Según el diario libanés Al Ajbar, “Estados Unidos busca restablecer el contacto con Bashar Al-Assad a través de un tercer país, que sería el Sultanato de Omán”.
El periódico señala que “hay informes sobre los intentos de Washington de restablecer el contacto con el gobierno sirio, que se han producido supuestamente hace 15 días y que involucran al Sultanato de Omán, el mediador tradicional de las crisis regionales”.
Mascate habría intercambiado mensajes entre Damasco y Washington y los mensajes estadounidenses llaman a la celebración de reuniones en un tercer país.
Al Ajbar se refiere luego a la respuesta de Damasco a esta petición estadounidense indicando que el gobierno sirio han puesto una doble condición: “Cualquier reunión con representantes de Estados Unidos tendrá que tener lugar en Damasco, la capital siria. Y el contenido de las discusiones no debe estar sólo referido a la cuestión de la seguridad, sino que ha de abarcar tanto las cuestiones políticas como de seguridad, porque para Damasco estos dos temas están interrelacionados y son complementarios, y no se pueden abordar por separado”.
En cuanto a la delicada cuestión de la “reconstrucción”, Damasco ha insistido en que en ningún momento Siria se convertirá meramente en “una caja” donde “las partes ingresarán su ayuda pecuniaria”.
Los esfuerzos de mediación de Omán no han ido más allá de la etapa preliminar, pero que el hecho de que Estados Unidos busque ahora un contacto con el gobierno de Damasco representa, sin duda, una victoria para Siria.
Después de seis años de guerra y desestabilización, Estados Unidos renuncia al derrocamiento de Assad como una condición “sine qua non” para un arreglo de la crisis en Siria, del mismo modo que ha hecho Francia, que comienza también a volverse hacia Damasco. Todo ello supone una gran victoria para el pueblo de Siria y sus aliados.
En 2015 el entonces secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ya admitió en una entrevista difundida en el canal CBS que Estados Unidos debía negociar con Bashar Al-Asad para poner fin a la guerra civil en ese país. “Al final tendremos que negociar”, afirmó Kerry entonces.
Hasta ahora los contactos entre Estados Unidos y Siria han sido indirectos, a través de terceros países y, especialmente, de Rusia. Sin embargo, el papel de Omán ya no es de intermediario sino que tiene por objeto abrir un canal entre ambos países.
Con el rabo entre las piernas, los países de la Unión Europea también preparan la reapertura de sus embajadas en Damasco.
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