Pablo Gonzalez

USA: Sobre el Mito que Se Ha Hecho de Lincoln


El sitio paulcraigroberts.org  ha publicado el siguiente artículo que ofrecemos en castellano, de Thomas DiLorenzo (1954), un estadounidense doctor en economía, profesor en la Loyola University de Maryland, entre cuyos libros están "The Real Lincoln" (2003), "Lincoln Unmasked" (2006), y "Hamilton’s Curse" (2009), artículo donde el autor aclara diversas falsedades que se han tejido en torno las acciones de Abraham Lincoln, enfatizando en el papel que jugó la economía en su agresión contra los Estados del Sur estadounidense. Y tras ese texto hemos traducido un breve reporte de 2013 del sitio Western Spring (westernspring.co.uk) que se refiere a las opiniones de Lincoln sobre los negros, no publicitadas por ir en contra del mito establecido.

El Mito de Lincoln:
Piedra Angular Ideológica del Imperio Estadounidense

"Lincoln es teología, no historiología. Él es una fe, una Iglesia, una religión, y tiene sus propios sacerdotes y acólitos, la mayor parte de los cuales... están apasionadamente opuestos a cualquiera que diga la verdad sobre él... Con raras excepciones, usted no puede creer lo que cualquier importante erudito en Lincoln le diga sobre él y sobre la raza" (Lerone Bennett Jr., Forces into Glory, p. 114).

El autor de esta cita, Lerone Bennett Jr., fue el editor ejecutivo de la revista Ebony durante varias décadas, comenzando en 1958. Él es un distinguido autor afro-estadounidense de numerosos libros, incluyendo una biografía de Martin Luther King. Él pasó veinte años investigando y escribiendo su libro "Forced into Glory: Abraham Lincoln’s White Dream", del cual él sacó la susodicha conclusión sobre los supuestos eruditos en Lincoln y cómo ellos han mentido acerca de él durante generaciones. Por motivos obvios, el señor Bennett está enfurecido por cómo tantas mentiras han sido dichas sobre Lincoln y la raza.

A pocos estadounidenses se les ha enseñado alguna vez la verdad sobre Lincoln y la raza, pero todo está allí en las Obras Completas de Abraham Lincoln, y en sus acciones y comportamiento a través de toda su vida. Por ejemplo, él dijo lo siguiente:

"¿Liberarlos [a los esclavos] y hacerlos política y socialmente nuestro iguales? Mis propios sentimientos no admitirán eso... No podemos hacerlos entonces nuestros iguales" (Lincoln, Obras Completas, vol. II, p. 256).

"Lo que yo más desearía sería la separación de las razas blanca y negra" (Lincoln, vol. II, p. 521).

"No tengo ningún propósito de introducir la igualdad política y social entre las razas blanca y negra.... Yo, así como el juez Douglas, estoy a favor de la raza a la cual pertenezco, teniendo la posición superior. Nunca he dicho nada en contrario" (Lincoln, vol. III, p, 16). (¿Ha habido alguna vez auna definición más clara de "supremacista Blanco"?).

"No estoy ni he estado nunca a favor de producir de ninguna manera la igualdad social y política de las razas blanca y negra... No estoy ni nunca he estado a favor de hacer votantes o jurados de los negros, ni de capacitarlos para que tengan cargos, ni para que se intercasen con la gente Blanca" (Lincoln, vol. III, pp. 145-146).

"Apoyaré hasta el final la ley de este Estado [Illinois], que prohíbe el casamiento de gente Blanca con negros" (Lincoln, vol. III, p. 146).

"El senador Douglas comentó... que... este gobierno fue hecho para la gente Blanca y no para los negros. Por esa razón, pienso lo mismo"(Lincoln, vol. II, p. 281).

Lincoln fue también un abogado de toda la vida de la "colonización", o deportación de la gente negra de Estados Unidos. Él era un "gerente" de la Sociedad de Colonización de Illinois, que procuraba financiar con impuestos la deportación del pequeño número de negros libres que residían en ese Estado. Él también apoyó la Constitución de Illinois, que en 1848 fue enmendada para prohibir la inmigración de gente negra en el Estado. Él hizo numerosos discursos sobre la "colonización". "He dicho que la separación de las razas es la única prevención perfecta de la mezcla... tal separación debe ser efectuada por medio de la colonización" (Lincoln, vol. II, p. 409). Y, "Seamos llevados a creer que es moralmente correcto, y... favorable a... nuestro interés, transferir al africano a su clima natal" (Lincoln, vol. II, p. 409). Note cómo Lincoln se refería a la gente negra como "el africano", como de criaturas foráneas. "El lugar que pienso tener como colonia", dijo él, "está en América Central. Está más cercano a nosotros que Liberia" (Lincoln, vol. V, pp. 373-374).

