Bolsonaro quiere construir una hidroeléctrica, un puente, una carretera y hacer habitable el Amazonas para evitar todo proyecto de protección medioambiental, según revelan documentos que el gobierno de Brasil está utilizando para poner en marcha su plan desde el pasado mes de febrero. Esto explica por qué Jair Bolsonaro está muerto de risa mientras arde la selva y la preocupación recorre el mundo. M. Mestre
Open Democracy accede a documentos de Bolsonaro en los que planea acabar con el Amazonas
Una presentación de PowerPoint a la que ha tenido acceso la plataforma Open Democracy, revela que Jair Bolsonaro, actual presidente de Brasil, tiene planes para acabar con el Amazonas.
Una de las regiones más diversas del planeta arde sin control desde hace 18 días.
El propio Bolsonaro ya se tomó poco en serio los numerosos incendios, que están devastando la selva a tiempo de record. Según el Instituto Nacional de Estudios Espaciales (INPE), se ha registrado el mayor número de incendios de los últimos siete años.
Open Democracy cuenta que en la presentación se habla de implementar proyectos devastadores para la selva, que quieren convertir en un territorio habitable para acabar con proyectos de protección medioambiental, específicamente con el denominado «Triple A» (Andes, Amazonas, Atlántico).
Este proyecto es un corredor ecológico con 135 millones de hectáreas de bosque tropical y uniría los Andes con el Atlántico pasando por el Amazonas.
En una de estas diapositivas se habla de «implementar el Calha Norte sobre la cuenca del Amazonas e integrarlo al resto del territorio nacional». Para ello, —continúa el documento—, «hay que construir la hidroeléctrica del Río Trombetas, el puente de Órbidos sobre el río Amazonas y la carretera BR 163 hasta la frontera con Surinam». Que se llegue a habitar la región se contrapone con los proyectos de conservación del pulmón verde.
Según este portal web, «el plan de Bolsonaro está funcionando. El Amazonas lleva tres semanas ardiendo y ni siquiera la gente que vive en Brasil lo sabía.
Se ha difundido ante los medios internacionales gracias a las redes sociales», cuentan. En otra diapositiva, el gobierno de Bolsonaro se queja de que hay acciones globales internacionales que «movilizan a ONG ambientalistas e indigenistas para ejercer presiones diplomáticas y económicas. Esto restringe la libertad de acción del gobierno».
El propio Bolsonaro culpó a las ONG del incendio del Amazonas hace pocos días, a las que ha cortado el 40 % de la financiación y las cuales, declara, «pueden haber emprendido acciones criminales para llamar la atención sobre mi y sobre mi gobierno».
Desde el comienzo de su mandato, la Amazonía se presenta como el gran campo de extracción de beneficios del gobierno Bolsonaro. El candidato designó como secretario de “Asuntos de Tierras” del Ministerio de Agricultura al terrateniente Luiz Antônio Nabhan Garcia, relativista del cambio climático y partidario de extender la ganadería —principal responsable de la deforestación actual— y los cultivos sojeros a la selva amazónica.
En febrero de este año, los ministros Gustavo Bebianno (Secretaría General de la Presidencia), Ricardo Salles (Medio Ambiente) y Damares Alves (Mujer, Familia y Derechos Humanos) viajaron a Tiriós (Pará) para discutir con líderes locales la construcción de un puente sobre el Río Amazonas en la ciudad de Óbidos, una hidroeléctrica en Oriximiná y la extensión de la carretera BR-163 hasta la frontera de Surinam.
Durante la reunión, los ministros usaron una presentación PowerPoint que detallaba los trabajos anunciados por el gobierno de Bolsonaro para la región que no dejan lugar a confusión.
En la proyección, está claro que habitar la región amazónica es el plan para que no se puedan desarrollar proyectos de preservación.
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