Pablo Gonzalez

La falsa campaña de los medios de propaganda del imperialismo contra las ‘noticias falsas’

Uno de los periódicos más (des)prestigiados que ha entrado en la campaña contra las noticias falsas es el francés “Le Monde”, para lo cual ha inventado “Decodex”, un artilugio informático que no es otra cosa que la vieja Inquisición medieval.

Si antes los que defendían la verdad entraban en el “índice de libros prohibidos”, ahora “Le Monde” hace lo mismo. Bajo las órdenes de la OTAN, cataloga a los demás medios para desacreditar sus informaciones. Son los “maleus maleficarum” (martillo de herejes) de la Santa Iglesia Mediática.

Aquellos que hayan escapado a la última campaña de comunicación de “Le Monde” deben saber que este diario, a fin de luchar contra las “falsas informaciones”, lanzó el pasado febrero una herramienta de evaluación de contenidos en línea denominada “Decodex”. La aplicación permite vía Google Chrome o Firefox acceder a la guía de fuentes enumeradas en el “Decodex”.

Mas exactamente, de conformidad con unas reglas prefijadas, esta herramienta proporciona “puntos buenos o malos” a través de cuadritos coloreados: rojos para “sitios que difunden falsas informaciones”, naranjas para “aquellos cuya fiabilidad es dudosa”, y azules para “las procedentes de sitios paródicos”.

Hay que destacar que los verdes, que indicaban los “sitios fiables” han sido suprimidos. En resumen, “Decodex” se inscribe en la lógica de la criminalización de fuentes que escapan a las redes profesionales de información, y opiniones a menudo iconoclastas que proceden de ellas. Esta iniciativa, como poco maniquea, ha sido acogida por un gran número de periodistas de manera negativa.

Pero seamos buenos jugadores y partamos del postulado de que cada empresa tiene su parte de buena fe. También, sin duda antes de mandar este “juguete extra” al museo de los objetos insólitos, sometamos las versión en internet de “Le Monde” a la crítica de su famoso “Decodex”.

En primer lugar, examinemos sucintamente la metodología del “Decodex” que, ahora, preconiza “la verificación de la información antes de compartirla, de verificar las fuentes, de juzgar la fiabilidad de una web, y también verificar un rumor que circule por las redes sociales con su corolario, el de reconocer una teoría complotista”. 

Para verificar esta “Carta”, trataremos cinco temas.

En 2016, para responder a la película “Las máscaras de la revolución”, de Paul Moreira, que trataba sobre el papel preponderante de los neonazis en Ucrania, Benoît Vitkine, periodista de “Le Monde”, titulaba una de sus crónicas así: “El documentalista lleva gafas deformantes. Pravy Sektor, Azov, Svoboda... Moreira hace de estos grupos de extrema derecha los artesanos de la revolución, cuando no eran más que uno de los brazos armados. 

Les presenta como una principal fuerza política, cuando sus logros electorales son insignificantes”.

1. ¿Cuáles son los otros brazos armados, ya que Benoit Vitkine sobreentiende que existen otros, sin llegar a nombrarlos?

2. Si existe una propaganda del Kremlin, existe igualmente una del lado “occidental”, basada en gran parte en los resultados electorales, buenos o no, de la extrema derecha ucraniana.

Desde 2014 este argumento sirve para minimizar todo lo posible la presencia de fascistas en el aparato de Estado ucraniano. Por regla general, los propagandistas franceses cierran el tema con un “también hay una extrema derecha en Francia”.

En primer lugar destaquemos que por un lado los periodistas de “Le Monde” proclaman que “los años 30 están de vuelta” y, por el otro, estos mismos periodistas disminuyen la importancia de los nazis hiperactivos que sin embargo están al servicio de un gobierno aliado con el Estado francés. 

¿Quién es Andrei Paruby, el comandante del Euromaidan? 

En 1991 fundó el Partido Nacional-Socialista de Ucrania con Oleh Tyahnybok. Este partido será más tarde el conocido como Svoboda.