Bennett también documenta cómo Lincoln muy habitualmente usaba la palabra "nigger", de lo cual sus miembros del gabinete —y muchos otros— estaban impresionados por su crudeza, incluso durante un tiempo de omnipresente supremacía Blanca, en el Norte y en el Sur. Él era también un admirador muy grande de los espectáculos donde los artistas se maquillaban como negros, escribe Bennett.

Durante generaciones, los supuestos eruditos en Lincoln afirmaron sin ninguna documentación que Lincoln repentinamente, en algún momento en medio de la guerra, desistió de su "sueño" de deportar a toda la gente negra, aunque él asignara millones de dólares para un programa de "colonización" en Liberia durante su administración. Pero el libro "Colonization after Emancipation" de Phillip Magness y Sebastian Page, usando documentos de los archivos nacionales británicos y estadounidenses, demostró que Lincoln trabajó durísimo hasta su último día planificando con el ministro de Asuntos Exteriores William Seward la deportación de todos los esclavos liberados. Los documentos presentados en ese libro muestran las negociaciones de Lincoln con gobiernos europeos para comprar tierras en América Central y en otras partes para la "colonización". Ellos estaban incluso contando cuántos barcos se requerirían para completar la tarea.

El Discurso de Esclavitud para Siempre de Lincoln:

El Primer Discurso de Apertura

El primer discurso inaugural de Lincoln, pronunciado el 4 de Marzo de 1861, es probablemente la defensa más poderosa de la esclavitud alguna vez hecha por un político estadounidense. En ese discurso Lincoln niega tener alguna intención de interferir con la esclavitud del Sur; apoya la federal Cláusula del Esclavo Fugitivo de la Constitución, que obligaba a los ciudadanos de Estados no esclavistas a capturar a los esclavos fugitivos; y también apoyó una enmienda constitucional conocida como la Enmienda Corwin, que habría prohibido al gobierno federal interferir en la esclavitud del Sur, consagrando así aquello explícitamente en el texto de la Constitución estadounidense.

Lincoln declaró al principio de su primer discurso inaugural: "No tengo ningún propósito, directa o indirectamente, de interferir con la institución de la esclavitud en los Estados donde existe. Creo que no tengo ningún derecho legal de hacer aquello, y no tengo ninguna inclinación a hacerlo". Además, "Aquellos que me nominaron y eligieron, hicieron aquello con el conocimiento pleno de que yo había hecho esta y muchas declaraciones similares y que nunca me he retractado; y más que esto, ellos colocaron en la plataforma [del Partido Republicano] para mi aceptación, y como una ley para ellos y para mí, la resolución clara y enfática que ahora leo: Resuelvo que el mantenimiento inviolado de los derechos de los Estados, y sobre todo el derecho de cada Estado para ordenar y controlar sus propias instituciones domésticas según su propio juicio exclusivamente, es esencial para el equilibrio de fuerzas del cual dependen la perfección y la duración de nuestro tejido político". Por "instituciones domésticas" Lincoln quería decir la esclavitud.

Lincoln también apoyó fuertemente la Cláusula del Esclavo Fugitivo y la Ley del Esclavo Fugitivo de 1850 en su primer discurso inaugural, recordando a su auditorio que la Cláusula es una parte de la Constitución que él, y todos los congresistas, juraron defender. De hecho, la Ley del Esclavo Fugitivo fue fuertemente implementada durante toda la administración de Lincoln, como está documentado por el erudito libro "The Slave Catchers" del historiador Stanley Campbell (2011). "La Ley del Esclavo Fugitivo permaneció en vigor y fue ejecutada por comisarios federales" durante todo el régimen de Lincoln, escribe Campbell. Por ejemplo, él escribe que "la agenda del Tribunal [Superior, del Distrito de Columbia] enumeró las reclamaciones de 28 diferentes dueños de esclavos para 101 esclavos fugitivos. En los dos meses siguientes a la decisión del tribunal [de que la ley era aplicable al Distrito], 26 esclavos fugitivos fueron devueltos a sus dueños". Eso ocurrió en Washington DC, la propia residencia de Lincoln.

Cerca del final de su primer discurso inaugural (siete párrafos a partir del final), Lincoln hace su defensa más poderosa de la esclavitud diciendo: "Entiendo que una enmienda a la Constitución que ha sido propuesta... ha pasado al Congreso, en el sentido de que el Gobierno Federal nunca interferirá con las instituciones domésticas de los Estados, incluyendo aquella de personas mantenidas para el servicio [es decir, esclavos]. Para evitar la mala interpretación de lo que he dicho, me aparto de mi propósito de no hablar de enmiendas particulares a fin de decir que, considerando tal provisión como ley constitucional implícita, no tengo ninguna objeción a que sea hecha expresa e irrevocable".

