Hace cuatro años, a finales de febrero de 2014, la revolución del Maidán llegaba a su etapa final.
El 20 de febrero, en la Plaza de la Independencia de Kiev, unos francotiradores abrieron fuego contra los participantes de las protestas y dejaron múltiples víctimas.
El actual Gobierno ucraniano, que culpó más tarde a Rusia de la violencia, nacía de la sangre.
Ahora, hechos revelados por Sputnik, indican que los disparos provenían de los francotiradores reclutados por la oposición.
Disparos contra Ucrania
Los primeros disparos sonaron en la mañana del 20 de febrero en la Plaza de la Independencia, donde se desplegaba el campamento de la oposición, y en la calle Institútskaya.
Sobre las nueve de la mañana, los opositores lanzaron una ofensiva, tomaron el monumento de la Independencia y el palacio de Octubre.
Las fuerzas especiales retrocedían y el tiroteo se intensificaba.
El ataque se cobró la vida de 53 personas: 49 manifestantes y cuatro agentes del orden público.
Los líderes de la oposición y los representantes de Estados Unidos y la UE acusaron inmediatamente "al régimen de Víktor Yanukóvich" (el presidente del país en la época) de la masacre.
Sin embargo, esta versión parecía poco creíble desde el principio.
Ya en marzo de 2014 se hizo público el registro de la conversación entre la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, y el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Paet.
La conversación evidenciaba que los disparos provenían de los francotiradores de la oposición. En 2018 se han dado a conocer nuevas pruebas que lo confirman.
Sputnik publicó una entrevista con los francotiradores georgianos del Maidán Koba Nergadze y Alexandr Revazishvili.
Ellos aseguraron que los disparos se discutieron con Andréi Parubi, presidente del Parlamento ucraniano en 2016, y Serguéi Pashinski, diputado del Parlamento.
Los tiradores fueron instruidos por un exsoldado estadounidense, Christopher Bryan.
El propio Pashinski llevó armas a los edificios del conservatorio y del hotel Ucrania, acompañado de unos desconocidos.
El día de la masacre, Pashinski también disparó con una ametralladora.
"El Gobierno actual de Ucrania está basado en la sangre y las mentiras", comentó el ex primer ministro ucraniano Mikola Azárov.
Cómo se rindió Yanukóvich
Los eventos que siguieron a la masacre llevaron al colapso del sistema estatal ucraniano. Arrinconado, el presidente Yanukóvich, de hecho, se negó a resistir.
El 21 de febrero firmó un acuerdo sobre el arreglo de la crisis política con los representantes de la oposición, tras lo cual se anunciaron elecciones presidenciales anticipadas en el país.
Las autoridades fueron amenazadas con una continuación de la violencia si el presidente no renunciaba.
En la noche del 21 de febrero, Yanukóvich cumplió esta exigencia y dejó Kiev.
En Ucrania reinó el caos.
Los activistas de la oposición desplazaban a las autoridades en las regiones y tomaban las instituciones estatales.
El poder recayó sobre los líderes del movimiento de Maidán, que actuaban sin ningún fundamento legal.
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Las fuerzas de orden y seguridad abandonaron el barrio donde se encuentran las instituciones gubernamentales, que inmediatamente fue ocupado por la oposición.
Se completó el cambio de poder. Se desconocía el paradero del presidente y sus partidarios no oponían resistencia.
Entonces Andréi Parubi anunció que la oposición había establecido un control total sobre Kiev.
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