En su participación en el anual Club Valdai, el presidente ruso repasó varios de los temas relevantes de la situación actual, tanto en Rusia como en el resto de Europa.
En lo que respecta a la actual situación en Donbass, el presidente ruso insistió en que Rusia no permitirá un “escenario croata”, una intervención rápida que pudiera dar lugar a la destrucción de las Repúblicas Populares de Donetsk y de Lugansk.
En un discurso en el que, una vez más, volvió a acusar a Ucrania de no cumplir uno solo de los puntos de los acuerdos de Minsk, Vladimir Putin rechazó la posibilidad de ceder el control de la frontera entre la Federación Rusa y la RPD y la RPL a Ucrania o a una misión de paz de Naciones Unidas que fuera desplegada allí.
“Habría una masacre, no podemos permitir eso”, afirmó el presidente ruso, que insistió en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk.
Según dichos acuerdos, firmados en la capital bielorrusa en febrero de 2015, Ucrania únicamente recuperaría el control de la frontera una vez implementados todos los puntos militares y políticos y tras la celebración de elecciones locales en las zonas de Donbass bajo control de la RPD y la RPL.
Putin y cascos azules
Artículo Original: Colonel Cassad
Las declaraciones del jueves de Vladimir Putin sobre el tema de la frontera refleja el último estancamiento en las negociaciones para la introducción de una misión de paz.
En anteriores declaraciones, se había especificado que Rusia buscaba una versión de la misión de paz en la que los cascos azules fueran desplegados en la línea del frente después de que ambas partes retiraran el armamento pesado de la línea del frente.
Eso contribuiría a la implementación parcial de los puntos militares de los acuerdos de Minsk y podía dejar el conflicto congelado.
Ante ese objetivo evidente, Estados Unidos y Ucrania no aceptan esa opción y ofrecen a Rusia un escenario muy diferente: concretamente, el despliegue de la misión de paz (y sin la participación de Rusia) en todo el territorio de la RPD y la RPL y la cesión del control de la frontera [entre la RPD/RPL y Rusia] a las fuerzas de paz.
Este escenario supondría, en realidad, la capitulación de Rusia y su abandono de Ucrania y Donbass, con la consiguiente desaparición de la RPD y la RPL.
Esta opción también ha sido rechazada, primero con las declaraciones de Zajarchenko y ayer con las declaraciones de Putin, que afirmó que Ucrania no recibiría el control de la frontera, ya que eso supondría el inicio de una masacre en Donbass.
Como es natural, teniendo en cuenta lo opuesto de la naturaleza de las dos propuestas, las probabilidades de que se logre poner en marcha la idea de la misión de paz en Donbass no son excesivamente elevadas, ya que los diferentes actores defienden percepciones diametralmente opuestas de la idea.
Mientras Rusia busca congelar el conflicto, Estados Unidos busca la continuación de la guerra.
Y para Ucrania, esa es una de las pocas formas de mantener el actual régimen político, ya que así puede culpar a la guerra de sus fallidas políticas socio-económicas.
Así que la guerra continuará y ni las negociaciones en el formato de Minsk o el de Normandía para introducir una misión de paz podrán parala.
Al margen del improbable escenario en el que Rusia o Estados Unidos y Ucrania realicen concesiones radicales, existen tres escenarios posibles:
Un compromiso diplomático en Ucrania entre Estados Unidos y Rusia a través de negociaciones directas.
Escenario militar: una de las partes lanza operaciones ofensivas a gran escala que dieran lugar a un cambio significativo en la línea del frente.
Subversión: destrucción interna del régimen político ucraniano, que podría hacer imposible para Ucrania continuar la guerra en Donbass.
Por el momento, la tendencia dominante es la continuación de la inercia en un escenario de mantenimiento de la situación actual sin grandes cambios en un futuro inmediato.
Es preciso recordar que, a medida que nos acerquemos a las elecciones presidenciales en Rusia, Moscú estará cada vez menos interesado en buscar pasos radicales o arriesgados en Donbass.
Por otra parte, por esa misma razón, la otra parte puede intentar desestabilizar la situación antes de las elecciones rusas para crear problemas adicionales para el Kremlin.
Por supuesto, también son posibles escenarios alternativos, como la posibilidad de que la inestabilidad, por motivos objetivos, en Ucrania dé lugar a cambios cualitativos en la situación, aunque ninguno de los acontecimientos actuales van más allá del escenario de inercia, ya que, con el apoyo de Estados Unidos, Poroshenko se mantendrá en el poder, lo que significa que la guerra continuará.
Así que, en resumen, los próximos años no serán de paz sino de sangre y la guerra continuará.
https://slavyangrad.es/2017/10/22/12722/