La Enmienda Corwin, llamada así por el Representante Thomas Corwin de Ohio, decía: "Ninguna enmienda será hecha a la Constitución que autorice o dé al Congreso el poder de abolir o interferir, dentro de cualquier Estado, sus instituciones domésticas, incluyendo aquella de personas mantenidas para el trabajo o el servicio [es decir, esclavos] según las leyes del Estado dicho".

Después de que todos los congresistas del Sur se habían marchado, el Congreso estadounidense, exclusivamente del Norte, votó a favor de la Enmienda Corwin por un voto de 133 contra 65 en la Cámara de Representantes el 28 de Febrero de 1861, y por un voto de 24 contra 12 en el Senado estadounidense el 2 de Marzo, dos días antes de la inauguración de Lincoln.

Lincoln mintió en su primer discurso inaugural cuando dijo que él no había visto la Enmienda Corwin. Él no sólo apoyó dicha enmienda en su discurso; ella fue idea de él, como lo ha documentado Doris Kearns-Goodwin en su excelentísimo libro sobre Lincoln titulado "Team of Rivals". Basada en fuentes primarias, Goodwin escribe en la página 296 que después de que él fue elegido y antes de que asumiera el poder, Lincoln "instruyó a Seward para introducir esas propuestas en el Comité del Senado". Esas propuestas eran 1) la Enmienda Corwin, y 2) una ley federal para anular las leyes de libertad personal creadas por varios Estados que les permitiría anular la Ley del Esclavo Fugitivo.

En 1860-1861 Lincoln y el Partido Republicano defendieron fieramente la esclavitud del Sur a la vez que se opusieron sólo a la extensión de la esclavitud en los nuevos territorios. Ellos dieron tres motivos para eso:

1) "Muchos Blancos del Norte... querían mantener a los esclavos fuera [de los nuevos territorios] a fin de mantener a los negros fuera. El Norte era una sociedad completamente racista... Intolerantes, ellos procuraron excluír del Oeste a los esclavos afro-estadounidenses", escribió el historiador Michael Holt de la Universidad de Virginia en su libro "The Fate of Their Country" (p. 27).

2) Los norteños no querían tener que competir por empleos con la gente negra, libre o esclava. El propio Lincoln dijo que "nosotros" queremos preservar los territorios para el "trabajo Blanco libre".

3) Si se llevaban esclavos a dichos territorios eso podría inflar la representación congresista del Partido Demócrata una vez que un territorio se convirtiera en un Estado debido a la cláusula de los Tres Quintos de la Constitución, que contaba a cinco esclavos como tres personas para propósitos de determinar cuántos representantes en el Congreso tendría cada Estado. El Partido Republicano temió que eso pudiera bloquear posteriormente su agenda de política económica de elevadas tarifas proteccionistas para proteger a los manufactureros del Norte de la competencia; de dinero (o política de impuestos) gubernamental para corporaciones constructoras de caminos, canales y ferrocarriles; de un banco nacional; y de una repartición, en vez de venta, de tierra federal (sobre todo a corporaciones mineras, madereras y ferrocarrileras). El profesor Holt cita al congresista de Ohio Joshua Giddings, que explica: "Dar al Sur la preponderancia del poder político sería en sí mismo renunciar a nuestras tarifas, nuestras mejoras internas [política de impuestos o "bienestar corporativo"], nuestra distribución de ingresos de tierras públicas..." (p. 28).

Lincoln calificó a la Proclamación de la Emancipación como "una medida de guerra", lo cual significaba que si la guerra terminara al día siguiente, llegaría a ser nula y carente de fuerza legal. Ella sólo se aplicaba al "territorio rebelde" y específicamente exceptuaba por su nombre a áreas del Sur que estaban bajo el control del Ejército de la Unión en ese entonces, como la mayor parte de las comunidades de Louisiana, y Estados enteros como West Virginia, el último Estado esclavista en entrar en la Unión, que fue creado durante la guerra por el Partido Republicano. Es por eso que el historiador James Randall escribió que dicha Proclamación "no liberó a nadie".

El objetivo aparente era incitar rebeliones de esclavos, lo que fracasó. La esclavitud fue finalmente terminada en 1866 por la Decimotercera Enmienda a la Constitución, con prácticamente ninguna ayuda de Lincoln, como lo ha descrito el premiado biógrafo de Lincoln, David Donald en su libro "Lincoln". En la página 545 de su opus magnum David Donald escribe acerca de cómo Lincoln rechazó levantar un solo dedo para ayudar a los abolicionistas genuinos a acumular votos en el Congreso para la Decimotercera Enmienda. Las historias de que él ayudó realmente, como el falso cuento contado en la película de Steven Spielberg ("Lincoln", 2012), están basadas en puros "chismes", no en Historia documentada, escribió Donald.

