La situación en Haití, la nación más pobre de América, está llegando a un punto crítico.
El Gobierno está reprimiendo con fuerza las protestas contra la corrupción y la falta de recursos básicos como la comida o el agua, llegando a producirse un gran número de muertos a manos de las fuerzas del orden.
Mientras tanto, ningún país está prestando atención a lo que está pasando, mientras que todos los días los telediarios de España y el mundo comienzan con noticias de Venezuela, un país que objetivamente está mil veces mejor que Haití, pero que también tiene miles de recursos naturales golosos para Estados Unidos, que sin embargo la nación caribeña no tiene.
La situación es tan grave que las ONGs internacionales que trabajan sobre el terreno no tienen forma de ayudar de forma eficaz a la población, especialmente a los niños que son los más vulnerables.
Tanto es así que más de 50 mil menores haitianos de entre 2 y 12 años, muchos de ellos huérfanos, abandonarán el país en las próximas horas y serán acogidos en el país vecino, República Dominicana.
Mientras tanto, el gobierno haitiano encabezado por Moise Jovenel, se desmorona y resulta incapaz de afrentar las protestas que llevan un gran número de muertos y heridos en lo que va este mes de febrero.
Al mismo tiempo que las grandes de naciones no han querido intervenir en la crisis, por eso es la única opción que les queda las instituciones de ayuda, buscar el apoyo de la República Dominicana.
*Con información de: Libertad Digital.
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