegios y perpetuar un modelo de dominación y explotación.

Las élites del poder, a pesar de estimular la creación de subculturas entre los jóvenes ("Hipster", "2.2", "Vintage", etc.) y "construir" una generación muy distinta en valores y objetivos a las anteriores basadas en el cambio de paradigma informático y tecnológico, siguen apegadas a los principios del Capitalismo y su pirámide estamental que se manifiesta en el uso de su poderío militar, económico y financiero y control ideológico.

El uso de las TIC

Para ilustrar volvamos a Bukele, el más aventajado producto en el área de este modelo de control desde el hegemon, que aunque no es nuevo, ha tomado un insospechado impulso con el uso global de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), coincidiendo con el arranque del nuevo milenio.

Al son de latas vacías de leche, a falta de tambores y agitando rudimentarias banderas de los países centroamericanos, un grupo de escolares campesinos marcha conmemorando el día de la Independencia sobre un camino rural del interior de El Salvador. Los guía con entusiasmo su maestra, mientras un padre de familia filma al pequeño grupo de patriotas con la cámara de su teléfono celular.

El video de ese anónimo evento –que se repite innumerables veces en ese mismo momento en toda la geografía paupérrima y agreste de los cinco países de Centroamérica– es subido a la Red, donde se viraliza inmediatamente entre la población cuzcatleca. La publicación es vista por miembros de los atentos equipos de publicidad, manejo de imagen o de políticas públicas (que parece que son una sola cosa) del gobierno de Bukele.

Se disparan las alertas ante la gran oportunidad y minutos más tarde el Presidente da una conferencia de prensa ordenando, a través de Twiter, que de inmediato se envíen tambores y redoblantes nuevos a esos niños, hagan algunas reparaciones a la escuelita y se felicite en su nombre a la maestra rural.

El efecto esperado se ha logrado con apego estricto al manual escrito por los cerebros de la Fundación Soros en Washington, que han previsto la capitalización de estas oportunidades: Se desata una ola de orgullo patriótico y el Presidente Bukele suma puntos en el rating, aunque en el resto del país hay 3,928 escuelas rurales en el mismo estado y 786 mil niños campesinos están también marchando entre piedras.

El mismo video sirve a dos propósitos: El primero, intrascendente y cotidiano, la filmación que el padre realiza para preservar la memoria familiar y el segundo, el uso doloso que hace el equipo presidencial al manipular la situación para ocultar agendas más importantes y urgentes de su gobierno y de manera oportunista potencia su imagen de mandatario eficaz y al servicio de su pueblo.

¿Cómo funciona esta forma actualizada de engaño colectivo? El ejemplo de los niños marchando y la manipulación hecha desde instancias del poder para lograr objetivos concretos y particulares, es ilustrativo a la hora de estudiar el fenómeno de masas que se extiende por toda la geografía del globo, donde las elites mundiales hegemónicas tienen intereses.

El elemento primordial de esta estrategia está centrado en las nuevas tecnologías de la comunicación y el supuesto paradigma de una "Generación Y", muy distinta en intereses y objetivos a cualquier generación humana precedente. 

Las nuevas tecnologías son producto del trabajo creativo humano acumulado a lo largo de su corta pero intensa historia y en ningún momento podemos decir que son perniciosas, antes bien, correctamente usadas pueden y deben de ser las herramientas que nos lleven a alcanzar mayor calidad de vida.

La contracultura como formación masiva

Una generación (que empieza a relevar a la presente, a la nuestra, no–conectada, no virtual) con rasgos enmarcados en el nihilismo, la colaboración no consumista, la ruptura principista, una colectividad contracultural y a la vez ultra–moderna y dependiente de la comunicación electrónica y las nuevas tecnologías, pero que en realidad en el fondo y la forma, únicamente son la continuidad de la Humanidad en progreso que necesita marcar su impronta post–contemporánea.

Por mucho que los poderes ocultos que mueven los hilos de la Sociedad capitalista quieran hacerlos parecer "diferentes" antropológica y socialmente, al final son seres humanos en uso del progreso patrocinado por el esfuerzo de todas las generaciones anteriores. 

Hacerlos sentir "especiales" (como han querido hacerlo con los jóvenes "protestantes" de Hong Kong o a los estudiantes de la UCA y los "ni–ni" y lumpen de los tranques de la muerte), adquiere sentido solo en una intención de contraponerlos con su realidad, sobre todo a los jóvenes de la periferia industrial donde se gesta la Revolución Social más grande que el mundo haya visto en contra de los poderes facticos del Capitalismo.

