Basta una somera revisión del pedigrí público de la canciller de Perú Cayetana Aljovín para aquilatar las razones de su posicionamiento político al lado de la oligarquía y su linaje pro yanqui y corrupto que “la pinta” como “comodín” para las apuestas geopolíticas y domésticas, políticas y en última instancia empresariales, de Donald Trump, Rex Tillerson y Pedro Pablo Kuczynski.
Lucía Cayetana Aljovín Gazzani (Lima, 6 de septiembre de 1966), es uno de los pocos ministros que se han mantenido al interior del gabinete desde que PPK asumió la presidencia.
Se incorporó al equipo del estadounidense que preside su país, en julio de 2016; nada más y nada menos, que como ministra de Desarrollo e Inclusión Social del Perú.
De aquel puesto, pasó, un año después, al más jugoso de ministra de Energía y Minas, hasta el 9 de enero de 2018 que fue juramentada en un acto pasadito por burlas [1] como ministra de Relaciones Exteriores.
La catira es hija de Javier Aljovín Swayne y Lucy Gazzani Bosworth.
Su padre, es hijo de Augusta María Swayne Pro, sobrina de Julia Josefa Swayne Mariátegui de Leguía, la primera esposa del autoritario Augusto Leguía y Salcedo, dos veces presidente del Perú (de 1908 a 1912; y de 1919 a 1930).
El primo de Augusta María, Juan Enrique Leguía Swayne, protagonizó un caso emblemático de corrupción registrado en The great crash, 1929, de John Kenneth Galbraith, vinculado a millonarias operaciones de préstamo con bancos estadounidenses.
Juan Leguía había recibido 415.000 dólares de los bancos J. & W. Seligman y el National City Company para facilitar los empréstitos [2].
Su tío paterno, Miguel Aljovín Swayne, fue fiscal de la Nación, y al momento de fallecer en marzo del 2005 “permanecía en la clandestinidad, luego de que la Corte Suprema ordenase su captura por no asistir a juicio público”.
Afrontaba un proceso por “haber archivado en 1998 una investigación al ex asesor de Fujimori Vladimiro Montesinos por enriquecimiento ilícito.
La fiscalía pidió imponerle seis años de prisión por los delitos de omisión de denuncia, prevaricato, asociación ilícita y peculado” [3].
La madre de la canciller, es hija de Valentín Gazzani Cisneros, pariente cercano del financista y banquero Alfonso Cisneros Bustamante, y primo de los hermanos Luis Gonzalo y Luis Jaime Cisneros Vizquerra, quienes investigaron sobre la genealogía del clan Cisneros en el Perú, descubriendo que todos descienden de Pedro Puertas y Cisneros que llegó desde Cuba –hasta donde se conoce– para asentarse en el Perú en 1780 [4].
Lo que los relaciona con la poderosa familia del magnate venezolano Gustavo Cisneros, hijo del cubano Diego Cisneros.
De los que como se relata en el libro Rostros y rastros de una familia (El Viso), se detecta su raíz de este lado del Atlántico igualmente en Cuba, en 1748, en plena expansión azucarera, con José Vicente Anastasio Ximénez de Cisneros [5].
Vale señalar, que cuando los enemigos de la Revolución Bolivariana Gustavo Cisneros y su esposa Patricia Phelps estuvieron en la capital peruana, para inaugurar la muestra de arte latinoamericano “Diálogos”, de su propia colección, y la presentación de su biografía, “Gustavo Cisneros, un empresario global”, en el Museo de Arte de Lima; Pedro Pablo Kuczynski -en aquel entonces ministro de Economía- fue el elegido para decir unas palabras introductorias.
“Lo primero que uno hace con estos libros es ir al índice y ver si aparece su nombre”, bromeó el actual presidente quien ciertamente es mencionado en la página 98.
PPK había conocido a Cisneros en los predios de David Rockefeller, en los setentas, “que algún talento vio en estos jóvenes negociadores” [6].
Poco antes, en julio del 2002, el Grupo Cisneros había comprado el 22% de acciones de la cervecera peruana Backus.
En ese tiempo, compartía -o competía- acciones con los magnates latinos Lorenzo Mendoza de La Polar venezolana y Julio Mario Santo Domingo de la Bavaria colombiana, envueltos en la llamada “guerra de la cerveza” que involucró al gobierno de Alejandro Toledo.
En el 2005 el Grupo Cisneros vendió su participación accionaria a SABMiller plc, pero su participación fortaleció compromisos en Peru.
Desde 2008 a 2015, el presidente Pedro Pablo Kuczynski fue miembro del directorio de la cervecera, renunció para dedicarse a la campaña electoral [7].
Fernando Zavala, exministro de Economía del Gobierno de Toledo, discípulo de Kuczynski y luego su Primer Ministro y Ministro de Economía y Finanzas, fue gerente general de Backus.
Una ojeada al muro de Facebook de su tío Valentín Gazzani Bosworth, nos alumbra de las tramas racistas y anti socialistas, que marcan la genealogía ideológica de la familia.
