Inspirada en la obra del geógrafo ruso Piotr Kropotkin, una panadería ubicada en el barrio Montreuil, al este de París, llama la atención de turistas y pobladores por su particular oferta y la forma de gestión del lugar: no hay jefes, todos cobran lo mismo y son revolucionarios.
Así como lees. Estos son requisitos que han dado al traste con el éxito del lugar ¡y qué éxito! Al punto que los escaparates de pan se vacían en cuestión de minutos y atrae a turistas de todo el mundo.
Se trata de ‘La Conquête du Pain’ [‘La conquista del pan’] un nombre que hace referencia directa al libro de Piotr Kroptkine, un antropólogo moscovita de finales del siglo XIX, padre del comunismo libertario, también conocido como «anarco-comunismo». De ahí que la casa intente cumplir con su teoría.
Fundada en 2010 en Montreuil, una zona al este en los suburbios de París, ‘La conquista del pan’ funciona como una cooperativa autogestionada por sus propios empleados, donde todos deciden el valor de sus salarios y hasta la cantidad de horas que van a trabajar en la semana.
Sólo existen ligeras diferencias en la percepción salarial de quienes trabajan de noche o los domingos. Cada 15 días todos los empleados, incluidos los aprendices, realizan una reunión general donde se evalúa el trabajo y se toman todas las decisiones del negocio.
En la actualidad casi todos trabajan entre 30 y 35 horas semanales, según constató la radio brasileña As vozes do Mundo (RFI). Además, entre todos establecen los precios a sus productos que generalmente son entre un 20% y 30% más bajos que las tarifas regulares.
¿Qué requisitos se exigen para formar parte de esta iniciativa?
El primero en la lista, y por ende, el más importante de todos, es ser revolucionario. En este lugar tus ideas políticas importan y mucho, y no solo eso, también hay que ser contrario a la operación económica basada en ganancia «estándar».
Pero esto no es extraño en una zona donde los nombres de las estaciones del metro son Voltaire, Nation y Robespierre. Lo cierto es que Montreuil, reúne a una de las comunidades más comprometidas con la izquierda del perímetro parisino. El propio ayuntamiento de la ciudad se identifica como comunista y tiene varios proyectos alternativos.
Los residentes locales también están muy orgullosos de sus producciones artesanales y el consumo ecoresponsable, lo que forma parte del éxito de ‘La conquista del pan’.
Desde hace casi 10 años, esta famosa panadería es un orgullo de Montreuil y ha sobrevivido sin jefes ni accionistas. Incluso ha mantenido los precios por debajo de lo que establece el mercado y el horno nunca se apaga. De aquí salen los famosos panes y sándwiches artesanales llamados ‘Rosa Luxemburgo’, ‘Angela Davis’ y ‘Karl Marx’.
«Recibimos a clientes de todo el mundo», contó al medio brasileño Julien, un panadero francés autodidacta que de joven fue a vivir a México para conocer sobre los movimientos revolucionarios latinoamericanos.
«No soy académico ni teórico. Pero tal vez la anarquía se acerca a lo que pienso», dijo satisfecho este empleado y alega que esta forma de autogestión exige actualizar y reciclar constantemente todo lo relacionado con la administración de la tienda, «así como lo personal».
Aunque la ciudad de Montreuil es comunista, la panadería no recibe subsidio municipal y funciona de manera completamente independiente bajo autogestión.