Su mayor fortaleza: ser completamente tecnológicos e informáticos, "on–line", emocionales e instintivos de hecho se está convirtiendo en su mayor debilidad, porque son vulnerables ante la manipulación dirigida, experta y racional.

En la comunicación (y en toda la compleja relación humana individual o colectiva) pueden distinguirse a un emisor, un mensaje y a un receptor; sin embargo, es un paradigma porque en cualquier momento los tres elementos cambian de posición y preponderancia de manera real o ficticia, dejando de ser lineal y estructuralista.

En el ejemplo salvadoreño referido antes, pareciera que el emisor es el pueblo necesitado de progreso y reconocimiento encarnado en los niños pobres marchando. 

Que el mensaje– en símbolos– es su clamor por mejores condiciones de vida e igualdad social y que en este esquema de comunicación, el receptor es el buen Presidente Bukele (o Carlos Alvarado o Iván Duque o Bolsonaro) que aunque llegó a su alta magistratura por obnubilación exógena de la conciencia y los sentimientos del ciudadano común y la perversión del acuerdo social, especialmente de su segmento juvenil, necesita permanentemente descontextualizar, reconstituir historias como la anteriormente referida, para distraer la atención de la ciudadanía de los verdaderos asuntos torales de la administración pública y los problemas socio–económicos y políticos de la gente y su nación.

El "selfie" en la ONU no pasó de ser una anécdota graciosa en el caudal (de crecimiento geométrico diario) de la información en la Red. Sin embargo, desde su perspectiva y expectativas, el hombrecillo de barba y grandes ojeras negras cumplió con su cometido: usar el alto podio para ratificar que para vivir feliz hay que meter al congelador los problemas que enfrenta la realidad mundial y encerrarse cómodamente en una burbuja virtual y dejar a otros (¿quiénes?) la búsqueda de soluciones, la administración de nuestras vidas y del planeta.

Esta forma de "hacer" política desde las redes sociales que incluyen la apropiación y uso no autorizado de los datos de los usuarios y la invasión a sus espacios virtuales (hechos delictivos comprobado oficialmente en el escándalo de la empresa global "Cambridge Analítica") y sobre todo la manipulación de la juventud de todos los estamentos sociales y económicos, desafortunadamente, es una realidad insoslayable tanto en países grandes y poderosos como en pequeños y pobres como el nuestro. Somos un blanco fácil y así lo demuestran el arribo de una camada de nuevos gobernantes alineados y dependientes como Naiyib Bukele en el Salvador y el intento de golpe de Estado por la fuerza y las mentiras en Nicaragua.

Cómo debemos usarlas en Nicaragua

En nuestro país esta intentona fue derrotada, pero… ¿por cuánto tiempo?

Como hemos visto esta estrategia de control y dominio político nunca ha sido coyuntural, es permanente y su objetivo principal, obviamente, es la mente de la nueva generación que en pocos años despedirá del escenario político a los actuales gobernantes curtidos en batalla, claros de quien es el enemigo, y a qué lado deben de estar en la sociedad, pero ya camino de la tercera edad.

 Por lo tanto seguirán intentando terminar su trabajo e imponer líderes de I-Phone y redes sociales pro–imperialistas, que creen ilusamente que actúan por su propio desempeño.

Pareciera que los sandinistas estamos preparados para seguir venciendo: se inauguran cada día obras de toda magnitud, se anuncian nuevos proyectos de gran impacto socioeconómico inclusivos y de calidad mundial, hemos superado nuestra estrecha política informativa, se incluyen hombres y mujeres jóvenes con equidad a la administración pública y a los cargos de elección popular, se disparan las matriculas en todos los subsistemas de la educación pública y gratuita, se acercan los servicios a la población, la infraestructura vial y de salud se perfila como la mejor de América Latina, se desarrolla entre los jóvenes el emprendimiento y las PYME, se rescatan los símbolos patrios y culturales, la masificación del deporte a la par de la promoción de deporte de alto rendimiento cosechan éxitos, se conmemora la gesta de nuestros Héroes y Mártires...

¡Cuántas cosas se han hecho y se continúan haciendo por el bienestar del pueblo y nuestra juventud!

Algo no estamos haciendo bien los sandinistas

Pero el "selfie" de Bukele nos enseñó que algo no estamos haciendo bien en nuestros países y lo más importante para nosotros... en Nicaragua, que a pesar de tanto esfuerzo de nuestras autoridades y líderes de nuestro país, algo trascendental y de importancia capital estamos obviando la formación política de nuestros jóvenes, el fortalecimiento de su conciencia de clase por sobre el impuesto estereotipo generacional "millennial".