Promesas de Guerra de Lincoln sobre Recaudación de Impuestos

En contraste con su comprometida postura acerca de la esclavitud, Lincoln fue total y completamente intransigente en cuanto al asunto de la recaudación fiscal en su primer discurso inaugural, literalmente amenazando con la guerra al respecto. Durante décadas los norteños habían estado intentando saquear a los sureños (y a otros) con altas tarifas proteccionistas. Hubo casi una guerra de secesión a finales de la década de 1820 con motivo de la "Tarifa de Abominaciones" de 1828, que aumentó la tasa tarifaria promedio (esencialmente un impuesto a las ventas en las importaciones) al 45%. Al Sur agrícola se le habría obligado a pagar precios más altos por ropa, herramientas de granja, zapatos y una infinitud de otros productos fabricados que ellos compraban sobre todo de negocios del Norte. Carolina del Sur anuló la tarifa, rechazando recolectarla, y se alcanzó finalmente un compromiso para reducir la tasa tarifaria durante un período de diez años.

Hacia 1857 la tasa tarifaria promedio había disminuído a aproximadamente al 15%, y los ingresos tarifarios constituían al menos el 90% de todos los ingresos fiscales federales. Ése fue el máximo nivel del libre comercio en el siglo XIX. Después, con el Partido Republicano con el control del Congreso y la Casa Blanca, la tasa tarifaria promedio fue aumentada, hacia 1863, de nuevo hasta el 47%, comenzando con la Tarifa Morrill, que fue convertida en ley el 2 de Marzo de 1861, dos días antes de la asunción de Lincoln, por el proteccionista de la industria siderúrgica de Pennsylvania el Presidente James Buchanan.

Entendiendo que los Estados del Sur se habían separado y no tenían ninguna intención de seguir enviando impuestos tarifarios a Washington DC, Lincoln amenazó con la guerra por dicha causa. "No se requiere ninguna matanza o violencia", dijo él en su primer discurso inaugural, "y no habrá ninguna a menos que sea forzada sobre la autoridad nacional".

¿Y qué podría "forzar" a la "autoridad nacional" a cometer actos de "violencia" y "matanza"? Lincoln lo explicó en las siguientes frases: "El poder confiado a mí será usado para mantener, ocupar y poseer la propiedad y sitios que pertenecen al Gobierno, y para recolectar los impuestos y aranceles; pero más allá lo que pueda ser necesario para esos objetivos, no habrá ninguna invasión, ninguna utilización de la fuerza contra o entre la gente en ninguna parte". 

"Pague o muera; la Unión Estadounidense ya no es voluntaria", fue su mensaje principal. 

En la mente de Lincoln, la Unión era más bien aquello en lo que se convertiría la Unión Soviética que la unión original y voluntaria de los Padres Fundadores de Estados Unidos. Él mantuvo su promesa invadiendo los Estados del Sur con 75.000 soldados iniciales, después de engañar a los habitantes de Carolina del Sur para que atacaran Fort Sumter (donde nadie fue herido, y mucho menos muerto).

El Propósito Declarado de la Guerra

El Senado estadounidense publicó una Resolución de Objetivos de Guerra que decía: "Esta guerra no es emprendida... con ningún espíritu de opresión, o para ningún propósito de conquista o subyugación, o de derrocamiento o interferencia de los derechos o instituciones establecidas de aquellos Estados [del Sur], sino para defender... la Constitución, y preservar la Unión". Por "instituciones establecidas" de los Estados del Sur ellos querían decir la esclavitud.

Tal como el Senado estadounidense, Lincoln también declaró claramente que el objetivo de la guerra era "salvar la Unión" y no interferir con la esclavitud del Sur. En una famosa carta del 22 de Agosto de 1862 al editor del New York Tribune, Horace Greeley, él escribió: "Mi objetivo supremo en esta lucha es salvar la Unión, y no salvar o destruír la esclavitud. 

Si yo pudiera salvar la Unión sin liberar a ningún esclavo, yo lo haría; y si pudiera salvarla liberando a algunos y dejando a otros sin tocar, yo también lo haría". 

Por supuesto, la guerra de Lincoln destruyó la voluntaria unión de los Padres Fundadores y la sustituyó por una unión involuntaria mantenida por la amenaza de invasión, matanza, conquista y subyugación.



