Las fuerzas de seguridad de Ecuador detuvieron en las últimas 24 horas a 350 personas en las manifestaciones sociales contra las nuevas medidas económicas del Gobierno, informó la ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, en conferencia de prensa.
"A las 9 de la mañana [14.00 GMT], en el país tenemos 350 personas detenidas durante las jornadas de protesta, la mayor parte de ellas efectivamente se encuentran en Guayaquil [este], en donde tuvimos 159 personas detenidas, y en segundo lugar en Quito, con 118 personas detenidas", dijo a periodistas en el Palacio de Carondelet (sede del Gobierno).
La ministra también detalló que fue detenido el presidente de la Federación de Operadoras de Transporte en Taxis del Ecuador (Fedotaxis), Jorge Calderón, por el delito de "paralización de servicio público".
En tanto, la Fiscalía General informó la detención dos líderes sindicales en el sur: Mesías Vicuña, secretario general del Sindicato de Choferes del Azuay; y Manolo Solís, residente de la Cámara de Transporte de Cuenca.
A su vez, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, aseguró en conferencia de prensa que el estado de excepción decretado en Ecuador logró reducir las manifestaciones y la "violencia" en las calles.
"Con el estado de excepción se está logrando el propósito fundamental de restablecer el orden y la paz social (…) Gracias a un trabajo coordinado y conjunto se ha logrado que vaya bajando la intensidad de la agresión y de la violencia", dijo a los periodistas en el Palacio de Carondelet (sede del Gobierno).
El funcionario indicó que el 3 de octubre se habían registrado 200 "eventos" de protestas, y señaló que "al día de hoy no pasan de 100".
"La ciudadanía se ha dado cuenta de que no puede ser manipulada por agitadores sociales", afirmó.
El ministro aseguró que se normalizó el abastecimiento de combustible, que los aeropuertos funcionan con normalidad y que "no hay ninguna vía bloqueada en este momento".
"Podemos decir que, al finalizar del día de hoy, estará completamente finalizada la actividad de manifestaciones innecesarias", afirmó.
El 3 de octubre, transportistas ecuatorianos convocaron un paro general contra las últimas medidas anunciadas por el Gobierno, especialmente la eliminación de los subsidios al combustible.
En el correr de la tarde se unieron otras organizaciones sociales a la protesta.
El presidente Lenín Moreno decretó estado de excepción para contener las manifestaciones, y señaló que las medidas económicas "están completamente en firme".
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