El Repliegue fue un desplazamiento masivo que nocturnamente, procurando el más absoluto y disciplinado silencio, movilizó a la gran mayoría de combatientes que resistían en Managua a la Guardia Nacional. Aquel movimiento era impostergable porque la guerrilla urbana no contaba con recursos logísticos que permitieran enfrentar el inmenso poder de fuego de la fuerza letal de la dictadura.
A ese retiro estratégico se sumaron mujeres, niños y ancianos a los que había que proteger de la embestida que ya preparaba la Guardia Nacional que contaba con tanques, tanquetas, medios aéreos y otros recursos de infantería que lógicamente representaban una superioridad difícil de enfrentar por lo cual se ordena un retiro estratégico que militarmente la dictadura consideró una derrota para los insurgentes que tuvieron que atravesar a pie una ruta improvisada en la que no dejó de haber enfrentamientos y dejó a su paso muchísimos muertos que escribieron la historia de aquel hito militar.
Con el arribo del primer aniversario de la revolución sandinista se comenzó a conmemorar aquella fecha icónica recorriendo la distancia de la manera original que sucedió el 27 de junio de 1979, a pie y a lo largo de los años, considerando también el avance en la edad biológica de los actores, la forma sufrió cambios, pero no el fondo.
40 años después aquello que fue una caminata se convirtió en una caravana y quienes hemos sido espectadores de este evento podemos decir que el de este año es el más impresionante y no podía ser de otra manera porque no se trata solo de las cuatro décadas de una revolución palpable sino del contexto que vive el país donde el sandinismo se obligó desde la fortaleza de su conciencia política a hacer una demostración de músculo partidario que no dejara duda de lo que es capaz como energía conductora de un proceso de cambios que tiene como centro el imperio de la paz que ha sido su principal batalla en el último año para acabar con el terrorismo, el odio, la tortura, el pillaje y el asesinato que un sector minoritario nos quiso imponer para hacerse del poder inconstitucionalmente.
Hemos escuchado un montón de tonterías de individuos que están chocados por esta demostración de fuerza del partido gobernante y para sus efectos no faltaron aquellos que dijeron que estos eran empleados públicos llevados con mecates a Masaya, pero si es así qué empleados públicos o sapos más masoquistas porque brincaban, cantaban, reían, bailaban, iban a pie, en moto, en carros, en microbuses, en autobuses, iban con sus mejores trajes, emblemas y símbolos partidarios para tomarse las dos vías hacia la ciudad de las flores en una caravana vehicular que se hizo de 27 kilómetros para escoltar al Espíritu de Nicaragua, a Daniel Ortega, que acompañado de Rosario Murillo, se desplazaron en esa monstruosa nave prestada o alquilada por Nicabus.
Otra tontería absurda desprendida del vacío análisis que hace el terrorismo de esta actividad es que la misma no entró a Masaya porque el sandinismo tuvo miedo.
¿Es decir miles y miles y miles de militantes rojo y negros tuvieron miedo a qué, a quienes, a cuantos, si a lo largo del recorrido todo fue una fiesta para la paz?
A lo largo del recorrido del repliegue se pudo observar como parte de esa actividad a históricos militantes del FSLN, ataviados con camisetas y banderas del partido, saludando el paso del Espíritu de Nicaragua, a Daniel Ortega, que en la organización que lidera es el factor aglutinante y eso permite determinar que el 40 aniversario del repliegue fue también un mata especulaciones para aquellos que celebraban que personajes icónicos dentro del partido de las cuatro letras se habían retirado, pero ahí estaban celebrando ser parte del hito estratégico de aquel momento que representó acumular fuerzas para volver otra vez a Managua pero esta vez con la victoria de un pueblo que venció a la dictadura.
Para efectos prácticos si tuviéramos que comparar el repliegue de hace cuatro décadas, con el de hoy y analizamos el agua que ha pasado bajo el puente en el último año y cómo fue desmontado el golpe que contra el estado quiso propiciar el somocismo nos daríamos cuenta que hubo en los meses posteriores al 18 de abril pasado otro “Repliegue” y que ahora el pueblo vuelve el próximo 19 de Julio por otra victoria.
Dicen que nuestra historia advierte que cada 40 años los nicaragüenses somos impactados por eventos nacidos de nuestra naturaleza política y ahora que lo veo es cierto porque hace cuatro décadas el somocismo fue vencido por el pueblo y 40 años después el mismo pueblo volvió a vencer al mismo somocismo la única diferencia es que ayer lo hizo por las armas y ahora lo hizo por la paz.
Este “Repliegue”, pudo haber tenido unas 200 mil personas en su recorrido y cuando digo que esto es una retirada estratégica, es que el 19 de julio en la plaza la fe, será muchísimo mayor y hablo de gente que marchó a Masaya sin destruir un solo edificio, sin agredir a una sola persona, sin insultar a ningún policía, sin secuestrar ninguna iglesia, sin cometer un solo acto de vandalismo, sin cubrirse el rostro como delincuentes, sin mancillar la bandera de Nicaragua, sin una sola falta contra el orden, sin manchar una sola pared y en plena libertad de manifestación porque lo hizo en paz, porque es una fuerza decente que no requiere ni de violencia ni de sangre ni de insultos ni de medios de comunicación que mientan para llamar la atención.
Lo cierto de todo esto es que, si el 40 aniversario del “Repliegue” fue una desbordada demostración del músculo rojo y negro, entonces como lucirá el evento del 40 aniversario de la revolución en la Plaza la Fe donde la concentración no es solo por un aniversario más sino asumir el reto de ir a un renacimiento que sepulte para siempre con las pesadillas del último año que deben ser borradas para siempre desde la reiteración de un mensaje de paz que debe institucionalizarse todos los días para que la intolerancia de paso a una visión civilizada que Nicaragua entera reclama.
40 años después del Repliegue tenemos que reconocer de él que es como el vino, que entre más viejo se hace, mejor sabe y que ha logrado juntar a antiguas con nuevas generaciones que se saben del lado correcto de la historia porque son parte de una simbología que se fue transformando teniendo como elemento motriz a quienes cayeron en ese trayecto y que se suman a las leyendas surgidas de muchas batallas perdidas que se convirtieron en victorias y que hoy hacen del FSLN una organización, un partido revolucionario con historia, con contenido, con convicción.
Felicidades al partido Frente Sandinista y a toda su dirigencia porque están en el clímax de sus mejores efemérides, porque han sabido construir desde una base popular una revolución que tienen mucho más que dar siendo lo mejor de sí la dignidad que abrazada por la inmensa mayoría de los nicaragüenses han hecho suya para enfrentar enemigos gigantes con el arma más poderosa de la humanidad, el discurso de la paz.