La Definición Misma de Traición

La traición es definida por el Artículo 3, Sección 3 de la Constitución estadounidense como sigue: "Traición contra los Estados Unidos consistirá sólo en imponer la guerra contra ellos, o en la adhesión a sus enemigos, en darles ayuda y apoyo". La palabra más importante aquí es "ellos". Como en todos los documentos fundacionales, "Estados Unidos" está siempre en plural, significando que los "Estados libres e independientes", como son llamados en la Declaración de Independencia, están unidos en la formación de un acuerdo o confederación con otros Estados. Imponer la guerra contra "ellos" significa imponer la guerra contra Estados individuales, no algo llamado "el gobierno de los Estados Unidos". Por lo tanto, la invasión de Lincoln y su imposición de la guerra sobre los Estados del Sur son la definición misma de la traición en la Constitución.


Lincoln se encargó de redefinir arbitrariamente la traición, no enmendando la Constitución sino usando la fuerza militar bruta. Su nueva definición era cualquier crítica hacia él mismo, su administración y sus políticas. Él ilegalmente suspendió el mandato judicial del Hábeas Corpus e hizo que los militares detuvieran y encarcelaran sin un debido proceso a decenas de miles de ciudadanos de Estados del Norte, incluyendo a editores de periódicos, a la legislatura de Maryland, al alcalde de Baltimore, al nieto de Francis Scott Key que era un editor periodístico de Baltimore, al congresista Clement L. Vallandigham de Ohio, su principal crítico en el Congreso estadounidense, y esencialmente a cualquiera escuchado criticando al gobierno. (Vea "Freedom under Lincoln" de Dean Sprague y "Constitutional Problems under Lincoln" de James Randall).

Más de 300 periódicos del Norte fueron cerrados por criticar al régimen de Lincoln, como lo ha documentado James Randall, el preeminente erudito en Lincoln del siglo XX.

La Verdadero Agenda de Lincoln: Un Imperio Mercantilista

Lincoln comenzó su carrera política en 1832 como un liberal. Los whigs[reformadores] del Norte como Lincoln eran el partido de la plutocracia corporativa que quería usar los poderes coercitivos del gobierno para llenar los bolsillos de sus benefactores del gran empresariado (y los de ellos mismos). Ellos proclamaban apoyar lo que su precursor político, Alexander Hamilton, llamó el "Sistema Estadounidense". 

Ésa era realmente una versión norteamericanizada del putrefacto y corrupto sistema del "mercantilismo" británico contra el cual los colonos se habían rebelado. 

Sus políticas incluían tarifas proteccionistas para beneficiar a los manufactureros del Norte y a sus socios comerciales bancarios y de la industria de seguros; un banco nacional manejado por el gobierno para proporcionar crédito barato a negocios políticamente relacionados; y "subvenciones para mejoramientos internos", que hoy llamaríamos "bienestar corporativo" de corporaciones constructoras de canales, caminos y ferrocarriles.

De esa manera, cuando Lincoln primero postuló a un cargo político en Illinois en 1832, él anunció: "Soy un humilde Abraham Lincoln. Muchos amigos me han solicitado que me convierta en un candidato para la legislatura.

 Mis políticas son cortas y dulces, como el baile de la anciana. Estoy a favor de un banco nacional... a favor del sistema de mejoramientos internos y una elevada tarifa protectora". Él dedicaría su carrera política entera durante los siguientes veintinueve años a aquella agenda.

La principal oposición a la agenda de Lincoln de un Imperio mercantilista formado según el modelo del Imperio británico siempre había sido del Sur, ya que los Presidentes Jefferson, Madison, Monroe, Jackson y Tyler, entre otros, vetaron u obstruyeron la legislación whig, y más tarde la Republicana. Había partidarios del Sur de esa agenda, y del Norte, opositores Jeffersonianos de ella, pero es sin embargo verdadero que la aplastante oposición a ese esquema del Norte, Hamiltoniano, vino del Sur Jeffersoniano.

Henry Clay fue el líder de los Whigs hasta su muerte en 1852, y Lincoln una vez afirmó que él había recibido todas sus ideas políticas de Clay, a quien elogió como "la encarnación perfecta de un estadista". En realidad, el "Sistema Estadounidense" de Hamilton / Clay / Lincoln fue mejor descrito por Edgar Lee Masters, quien fue el socio legal de Clarence Darrow y un renombrado dramaturgo (autor de "The Spoon River Anthology"). En su libro "Lincoln the Man" (p. 27), Masters escribió que:

"Henry Clay era el campeón de aquel sistema político que reparte favores a los fuertes a fin de ganar y mantener su adhesión al gobierno. Su sistema ofrecía refugio a proyectos engañosos y empresas corruptas...

 Él era el amado hijo de Alexander Hamilton con sus corruptos esquemas de financiación, sus supersticiones acerca de la ventaja de una deuda pública y un pueblo cargado de impuestos para hacer ganancias para empresas que no pueden actuar independientemente. 

