Las compañías alemanas Ferrostaal y EnerSys-Hawker están acusadas de suministrar piezas de baja calidad a la Armada argentina, informan los medios públicos alemanes Bayerischer Rundfunk y ARD.
Las piezas incluyen baterías que se incendiaron dentro del submarino ARA San Juan, lo que pudo haber provocado la desaparición de la nave con 44 tripulantes a bordo.
Esquema de corrupción
El submarino, botado en 1983 en los astilleros alemanes de Emden, se sometió a una importante revisión en el 2011, con la intención de darle al ARA San Juan otros 30 años de servicio.
La revisión fue realizada en astilleros argentinos e incluyó el reemplazo de las 964 baterías de la nave sumergible.
Las empresas alemanas firmaron un contrato por valor de 5,1 millones de euros para entregar los repuestos, pero varios políticos argentinos sospechan que lo realizaron en el marco de un esquema de corrupción.
Así lo afirmó a Bayerischer Rundfunk la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de Argentina, Cornelia Schmidt-Liermann.
La diputada añadió que hay indicios de que las baterías no cumplían con los requisitos de calidad:
"Existe la sospecha de que las baterías que han sido reemplazadas, o una parte de ellas, no eran de la calidad debida.
Tampoco sabemos de dónde vienen, Alemania o cualquier otro país, por lo que queremos saber qué técnicos [alemanes o argentinos] estuvieron allí y quién firmó [un documento que decía]: "
Bueno, eso está arreglado ahora", no tenemos esa información y la necesitamos".
El mal funcionamiento de las baterías del ARA San Juan puede explicar la cadena de eventos que condujeron al hundimiento del submarino, como resultado de una explosión a bordo.
A fines de noviembre, la prensa argentina dijo que la última comunicación entre el capitán del ARA San Juan y la base de operaciones reportó un incendio a bordo dentro del compartimento de baterías.
Posteriormente el portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, confirmó estos informes al precisar que el submarino recibió órdenes de regresar a su base en Mar del Plata después de que su capitán informara de que el agua había provocado un cortocircuito en el compartimento de baterías.
"Tuvieron que aislar la batería y continuar navegando bajo el agua hacia Mar del Plata, usando otra batería", dijo Balbi.
Poco después del último contacto con el submarino se registró un ruido subacuático "violento", que según la Armada argentina podría haber sido una explosión en el submarino.
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