Pablo Gonzalez

El mito sobre como los soldados soviéticos violaron a un sinfín de alemanas en Berlin


El mito sobre como los soldados rusos violaron al sinfín de en Berlin, en general, corresponde al mito sobre como llevaron a la tumba a 85 mil prisioneros de Stalingrado sin prestarles la atención médica adecuada.

Primero, es sospechoso que el mito fue activado solamente 60 años después de la guerra. ¡Estaban callados con este tema tan sensacional durante todo el periodo de la Guerra Fria, cuando la semejante revelación sería más adecuada!

Así el falcificador inglés Antony Beevor se despertó solamente en 2002 ("Berlin: The Downfall 1945"), usando para su argumentación sobre todo las fotos del Ministerio de propaganda de Goebbels y también los datos de un libro de las feministas alemanas Helke Sander y Barbara Johr («Befreier und Befreite», 1992). 

Las feministas a base de un solo documento de una clínica infantil de Berlin sacaron sus conclusiones superextrañas sobre 2 millones de las alemanas violadas por los rusos.

En 2 palabras según este documento, los 12 de 237 (5%) niños nacidos en aquella clínica en 1945 y los 20 de 567 (3,5%) nacidos en 1946 fueron registrados como los rusos.

 Con esto los 5 de los primeros 12 y los 4 de los segundos 20 fueron niños de la violencia (las mujeres alemanas indicaron en estos 9 casos, que los padres fueron los rusos y que las violaron). Luego las feministas Helke Sander y Barbara Johr a base de los 9 casos con ayuda de las declaraciones de Goebbels, multiplicando, dividiendo, etc. sacan a la luz a las 2 millones de alemanas. Antony Beevor pinta el cuadro sobre las "hordas asiáticas" de los rusos y Max Färberböck filma la "Anonyma – Una mujer en Berlín", 2008.

La propaganda de Goebbels + 9 casos de la violencia registrados en 2 años en una clínica de Berlin = un best-seller de Antony Beevor y la peli de Max Färberböck.

La metodología de Helke Sander y Barbara Johr es absurda. 

Si la aplicamos a los datos de Hamburgo, resultará que los aliados occidentales violaron hasta 13 millones de alemanas, calculó Nikita Mendkóvich en su artículo "¿Quien violó a la Alemania?".

No soy idealista, entiendo perfectamente que después de las violencias y masacres organizadas (sic!) por los alemanes en los territorios de la URSS (mataron salvajamente, violaron 22 MILLONES DE LOS CIVILES), debería haber casos de la venganza de nuestra parte. 

Y los había, igual que también había fusilamientos de los violadores y saqueadores según las ordenes del estado mayor, preparadas al respecto:

"¡Oficiales y soldados! Nosotros entramos en el país enemigo. 

Cada uno de vosotros debe guardar autocontrol, cada uno debe ser valiente… 

La población que queda en los territorios conquistados, independientemente de su nacionalidad, sea alemana, checa, polaca, no debe ser sometida a ninguna agresión. Los culpables van a ser castigados según las leyes de guerra. 

En el territorio conquistado quedan prohibidas las relaciones sexuales. Por agresión y violación los culpables serán fusilados."

"Sobre el comportamiento en el territorio de Alemania", del 19 de enero de 1945



Osmar White, corresponsal de guerra de AUSTRALIA, simpatizante de los estadounidenses y ingleses, 

nota que si los crimenes de los soldados estadounidenses se quedaban impunes, en el Ejercito Rojo reinaba la severa disciplina. Según Osmar White, por cierto, los gringos hasta organizaron un burdel en el campo de concentración Buchenwald amueblado con los muebles de saqueo - no había déficit de prostitutas en Alemania arruinada y sin embargo sí había violencia de parte de los estadounidenses, a la cual sus jefes hacían la vista gorda.

"La cantidad de las violaciones, robos y humillaciones no es superior que en la zona de ocupación de los estadounidenses y ingleses, - escribe Osmar White. - Las historias salvajes de las barbaries rusas surgen por la exageración y alteración de los casos particulares... <...>

 Como dijo el jefe del buro anglo-estadounidense de prensa: "Entre los alemanes existe un fuerte y organizado movimeinto con el fin de sembrar la desconfianza entre los aliados con ayuda de los rumores y chismes...". Una mujer me contó tal historia, que se me pusieron los pelos de punta, pero al fin y al cabo ella se confesó que lo único que había visto con sus propios ojos fue como los borrachos oficiales soviéticos disparaban las pistolas en las botellas".

"Nuestra propaganda respecto a los rusos y lo que la población debería esperar de ellos en Berlin, fue tan exitosa, que nosotros llevamos a los berlinenses hasta el estado del extremo pavor", - se acuerda ayudante de Goebbels Werner Naumann. No es de sorprender, que los alemanes exgararan mucho.

Tampoco son sorprendentes las reacciones de los hitlerofilos europeos o hispanos ante tales desechos como Antony Beevor o Max Färberböck. Lo que sí es extraño es como unos rusos se animen por la propaganda de Goebbels en su nueva redacción. Al parecer esta propaganda se cuadra muy bien con el complejo de inferioridad, que se cultiva en las periferias mundiales tantos siglos.

Como dijo un veterano de Wehrmacht: "Si ganan los otros - rusos, polacos, franceses, checos - si hacen con el nuestro pueblo siquiera 1% de lo que nosotros hacíamos con ellos durante 6 años, dentro de unas semanas no se quedará ni un solo aleman vivo".

No hicimos nada de esto, al revés les ayudamos a recuperarse. Porque el comunismo y fascismo son como día y noche.

Fuente:

http://sinmujeresnohayrevolucion.blogspot.com.co/2014/08/el-mito-sobre-como-los-soldados.html?m=1

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