(Canino, 1468 – Roma, 1549).
Perteneciente a una influyente familia de la nobleza italiana, hizo la mayor parte de su carrera eclesiástica sin ser sacerdote: fue nombrado cardenal en 1493, aunque no se ordenó hasta 1519.
Considerado un Papa de transición entre el Renacimiento y la Contrarreforma, gustó de potenciar la magnificencia de su corte; así, encargó a Miguel Ángel, entre otros trabajos, las pinturas de la Capilla Sixtina.
En la política exterior hay que recalcar su mediación entre Carlos I y Francisco I de Francia que llevó al tratado de Nicea, en 1538, así como la excomunión de Enrique VIII de Inglaterra.
Decidido promotor del concilio de Trento, dio su apoyo a la fundación de los jesuitas y al restablecimiento de la Inquisición en Italia (1542).
En el ámbito de la política local, cedió importantes territorios del Papado a su hijo Pier Luigi, hecho que generó una considerable hostilidad.
Lo llamaban el “Papa Enaguas” porque entregó a su hermana para que fuese iniciada por el Papa Alejandro IV (1492-1503).
Mas tarde envenenó a su madre, a una de sus hermanas y a una sobrina para tomar control de la herencia de su familia.
Tuvo relaciones incestuosas con sus hermanas y su propia hija, Constancia.
Asesinó a su yerno, Bosius Sforza para poder gozar mas sexualmente de su hija.
Mató a su otra hermana cuando se sintió celoso de uno de sus amantes, y se sabe que mató a dos Cardenales y a un Obispo polaco debido a una disputa teológica.
Fue el cafiso (proxeta) mas grande de Roma, porque tuvo a 45,000 prostitutas trabajando para él y pagándole un tributo mensual.
Aún insatisfecho con su vida sexual, mantenía como amante a una noble romana quien le dio tres hijos.
Pero para él, el divorcio era un pecado imperdonable.
Cuando Enrique VIII de Inglaterra no pudo anular su matrimonio con Catalina de Aragón, él se divorció de ella y se casó con Ana Bolena en 1533.
Pablo III lo excomulga en 1534 y Enrique VIII se instala como cabeza de la Iglesia Anglicana.
Pablo III – El Enemigo de los Protestantes
La reforma comenzó en Alemania con Lutero y poco después echó raíz en Ginebra con Calvino.
En 1541 Calvino comenzó a expandir su teología en Francia, Holanda y otros países.
Esto llevó a que el Papa estableciera la Inquisición Romana en 1542 y llamara al Concilio de Trento en 1545 para tratar la cuestión protestante.
La Inquisición Romana Pablo III es conocido en la historia como el Papa que persiguió a los protestantes mas que cualquier otro.
Para estos fines estableció en 1542, el Santo Oficio como cámara de apelación final en casos de herejía.
De esa forma comenzó la Inquisición Romana con la meta de erradicar al protestantismo de Europa.
La historia cuenta que la Inquisición Romana llego a un nivel de crueldad y barbarismo que hasta “repugnaba a los turcos y sarracenos…”.
Concilio de Trento Este Concilio fue una de las respuestas a los protestantes.
Intentó sistematizar la doctrina católica y la ley canónica y se proclamó al celibato como superior al matrimonio.
La ceremonia católica del casamiento pasó a ser conducida por un sacerdote en presencia de dos testigos.
Los sacerdotes pasaron a ser entrenados en seminarios aislados de la comunidad.
La versión latina de la Biblia, la Vulgata, fue declarada como la versión auténtica.
Los protestantes ya habían compilado su propia versión.
El Concilio se reunió en tres sesiones: entre 1545 y 1548, entre 1551 y 1552, y entre 1562 y 1563.
La última sesión fue presidida por Pío IV.