Su ejemplo y sus doctrinas condujeron a la creación de un partido que no tenía plataforma que anunciar, porque sus principios eran el pillaje y nada más".

Ésa fue la agenda a la cual Abraham Lincoln dedicó su vida política entera. El "Sistema Estadounidense" fue finalmente implementado totalmente con la Ley del Ferrocarril al Pacífico de Lincoln, que condujo 

1) a una histórica corrupción durante la administración de Ulysses Grant, con sus gigantescas subvenciones a corporaciones ferrocarrileras y otras; 

2) a cincuenta años de altas tarifas proteccionistas que siguieron saqueando al Estados Unidos agrícola, sobre todo al Sur y el Medio Oeste, para beneficio del Norte industrial; 

3) a la nacionalización del suministro de dinero con la Ley Monetaria Nacional y la Ley de Moneda de Curso Legal; y 

4) a los comienzos de un Estado benefactor con las pensiones de los veteranos de guerra. 

Más importante aún, el sistema de federalismo que fue establecido por los Padres Fundadores fue casi destruído con un masivo cambio en el poder político hacia Washington DC y lejos de la gente, debido a la abolición (a punta de cañón) de los derechos de anulación y secesión.

El Mayor Fracaso de Lincoln

La esclavitud fue terminada pacíficamente en las demás partes del mundo durante el siglo XIX. Eso incluye Massachusetts, Rhode Island, Connecticut y Nueva York, donde los esclavos fueron una vez usados para construír barcos de esclavos que navegaban desde los puertos de Nueva York, Providence, Hartford y Boston. Todavía había esclavos en Nueva York en 1853.

El economista Premio Nóbel Robert Fogel y el co-autor Stanley Engerman, en su libro "Time on the Cross" describen cómo los Imperios británico, español y francés, así como el sueco, danés y holandés, terminaron pacíficamente la esclavitud durante el siglo XIX. Siempre que los esclavos participaron realmente en guerras en América Central y otras partes, fue porque un bando de la guerra les prometió la libertad; el objetivo de las guerras, sin embargo, nunca fue liberar a los esclavos.

Los británicos simplemente usaron dólares fiscales para comprar la libertad de los esclavos y luego legalmente terminaron dicha práctica. El costo de la "Guerra Civil" para los contribuyentes sólo del Norte habría sido suficiente para conseguir lo mismo en Estados Unidos. En vez de ello, los esclavos fueron usados como peones políticos en una guerra que terminó con la muerte de no menos de 850.000 estadounidenses según la última investigación (el número fue de 620.000 durante aproximadamente los pasados cien años), con más del doble de aquella cantidad en mutilados de por vida, física y psicológicamente. (Lincoln hizo realmente un discurso a favor de la "emancipación compensada" en los Estados fronterizos, pero insistió en que ello fuera acompañado por la deportación de cualquier esclavo emancipado. 

Él, no obstante, nunca usó sus "legendarias" habilidades políticas para conseguir algún tal resultado, como un verdadero estadista habría hecho, salvo la deportación).

¿La Gloria de la Venida del Señor?

A mediados del siglo XIX el mundo se había desarrollado de tal manera que el Derecho internacional y las leyes de la guerra condenaban el emprender la guerra contra civiles. Fue extensamente reconocido que los civiles siempre se convertirían en bajas en cualquier guerra, pero apuntarlos intencionalmente era un crimen de guerra.

El régimen de Lincoln revirtió aquel progreso y preparó el terreno para todas las groseras atrocidades de guerra del siglo XX emprendiendo la guerra contra civiles del Sur durante cuatro largos años (1861-1865). La violación, el pillaje, el saqueo, el bombardeo y la incineración de ciudades enteras pobladas sólo por civiles fueron el modo Lincolniano de emprender la guerra, no contra invasores extranjeros sino contra sus propios conciudadanos estadounidenses. (Lincoln no consideró que la secesión era legal; por lo tanto, él pensó en todos los ciudadanos de los Estados del Sur como ciudadanos estadounidenses, no como ciudadanos del gobierno Confederado).

El general Sherman dijo en una carta a su esposa que su propósito era el "exterminio, no sólo de soldados, que son la menor parte del problema, sino de la gente" (carta de Sherman a la señora Sherman, 31 de Julio de 1862). 

Dos años más tarde, él ordenaría que sus oficiales de artillería usaran las casas de Atlanta ocupadas por mujeres y niños como objetivos de práctica durante cuatro días, mientras gran parte del resto de la ciudad era una conflagración. 

Los restantes residentes fueron luego expulsados de sus casas, en Noviembre, al inicio del invierno. El 90% de Atlanta fue demolido después de que el ejército Confederado había dejado la ciudad.

