Curiosamente, los autores que escribieron en un ambiente hispano-colonial más que indígena fueron quienes recogieron interesante información en torno al culto prehispánico en el Tepeyac y las fiestas vinculadas a éste. Se trata de tres escritores franciscanos y de una obra compuesta en el siglo XVII por un miembro del clero secular.
Además, poseemos información adicional procedente de una cartela en náhuatl y español que acompaña a una enorme pintura realizada en 1653, y un interesante documento llamado Códice de Teotenantzin donde, a través de sencillos dibujos, se describen las esculturas que existieron sobre una pared rocosa, al aire libre, en el cerro del Tepeyac.
A continuación, damos noticias sintéticas de esta información El culto prehispánico en el Tepeyac
1. Fray Bernardino de Sahagún. En el Apéndice del libro XI de su Historia general de las cosas de la Nueva España (1575-1577) y en el Kalendario mexicano latino y castellano (ca. 1585), el sabio franciscano menciona que en el Tepeyac o Tepeaquilla se adoraba a Tonantzin, la "Madre de los dioses", "Nuestra madre".
2. Fray Antonio de Ciudad Real. En su Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España (1585) confirma que en el Tepeyac se adoraba a Ixpuchtli o Ixpochtli, "que quiere decir virgen o doncella".
3. Fray Juan de Torquemada. El autor de la extensa obra Monarquía indiana (1615) sobre la historia de los pueblos recientemente avasallados, cita en cuatro párrafos a Tepeyacac o Tepeaquilla como el lugar donde antiguamente se adoraba a Tonan, "que quiere decir Nuestra madre".
4. Jacinto de la Serna. Es el escritor novohispano que nos entrega la información más detallada en tomo al antiguo culto en el Tepeyac. Vale la pena citar el texto correspondiente en su Manual de ministros de indios para el conocimiento de sus idolatrías y extirpación de ellas, escrito antes de 1661:
“En el cerro de Guadalupe, donde hoyes célebre [el] santuario de la Virgen Santísima de Guadalupe, tenían estos un ídolo de una diosa llamada Ilamatecuhtli o Cuzcamiauh, o por otro nombre, y el más ordinario que era Tonan a quien celebraban fiesta el mes llamado Tititl, diez y siete de un calendario y diez y seis de otro; y cuando van a la fiesta de la Virgen Santísima, dicen que van a la fiesta de Totlazonantzin y la intención es dirigida a los maliciosos a su diosa, y no a la Virgen Santísima o a entreambas intenciones: pensando que uno y otro se puede hacer”.
En este breve párrafo, el autor explica que la deidad femenina adorada en el Tepeyac era llamada Tonan ("Nuestra madre") pero además se le conocía bajo los nombres de Ilamatecuhtli ("La jefa-anciana") o Cuzcamiauh (literalmente "Espiga de maíz" o "Maíz en flor-collar", con las variantes Cozcamiauh y Cozcamiahuatl).
Además, su fiesta principal era Tititl (¿contracción?), "diez y siete de un calendario y diez y seis de otro" (del 19 de diciembre al 7 de enero, según Bernardino de Sahagún, pero también se mencionan otros periodos, por ejemplo, del 30 de diciembre al 18 de enero).
5. Pintura de la traslación de la imagen guadalupana (1653). En la cartela de esta pintura -que actualmente se exhibe en el Museo Guadalupano, ubicado en la antigua basílica de Guadalupe- se registró el término de "Tlatzoichpochtli", la "Preciosa doncella", diosa que en la antigüedad era adorada en el lugar donde se erigió el santuario guadalupano.
De esta manera, se identifica a Tonantzin como la principal deidad adorada en el Tepeyac antes de la conquista española. Junto con Tonantzin, se mencionan otras diosas que --con excepción de Cozcamiauh- Henry B. Nicholson ha incluido dentro de un complejo denominado Teteoinnan, conjunto de deidades asociadas primordialmente con la maternidad divina.
Jacinto de la Serna es el único escritor que da el nombre de Tititl para la fiesta que se dedicaba a las deidades femeninas del Tepeyac, la cual se celebraba a fines de diciembre y principios de enero, en el periodo 1519-1520.
Ni códice ni prehispánico
6. El Códice de Teotenantzin. Lugar aparte tiene este documento asociado al guadalupanismo, que, por su estilo y origen, no debería de considerarse como un códice o manuscrito pictórico indígena.
El Códice de Teotenantzin es un documento dibujado en la primera mitad del siglo XVIII sobre papel europeo por un artista entrenado en los estilos europeos, probablemente para servir de referencia pictórica a la obra que sobre la Virgen de Guadalupe proyectaba publicar el caballero Lorenzo Boturini, y en cuya colección se hallaba el original.
La denominación de la pintura, proveniente de un texto colocado en el margen inferior derecho, se refiere a la representación de una diosa supuestamente nombrada por los indígenas Teotenantzin, lo cual resulta una redundancia en náhuatl, puesto que no se puede hacer referencia al mismo tiempo a la venerable madre de alguien (te) y decir que es la Madre de dios (teo). Las alternativas correctas podrían ser Tenantzin ("La venerable madre de alguien") o Teonantzin ("La venerable madre de dios").
Hasta donde hemos podido averiguar, fue el bachiller Miguel Sánchez (1648) el primero en utilizar este nombre, cuando se refiere a "que en el monte adoraban a un ídolo a quien llamaban la Madre de los Dioses y en su lengua Theothenantzi ... ".
La importancia del documento aquí descrito -que ni es códice, ni debería intitularse "Teotenantzin", por las razones previamente dadas- radica en ser el único testimonio gráfico ahora conocido sobre el culto a Tonantzin (y probablemente otras deidades femeninas asociadas a ella) en la zona del Tepeyac.
Xavier Noguez, “El culto prehispánico en el Tepeyac”, Arqueología Mexicana, núm. 20., pp. 50-55.