La canciller peruana estudió en el colegio Villa María, un colegio católico de habla inglesa, y en el Georgetown Visitation School, ubicada en Washington, D.C. vecindario de Georgetown, Dos instituciones que sembraron y cultivaron su actitud proyanqui.
La abogada y periodista estuvo casada con el “multi-directivo” Fritz Du Bois Freund.
El hijo del vicealmirante Jorge Du Bois Gervasi fue desde que sustituyó en octubre de 2013 a Alejandro Miró Quesada Cisneros, y hasta su fallecimiento en mayo de 2014, director de la Empresa Editora El Comercio, el imperio mediático más poderoso del Perú.
Antes lo había sido de Perú21, periódico que dirigió desde diciembre de 2008 hasta setiembre de 2013.
Ambos medios no han tenido pudor en tergiversar y mentir sobre las realidades de Cuba y Venezuela.
En su velatorio participaron, no pocos manchados por escándalos de corrupción, o directamente judicializados.
Entre ellos los expresidentes Ollanta Humala y Alan García, la candidata Keiko Fujimori y el actual presidente Pedro Pablo Kuczynski.
También Ernesto Schutz Freundt, presidente del directorio de Panamericana TV, e hijo de Ernest Schütz Landázuri, prófugo de la justicia peruana quien apareció en el 2001 en un video recibiendo varios fajos de billetes por parte de Vladimiro Montesinos- jefe del Servicio de Inteligencia del presidente Alberto Fujimori-, a cambio del manejo gubernamental de la línea editorial de la televisora [8].
Du Bois fue jefe de Gabinete de Asesores del Ministro de Economía Jorge Camet (1993-1998), también marcado por la corrupción.
En ese tiempo Cayetana Aljovín coincidió en el MEF(Ministerio de Economía y Finanzas) con quien sería su esposo, al ser, la Secretaría General del Ministerio.
Al parecer, allí floreció el romance y se “doctoraron” en eso de traficar influencias, saltar de lo empresarial a lo estatal, simultanear puestos y regresar, para en cada ciclo dar nuevas tajadas al erario púbico.
A finales del 2012, fueron relacionados con el fraudulento proceso de salvataje del Banco Latino, de acuerdo a la denuncia de la Comisión que investigó los delitos económicos del período de Fujimori.
Por su cargo, Du Bois tenía además asiento en el directorio de COFIDE que fue el que aprobó la operación de salvataje del Banco Latino, que le costó al Estado casi 500 millones de dólares sin ningún beneficio para el país [9].
Se plantea demás, que estuvo involucrado en otros hechos de corrupción, al “blanquear su remuneración y del tropel de asesores dorados del fujimorismo” utilizando como “server” al PNUD [10].
“La pareja mil oficios”, también coincidieron en Calidda (distribuidora de Gas en Lima) donde Du Bois fue su director desde el 2007 y ella, directora de asuntos regulatorios (2008-2009) y Gerente de Asuntos Corporativos (2011-2012) [11].
Antes, entre 1997-1999, Cayetana había sido parte del Comité Especial de Telecomunicaciones para la asignación de frecuencias a los operadores móviles.
Como pago a sus “servicios”, una de las empresas beneficiarias de las asignaciones, la Bellsouth Perú, la contrató como directora de asuntos regulatorios.
Entre el 2000 y 2006, se desempeñó como directora de esta subsidiaria de la compañía estadounidense de telecomunicaciones BellSouth Corporation, que la vendió en el 2004 por más de 500 millones de dólares a la multinacional española Telefónica (Movistar).
En el 2006 la hoy canciller, fue directiva de otra empresa de telefonía móvil la Nextel Perú S.A (hoy Entel Perú) que en abril del 2013 fue adquirida por la compañía chilena de telecomunicaciones Entel, quien se hizo acreedor del 100% de las acciones.
Regresó al Estado en el 2006 hasta el 2008, como viceministra del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, otra vez con las empresas de telefonía y su amiga y socia Verónica Zavala la “de los 5 millones de dólares, depositados, años atrás en un banco que luego quebró y cuando era directora del Fonafe” [12] y hermana del ya mencionado y viejo socio de PPK Fernando Zavala Lombardi.
Al mismo tiempo, el esposo de la viceministra Cayetana Aljovín era asesor del vicepresidente de Telefónica [13].
Además, ha sido socia y jefa del área de telecomunicaciones, saneamiento e infraestructura de transportes de Estudio Miranda & Amado Abogados, Gerente General de Procapitales, Directora Ejecutiva en ProInversión, conductora el mencionado canal televisivo Panamericana Televisión y Directora General de la filial en Perú de la consultora de comunicaciones española Llorente & Cuenca.
De ahí, que resulte poco creíble -como afirmara al asumir como ministra del MIDIS [14]- que esté ligada más a los intereses públicos y sociales que a los empresariales.
Estos vínculos con grandes sectores económicos, explican en gran medida su agresividad con el presidente Nicolás Maduro; un chofer elegido presidente por la mayoría del pueblo venezolano y que batalla dignamente como Evo, y antes Chávez y Fidel, por los intereses de los más humildes de Nuestra América.
Notas:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=238333