Pablo Gonzalez

Nicaragua: Postalita de Marció Vargas a un tal monseñorcito Báez


Tras haberse auto entrevistado bajo la sombra de un "¿periodista?" apellidado Chamorrín, el sibilino obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, ha entrado en un terreno peligroso en que decide de manera temeraria, destapar una caja de pandora sobre tantos casos de crímenes de "monseñores" en Nicaragua, igual que en otras partes del mundo. 

Báez es un delfín del papa ex nazi Ratzinguer, y enviado especialmente a Nicaragua para esperar la muerte (cuidado le hacen las de Juan Pablo I) o el retiro del considerado muy limitado arzobispo Polito Brenes, y en tanto llevar las riendas de la vocería eclesial en nuestro país, sin "titubeos", contra Daniel y el gobierno del FSLN.
Pero si bien hay otros personajes de la alta jerarquía católica involucrados en verdaderos crímenes que con todo y eso dan la cara "cascaruda" como si fueran santos ante la derecha mediática vendida al imperialismo, en el caso de Báez hay un dato especial. 

Este señorito del Vaticano, de origen nicaragüense, y pariente cercano de un veterano político conservador y de dos ex sandinistas que se las dan ahora de grandes expertos de asuntos tributarios, cobrando mucha plata por ello gracias a que fueron funcionarios de los más radicales en la década de 1980 (pregúntenle al ingeniero Enrique Bolaños, por entonces presidente del COSEP), estuvo involucrado en crímenes en el Vaticano.

Digo crímenes porque quien ayuda a proteger a delincuentes pederastas internacionales creo que puede ser llamado criminal ¿o no? 

Nadie mejor que Jesucristo nos ha invitado a decir las cosas por su nombre. 

A gente como esta es que Jesús llama "raza de víboras, falsos, mentirosos, hipócritas, sepulcros blanqueados, fariseos...". 

¿Y acaso nadie recuerda el caso del cura italiano que estuvo por años en Chinandega retozando en abusos sexuales y violaciones contra jovencitos pobres? 

(Por cierto, el gran músico nicaragüense, Carlos Mejía, ofreció por él poner las manos al fuego, y supongo que el arrepentido de ser autor de La Consigna también se arrepintió de esto y no se quemó las manos finalmente).

Ese cura italiano fue protegido por el Vaticano y todo, pero finalmente eran tantos sus crímenes y daños, que no pudo evitar caer preso en Italia, adonde sigue siendo protegido por gente como monseñorito Báez. 

Pero hay un crimen especial. Estuvo Silvio Báez directamente involucrado en la falsificación de la orden de Juan Pablo II para destituir al Cardenal Miguel Obando y Bravo de su cargo de arzobispo de Managua. 

El viejo Karol Wojtyla agonizaba y lo mantuvieron en vida artificial, no tanto porque la iglesia no crea en la compasiva eutanasia, sino para sacar y sacar decisiones con un Papa vegetal que firmaba sin firmar.

Entre esas estuvo la maniobra contra Obando. 

Esto fue muy bien pagado por capitalistas nicaragüenses, el gobierno de entonces y hasta por organismos de la "sociedad civil" de USAID y algunos italianos. 

El embajador del Vaticano de entonces, actuó más allá y por su cuenta en aquellos días cuando despertó a Obando en media madrugada para notificarle con mucho entusiasmo su destitución y luego avisarle que el Papa ya había muerto.

El exceso del Nuncio le costó ir trasladado a una parroquia perdida en Irán, para evitar que fuese investigado posteriormente en este acto delincuencial en el que estuvo involucrado, repito, monseñorito Báez. 

Creo que "monseñorito" Báez –quien incluso se dio el taco un día de tantos de llamar a matar a espada a los sandinistas– se ha metido en la pata de los caballos al quitar la tapa a una caja llena de trapos sucios de sangre que gente como Hombach o Mata quisieran ver cerrada por secula seculorum. 

Y es peligroso este "monseñorito" Báez, pues si tuvo tanta plata como para financiar una auto entrevista con Chamorrín, queda claro que tiene el respaldo (algo de lo que hay pruebas) de cheles oscuros radicados en embajadas aquí y en Costa Rica y Honduras, mientras el Vaticano trata de lavar el lavado de dinero del crimen organizado internacional que ha hecho su banco en Roma.

El jefe de una red de neo-contras, esta vez como "civilistas" acuerpados por presuntos comandos armados de sicarios intervinculados con el narcotráfico, organizada para tratar de dañar a Daniel y al FSLN y de paso llevarse en El Salvador por delante al FMLN y hasta a su indeciso (travesti político) presidente Funes -el desmemoriado y no el memorioso de Borges, es un alto militar norteamericano radicado en Honduras, desde antes del golpe a Zelaya.

Pero eso último lo dejamos para una próxima postalita. 

Por hoy me basta decirle a "monseñorito" Báez, que en su desesperación por tratar de cumplir con los planes antisandinistas de sus patrones (italianos, vaticanos y yanques), abrió la tapa del baúl de los recuerdos de las "hazañas" de algunos de sus colegas obispos. 

Y de los casitos propios.

Ya lo veremos cuando llegue la hora de hablar claro y directo ante los hipócritas, "raza de víboras" que se han pasado años en la más vulgar y criminal campaña contra Daniel y demás líderes del sandinismo y de todo el FSLN en general. 

Lo dijo el propio Báez (mal citando el evangelio de Mateo) para llamar a la violencia contra el FSLN, pero nosotros se lo devolvemos en sentido figurado, como lo hizo Jesús para evitar que sus discípulos atacaran a quienes llegaban a apresarlo:

"Todos los que pelean a espada, a espada enfrentarán". 

Marció Vargas Aguilar Orden Independencia Cultural Rubén Darío.

Managua. Por Marció Vargas, Radio La Primerísima. 

| 26 de Octubre de 2010

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