La fuerza pública volvió a reprimir con dureza a los hondureños que llegaron este miércoles al parque central capitalino para celebrar el día internacional del trabajador.
Asimismo, en un acto de repudio, la catedral fue usada como guarida de los agentes del escuadrón contrainsurgencia TIGRES para esperar la orden de salir a atacar a los manifestantes, quienes de manera pacífica habían llegado hasta la céntrica plaza para proferir los discursos de esta festividad. Varias personas resultaron afectadas por los gases lacrimógenos que fueron lanzados a mansalva por las autoridades. Mujeres y niños que acudieron a la movilización salieron perjudicados, según reportes preliminares.
La carga contra los civiles se extendió por varias cuadras, extremo que obligó a los negocios de comidas y abarrotería cerrar sus establecimientos.
Algunos testigos indicaron que la persecución llegó hasta zonas alejadas del casco histórico como La Leona, Finlay, Barrio Abajo y el barrio Los Dolores, entre otros, a pesar de que la movilización había concluido.
Pobladores de estos lugares denunciaron que los agentes les lanzaron de manera indiscriminada bombas lacrimógenas sin justificación.
Empleados del Sindicato de Trabajadores del IHSS (Sitraihss) aseguraron que los policías antidisturbios los reprimieron cuando llegaban a su sede ubicada en el populoso barrio La Concordia; además, la persecución hacia algunos manifestantes llegó hasta el barrio El Chile.
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