A pesar del cambio de paradigma tecnológico, en el mundo sigue reinando el capitalismo y por tanto, sus mismos intereses y objetivos. La humanidad está más informada, tiene otros hábitos de consumo, enfrenta la realidad asistida de artilugios y programas propios del progreso de la época, pero seguimos siendo humanos divididos en clases sociales, siguen existiendo grupos y sociedades que solo persiguen el lucro personal y la apropiación coercitiva de los recursos humanos y naturales del resto del mundo. Ideológica y políticamente, nada ha cambiado.

Y en estas circunstancias la mente de los jóvenes se convierte en un campo de batalla. Una batalla que hay lucharla. De si ganamos o perdemos a la juventud depende la paz y la libertad en el planeta y más urgentemente, en nuestro país.

Podemos y debemos ganar las próximas elecciones. Pero eso no será suficiente. Las elecciones de 2021 serán una guerra donde nos disparen artillería de todo calibre de su arsenal mediático, presiones y chantajes, intromisiones descaradas, inclusive disturbios y atentados. 

Esa película ya la hemos visto en otros lugares como en el Salvador, donde el bando de Bukele mostró su "maestría" en manipulación y la administración de la "post–verdad" mediática. Pero prevaleceremos, pues mucho hemos aprendido en estos meses luchando con sus propias armas y en su propio terreno.

No será suficiente ganar las elecciones porque no somos un partido electorero, sino una organización revolucionaria que pretende construir una sociedad diferente, más justa, inclusiva y solidaria. Necesitamos fortalecer a nuestra juventud en principios, en hacer suya y enorgullecerse de la historia de luchas del sandinismo y el movimiento revolucionario mundial.

El enemigo le enseña que un "selfie" basta para transmitir un mensaje, para construir un mundo y desafortunadamente gran parte de los jóvenes creen en esos símbolos.

Los asesores de Bukele han tenido razón en decir que ese pequeño gesto arrogante en la tribuna de la ONU iba a ser más visto que la comparecencia de figuras mundiales y que tendría más "likes" que el discurso, por ejemplo, de nuestro digno canciller que llegó a exigir paz para el mundo y para Nicaragua.

Conversemos, aprendamos, enseñemos

Y eso es fácil comprobarlo, porque en las redes no son muchos nuestros propios jóvenes que han leído el importantísimo alegato por un mundo mejor y por el respeto al derecho internacional, esgrimido con justeza por el canciller Moncada Colindres. 

Parece no importarles que el selfie solo valga lo que vale la cuita de gallina impregnada en la suela de mi zapato y que en cambio, detrás de las palabras de nuestro representante este todo el tesoro de la dignidad de un pueblo y los pueblos dignos del mundo.

No debemos olvidar que nuestros enemigos necesitan solo un momento, lo que dura un "clic" cuando se oprime el disparador de la cámara del teléfono celular, para hacer que un joven se revele irracionalmente contra la Sociedad y que sea capaz de torturar, matar e incinerar públicamente a un policía en su día libre camino a ver a sus niños.



No lo tomemos en broma. Salgamos a platicar con los chavalos, interactuemos, aprendamos juntos, desempolvemos los libros de teoría revolucionaria o descarguémoslos en los aparatos inteligentes de los muchachos, reabramos las escuelas del partido, incluyamos nuevamente las materias de ciencias sociales, (incluyendo filosofía, historia de Nicaragua y economía política) en los pensum de las escuelas, institutos y universidades), entrenando primero a los maestros, abramos cátedras sobre Sandino, Bolívar, Martí, Fidel; volvamos a imprimir libros de literatura universal, de los clásicos del marxismo, del Che, de todos los revolucionarios del mundo a bajo costo o repartámoslos gratis; ayudemos a los jóvenes a encontrarse con la cultura mundial que promueve la paz, solidaridad y la libertad; a amar y conocer lo nuestro, a respetar al trabajador, a rescatar nuestras tradiciones ancestrales, la educación de nuestros abuelos, a que les haga falta el nacatamal, a resistirse a la imposición de valores exógenos o de teorías y paradigmas que promueven el egoísmo y la segregación social y la singularidad; enseñémosle a desconfiar de los mercenarios de la religión, a pensar con criterio, hagamos todo lo que esté a nuestro alcance por preservar los valores patrióticos revolucionarios en esta juventud tan amada y de la que depende el futuro de nuestra Sociedad.

Y empecemos por nuestra propia casa.

Por Edelberto Matus

http://www.radiolaprimerisima.com/blogs/2528/lecciones-del-selfie-de-un-guason-centroamericano/

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