El general Philip Sheridan de manera similar aterrorizó a los civiles del valle Shenandoah en Virginia. Todo esto llevó al historiador Lee Kennett, en su biografía de Sherman, a declarar honestamente que "si los Confederados hubieran ganado la guerra de alguna manera, si su victoria los hubiera puesto en condiciones de llevar a sus principales opositores ante alguna clase de tribunal, ellos se habrían encontrado justificados... si hubieran colgado al Presidente Lincoln y al alto comando entero de la Unión por su violación de las leyes de la guerra, específicamente por emprender la guerra contra no combatientes" (Lee Kennett, "Marching through Georgia: The Story of Soldiers and Civilians during Sherman’s Campaign", p. 286).

Acerca de Todas Aquellas Estatuas

El profesor Murray N. Rothbard (1926-1995) fue quizá el libertario académico más famoso en el mundo durante la última mitad del siglo XX. Siendo un renombrado economista de la Escuela Austriaca, él también escribió ampliamente acerca de temas históricos, sobre todo de guerra y política exterior. En un ensayo de 1994 titulado "Just War", Rothbard sostuvo que las dos únicas guerras estadounisenses que calificarían como guerras justas (definidas como guerras para rechazar una amenaza de dominación coercitiva) fueron la Revolución Estadounidense (1765-1783) y el bando del Sur en la "Guerra Civil" estadounidense. Sin entrar en su detallada explicación de esto, su conclusión es especialmente relevante y digna de ser citada en detalle:

«En esta guerra entre los Estados, el Sur puede haber luchado por su sagrado honor, pero la guerra del Norte era el opuesto mismo de lo honorable. 

Recordamos el cuidado con el cual las naciones civilizadas habían desarrollado el clásico Derecho internacional. Sobre todo, los civiles no deben ser apuntados; las guerras deben ser limitadas. 

Pero el Norte insistió en la creación de un ejército de reclutas, una nación en armas, y rompió las reglas del siglo XIX de la guerra al específicamente saquear y matar a civiles, al destruír la vida y las instituciones civiles para reducir al Sur a la sumisión. 

La famosa marcha de Sherman a través de Georgia fue uno de los grandes crímenes de guerra, y crímenes contra la Humanidad, de los últimos 150 años. Al apuntar y matar civiles, Lincoln y Grant y Sherman pavimentaron el camino para todos los horrores genocidas del monstruoso siglo XX...

«Como dijo Lord Acton, el gran historiador libertario, los historiadores, en el análisis final, deben ser jueces morales. La musa del historiador, él escribió, no es Clío sino Radamanto, el legendario vengador de la sangre inocente.

 Dentro de aquel espíritu, siempre debemos recordar, nunca debemos olvidar, y debemos poner en el estrado de los acusados y colgar muy alto a aquellos que, en tiempos modernos, abrieron la Caja de Pandora del genocidio y el exterminio de civiles: Sherman, Grant y Lincoln.Quizás, algún día, sus estatuas, como las de Lenin en Rusia, serán derribadas y fundidas; sus insignias y banderas de batalla serán profanadas, y sus canciones de guerra arrojadas al fuego».

(https://mises.org/library/just-war).

Quizás, algún día. Pero mientras tanto, y durante los pasados 150 años, la montaña de mentiras que ha inventado el Mito de Lincoln ha sido invocada repetidas veces para "justificar" guerra tras guerra, todas disfrazadas como alguna gran cruzada moral, pero siendo en realidad simplemente un instrumento para enriquecer al complejo militar-industrial, rico más allá de sus sueños más salvajes, y a su clase política promotora.

Como escribió Robert Penn Warren en su libro de 1960 "The Legacy of the Civil War", el Mito de Lincoln, minuciosamente fabricado por el Partido Republicano, hace mucho creó una "herencia psicológica" que sostiene que "el norteño, con su Tesoro de Virtud" ocasionado por su victoria en la "Guerra Civil", siente como si él tuviera "una indulgencia, una indulgencia plenaria, para todos los pecados pasados, presentes y futuros". 

Esa "indulgencia", escribió Warren, "es la justificación para nuestras cruzadas de 1917-1918 y 1941-1945 y nuestra diplomacia de la rectitud moral, con el slogan de la rendición incondicional y la rehabilitación universal para otros". Robert Penn Warren creía que la mayor parte de los estadounidenses estaban contentos con todas estas mentiras sobre su propia historia, la obra de lo que él llamó "las manipulaciones de los especialistas en propaganda", refiriéndose a aquellos que se describen a sí mismos como "eruditos en Lincoln".–

La Película "Lincoln" Consigue Elogios pero Ignora las Verdaderas Opiniones de Él acerca de la Raza por Western Spring
12 de Enero de 2013

La película "Lincoln", hecha por el magnate de Hollywood y supremacista judío Steven Spielberg, está ganando elogios de todos los sectores entre sus congéneres tribales en los medios de comunicación, muy probablemente porque ignora completamente las verdaderas opiniones del famoso Presidente estadounidense acerca de la raza y de los negros.

