Costa Rica: Así vivió Óscar Arias su mañana más gris ante la Fiscalía

Vestido con un traje azul y una corbata dorada, Óscar Arias Sánchez apareció públicamente este miércoles por primera vez tras las denuncias que han hecho varias mujeres en su contra por supuestos ataques sexuales.

Acompañado de su abogado, Eric Ramos, y junto a un escolta de seguridad, el dos veces presidente de la República y Nobel de la Paz bajó caminando a paso lento por una de las rampas de acceso del edificio de los Tribunales de Justicia de San José.

En ese inmueble y durante 40 minutos, el expresidente rindió una declaración indagatoria ante la Fiscalía de Género del Ministerio Público por las dos denuncias penales en su contra.

Pese a que desde las 7:00 a.m. varios medios de comunicación –incluido CRHoy.com- esperaban a Arias para su ingreso, el político sorprendió pasadas las 8:40 a.m. al salir del edificio.

Es decir, se desconoce la hora exacta a la que entró a las instalaciones judiciales, pero todo apunta a que lo hizo desde muy temprano para evitar ser abordado por periodistas y peatones.

El expresidente no lucía su mejor semblante. Cabizbajo y más pausado de la cuenta, Arias -resguardado tras las espaldas de su abogado- intentaba abrirse paso entre las cámaras y los micrófonos mientras solo atinaba a hacer una especie de juegos con los dedos de sus manos.

Una y otra vez, movía los dedos y se agarraba las manos.

Cuando estuvo frente a la prensa, lo primero que hizo fue que pedir “comprensión”. Aseguró que “en los últimos 40 o 50 años siempre he tenido cordialidad con los medios”.

No obstante, hoy Arias se enfrentó a una una circunstancia muy diferente en su vida y prefirió el silencio, en virtud de los procesos penales en su contra; los más graves que posiblemente le toque enfrentar en su vida.

Lo secundó el abogado Ramos, quien explicó que no hablarían debido a que deben mantener un respeto a las investigaciones en curso y que, al tratarse de denuncias por presuntos delitos sexuales, están llamados a no revictimizar a las denunciantes.

Las denuncias penales planteadas contra el político son la de la psiquiatra de 34 años, Alexandra Arce von Herold, quien denunció al expresidente por aparentemente tocarle los senos e introducirle los dedos en la vagina durante una reunión sostenida en diciembre de 2014 en la casa de Arias en Rohrmoser, Pavas.

La otra denuncia planteada ante la fiscalía es la de Yazmín Morales, ex Miss Costa Rica 1994, quien asegura que el exmandatario le tocó sus senos y la intentó besar a la fuerza en una reunión sostenida el Jueves Santo de 2015 en casa del expresidentente (Arias la había invitado a través de Facebook para regalarle un libro).

Arias pasó en todo momento realizando este gesto con sus manos. CRH

Esas quejas penales han estado acompañadas por denuncias públicas de otras 6 mujeres (2 de ellas residentes en Estados Unidos), quienes contaron episodios de agresiones sexuales aparentemente cometidas por Arias. Algunos de esos casos ocurrieron hace varias décadas, pero tras conocer la denuncia de Arce, todas decidieron hablar.

Al asistir a la indagatoria, el expresidente se convirtió automáticamente en imputado. Por tratarse de hechos similares, la fiscalía acumuló las denuncias de Arce y de Morales en un mismo expediente. Incluso, las otras mujeres que lo señalaron podrían constituirse en testigos dentro del proceso.

Lo más llamativo durante la salida de Arias fue que, casi al mismo tiempo, ingresaba a las instalaciones de la fiscalía Yazmín Morales para presentar una querella (una acusación privada) contra el político.

Arcelio Hernández y Carlos Montero, abogados de la mujer, explicaron que de esta forma formalizaron totalmente los señalamientos contra Arias y ahora quedan a expensas del desarrollo del proceso.

Mientras esto sucede, Arias, de 78 años, aún aguarda por conocer si una jueza del Juzgado Penal de Hacienda lo eleva a juicio por el caso Crucitas, donde se le imputan dos presuntos delitos de prevaricato al firmar un decreto de conveniencia nacional para beneficiar el proyecto minero que la empresa Infinito Gold Mining pretendió desarrollar en Cutris de San Carlos.

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