Para algunas cosas no hay austeridad, sino dispendio. M. Mestre
Del ajuste al despilfarro del G20
El gobierno de Macri ha gastado más de 300 millones de dólares para la organización del Alemania, país anfitrión de la cumbre en 2017 que este año publicó el gasto total de aquel encuentro, que no superó los 89 millones de dólares.
Se trata de una cifra mucho menos: tres veces y pico –muy posiblemente 3 1/2– menor a la invertida por Argentina.
¿Cómo es posible gastar tanta plata en época es que se le retacea hasta el pan a los merenderos escolares?
WALTER MEDINA / NUEVA TRIBUNA
Las prioridades de Mauricio Macri quedaron claras desde el minuto uno de su gestión. El ajuste, en pos de reducir el déficit fiscal, cayó sobre los sectores más vulnerables, a los que el presidente pidió “hacer un esfuerzo”.
En medio de la crisis económica que generó la pésima administración de Cambiemos, Macri decidió que Argentina fuese el país anfitrión de la cumbre que reúne a los líderes mundiales. Para la organización de este evento no hubo austeridad. El gobierno gastó 112 millones de dólares, más otros 220 en armamento bélico para la seguridad del evento; un monto que equivale a la construcción de 44 escuelas públicas y cuatro hospitales de alta complejidad, compromiso que el mandatario asumió durante su campaña electoral de 2015.
El detalle de los 112 millones se desprende de las licitaciones firmadas en mayo en Casa Rosada. Según los números oficiales, el gobierno pagó 40 millones de dólares por servicios de catering, traslados, la cena en el Teatro Colón, obsequios a delegaciones, traductores e infraestructura. Otros 40 millones se gastaron en Defensa y Seguridad para la adquisición de equipamiento antidisturbios, escudos, balas de goma, carros hidrantes, gases lacrimógenos, vallas y el blindaje total de la ciudad de Buenos Aires.
Previamente a la cumbre del G20, el gobierno argentino destinó 17 millones de dólares a 84 reuniones relacionadas con el foro, y otros 12 millones para pagar salarios de setenta personas que integran la unidad técnica del G20
No existen datos que certifiquen cuánto se gastó en cumbres anteriores desde el inicio del foro del G20 hace ya diez años. No obstante Alemania, país anfitrión de la cumbre en 2017, publicó este año el gasto total, y la suma no supera los 89 millones de dólares, una cifra mucho menor a la invertida por Argentina, que atraviesa una fenomenal crisis económica.
Este mismo mes se conocieron nuevos datos de pobreza, incrementada en un 27,3 por ciento durante el último año. Desde la asunción de Mauricio Macri casi la mitad de los niños argentinos son pobres y pasan hambre. De la Pobreza Cero prometida por el presidente solo queda el archivo del spot de campaña.
La pobreza no es la prioridad del gobierno argentino que ha preferido invertir en una cumbre que, de momento, no ha dejado más que poses y frases vacías.
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