La película retrata a Lincoln de acuerdo con el ahora bien establecido mito de él como un benefactor y libertador de la población de esclavos. En realidad, sin embargo, Lincoln estuvo firmemente opuesto a la presencia de negros en Estados Unidos y pasó muchas horas haciendo una campaña para tenerlos a todos ellos transportados de vuelta a África.

Lincoln, como Jefferson y muchos otros, nunca creyó en la igualdad racial. Por el contrario, Lincoln estaba firmemente comprometido con la separación racial y la repatriación completa de todos los negros de regreso a África.

Su apoyo a la segregación y su oposición a la mezcla racial es ilustrado por el hecho de que él era uno de los partidarios públicos de una ley en su Estado natal de Illinois que hacía del matrimonio entre Blancos y negros un delito (Benjamin Quarles, Lincoln and the Negro, Benjamin Quarles, Nueva York, 1962, pp. 36-37).

Lincoln dio a conocer sus opiniones acerca de la repatriación de los negros tan temprano como en 1862. Durante una reunión con un grupo de negros llamado la "Delegación de Negros Libres" que habían ido para suplicar por la emancipación plena, Lincoln dijo a los africanos que su mejor opción era retornar a África y comenzar una colonia negra libre allí. Hablando al grupo, él dijo:

«Ustedes y yo somos razas diferentes. Tenemos entre nosotros una diferencia más amplia que la que existe entre casi cualquier otra raza. 

Sea correcto o incorrecto, no necesito discutir aquello, pero esta diferencia física es una gran desventaja tanto para ustedes como para nosotros, según pienso. Vuestra raza sufre muy enormemente, muchos de ustedes viviendo entre nosotros, mientras los nuestros sufren por vuestra presencia. 

En pocas palabras, sufrimos en cada lado. Si esto es admitido, entonces permite una razón al menos de por qué deberíamos estar separados.

«Vuestra raza está sufriendo, a mi juicio, el mayor mal provocado a cualquier pueblo. Pero incluso cuando ustedes dejen de ser esclavos, ustedes estarán todavía lejos de ser puestos en igualdad con la raza Blanca. En este amplio continente, ni un solo hombre de vuestra raza es hecho el igual de un solo hombre nuestro. Vayan donde ustedes sean mejor tratados, y la prohibición está todavía sobre ustedes. No puedo alterar aquello aunque quisiera.

«No necesito contarles los efectos sobre los hombres Blancos que surgen de la institución de la esclavitud. Vean nuestra actual condición: ¡el país involucrado en una guerra!, nuestros hombres Blancos cortándose las gargantas entre sí, ninguno sabiendo cuán lejos esto se extenderá; y luego consideren lo que sabemos que es la verdad. Pero en favor de vuestra raza entre nosotros no habría ninguna guerra, y aunque muchos hombres se involucraran en cualquiera de ambos lados, no se preocupan por ustedes de ninguna forma. Es mejor para nosotros y ustedes, por lo tanto, estar separados» (Obras Completas de Abraham Lincoln, editadas por Roy P. Baler, 1953, vol. V, pp. 371-375).

Cuando Lincoln firmó la Proclamación de Emancipación, él de nuevo abogó por la "colonización" negra (la creación de un Estado negro separado, removido de Estados Unidos) durante su discurso después de la ceremonia de la firma:

«He impulsado la colonización de los negros, y seguiré haciéndolo. Mi Proclamación de Emancipación estaba unida con este plan. No hay espacio para dos razas distintas de hombres Blancos en Estados Unidos, mucho menos para dos razas distintas de Blancos y negros.

«No puedo concebir ninguna mayor calamidad que la asimilación del negro en nuestra vida social y política como nuestro igual. Dentro de veinte años nosotros podemos colonizar pacíficamente al negro y darle nuestra lengua, literatura, religión y sistema de gobierno bajo condiciones en las cuales él puede elevarse a la máxima medida de humanidad. 

Pero eso él nunca puede hacerlo aquí. Nunca podremos alcanzar la unión ideal que nuestros padres soñaron, con millones de una raza extranjera e inferior entre nosotros, cuya asimilación no es ni posible ni deseable» (Ibíd).

Tristemente para Estados Unidos, Lincoln fue asesinado por un simpatizante Confederado antes de que el Presidente pudiera materializar sus proyectos.–

http://editorial-streicher.blogspot.com/2017/08/sobre-el-mito-que-se-ha-hecho-de-lincoln.html

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