El Institute for the Study of War (Instituto para el Estudio de la Guerra, ISW) ha publicado un informe sobre la guerra en Ucrania que cubre el periodo transcurrido entre mayo y julio de 2017.
Los puntos principales:
Ucrania ha realizado progresos hacia la integración en las estructuras económicas, políticas y militares occidentales.
Sin embargo, las reformas internas de Ucrania se han estancado, ya que la política doméstica está cada vez más centrada en las elecciones legislativas y generales y menos en las reformas.
La campaña anticorrupción se ha estancado, la reforma de la legislación está paralizada en el Parlamento.
Las reformas políticas y económicas también están prácticamente paralizadas.
La retirada de la ciudadanía de Saakashvili mina los ideales democráticos y contradice los principios de la revolución de Euromaidan.
Las próximas elecciones darán lugar a un aumento de fuerzas de posiciones nacionalistas, pro-rusas y diversos populismos.
Rusia continúa desestabilizando Ucrania por medio de acciones indirectas, ocultas para no causar una respuesta internacional.
El ciberataque por medio del virus “Petya” y la eliminación de oficiales de alto rango de las fuerzas especiales de Ucrania [dos de ellos murieron en sendos ataques con bomba en Kiev y en la zona de Donbass controlada por Ucrania en el periodo que trata el informe-Ed] son elementos de esa estrategia.
Rusia continuará tratando de separar a Ucrania de sus aliados europeos.
Como ejemplo se plantea el deterioro de las relaciones entre Ucrania y Polonia [a causa del enaltecimiento de figuras como Bandera, OUN o UPA, que masacraron a la población polaca de lo que hoy es el oeste de Ucrania durante la Segunda Guerra Mundial-Ed].
Los acuerdos de Minsk no se cumplirán y los ejércitos de la RPD y la RPL continuarán realizando operaciones militares activas, también ofensivas.
El Kremlin continuará utilizando un amplio rango de instrumentos para limitar la influencia occidental en Ucrania con el objetivo de eliminar completamente el Gobierno prooccidental y devolver a Ucrania a la esfera de influencia de Rusia.
El principal mensaje del informe es que la guerra híbrida continúa en Ucrania, la situación interna en el país es muy inestable (a causa de la corrupción, el populismo, el estancamiento de las reformas y la vulnerabilidad ante las acciones rusas) y los riesgos aumentan.
El aumento de asistencia occidental se presenta como la principal herramienta para la estabilización de la situación y para contrarrestar los planes de Rusia.
El informe probablemente refleja la imagen que tiene de la situación en Ucrania la parte del establishment estadounidense que insiste en una intervención más activa en la guerra de Ucrania, especialmente ahora que se discute la posibilidad de suministrar armas letales a Kiev (incluyendo sistemas antitanque modernos), aspecto por el que presiona el Pentágono y ciertos círculos de la CIA y el Departamento de Estado.
Como la Casa Blanca sigue dudando en esta materia [igual que lo hiciera la administración anterior, a la que también se le exigió, desde los mismos círculos, entregar armas a Ucrania-Ed], es necesario elevar el tema a nivel internacional, tanto en canales abiertos como cerrados, lo que da lugar a la aparición de este tipo de materiales.
Su objetivo es justificar, de forma analítica, por qué es necesario suministrar armas a Ucrania.
Sin embargo, estos materiales no proporcionan ningún tipo de análisis sobre las consecuencias que podría tener, no hablan sobre el aumento de la intensidad de la batalla o las posibles medidas de respuesta “híbrida” de Rusia, con lo que la imagen general es muy distinta.
Pero, por otra parte, si el objetivo es aumentar la intensidad de la batalla en Donbass, entonces para qué van a causar el miedo de los receptores de estos análisis mencionando las evidentes consecuencias.
https://slavyangrad.es/2017/08/13/en-busca-de-mas-guerra/