El 14 de abril de 2016, Andrei Paruby se convirtió en el presidente del Parlamento ucraniano, en el camino hacia el puesto de primer ministro de sus dos predecesores. Según el diario alemán “Der Spiegel”: “El nombre de Partido Social-Nacional es una referencia intencional al Partido Nacional Socialista de Adolf Hitler”. Su emblema, el Wolfangel, era uno de los símbolos iniciales del partido nazi. Se convertirá en el logo del Partido Social-Nacional de Ucrania, y luego del partido de Paruby, Svoboda.

Además, pese a que la prensa británica en materia de política extranjera está alineada globalmente con su gobierno, frecuentemente relatan el papel principal de los batallones abiertamente neonazis al servicio de nuevo poder de Kiev. Son artículos corroborados por Amnesty International, que desde septiembre de 2014 alertaba a la opinión pública sobre los crímenes perpetrados por las tropas paramilitares ucranianas. 

Estos grupos de extrema derecha fueron identificados por el diario israelí “Haaretz”, que desde el inicio de los sucesos en Ucrania informan de que Pravy Sektor y Svoboda distribuían traducciones de “Mein Kampf” y de los “Protocolos de los Sabios de Sión” en la plaza Maidan.

¿Cómo ha clasificado “Decodex” inicialmente la prensa británica? Tanto “Daily Telegraph” como la BBC son definidos así: “Este sitio es en principio más bien fiable. 

No dude en confirmar la información buscando otras fuentes fiables o remontándose a su origen”. Frente a esta prensa británica que, observada con mas detalle, no es que esté alineada precisamente con los prejuicios del equipo de “Decodex”, ¿Qué piensa “Decodex” de la prensa oficial rusa?

A la pregunta de si “¿Es Russia Today, en su versión francesa, una fuente de información fiable?”, “Decodex” responde: “Una cadena de información asociada a una web de información, financiada por el poder ruso, creada en 2005 con el fin de dar una imagen más favorable de Vladimir Putin en el exterior. Este medio puede presentar investigaciones de calidad, pero presenta siempre el sesgo de reproducir informaciones favorables a Moscú”.

Respecto a otro sitio de información rusa, Sputnik en su versión francesa, “Decodex” ofrece un mensaje idéntico, añadiendo: “Sea prudente y cruce con otras fuentes. Si es posible, remóntese al origen de la información”.

Desde luego que nos adherimos al “sea prudente” aconsejado por los periodistas de “Decodex”. Solo que para los “decodificadores” la prensa rusa está enfeudada al Kremlin, mientras que “Le Monde” es, naturalmente, cuasi irreprochable... 

Señalemos sin embargo que “Le Monde” se beneficia cada año de una considerable ayuda del Estado francés, en la segunda posición de todas las publicaciones francesas que reciben fondos.

¿Qué dice “Decodex” respecto a su patrón “Le Monde”? Se contenta con un mensaje lapidario: “Un diario y web de información generalista. El grupo está dirigido desde 2010 por los hombres de negocios Xavier Niel, Pierre Bergé y Matthieu Pigasse”. Y concluye con la fórmula habitual: “No dude en confirmar la información cruzando con otras fuentes o remontándose a su origen”. Y es lo que vamos a hacer ahora.

Para ello, nos ha parecido importante volver a algo ya escrito. Mucho antes del “Decodex”, nos preguntábamos sobre las certezas de los patronos de la prensa. Para responder a esta cuestión, hemos ido a los trabajos de Noam Chomsky y Edward Herman, que co-escribían en 1988: “Manufacturando el consenso. La economía política de los mass media”. 

El libro se tradujo en 2008 al francés, con el título de “La fabrication du consentement”. Los dos intelectuales norteamericanos atraen nuestra atención sobre los cinco filtros que determinan la fabricación del consenso:

1) Tamaño, accionariado, orientación lucrativa
2) Regulación de la publicidad
3) Fuentes de información
4) Cortafuegos y otras formas de presión
5) Anticomunismo.

La propaganda puede organizarse mediante poderosas ONG o “círculos de reflexión” (think tanks), con el tiempo convertidos en grupos de presión. Para Noam Chomsky y Edward Herman, estas organizaciones, bajo la excusa del aval científico, influencian radicalmente el relato de los diferentes medios. Constituyen una “sociedad de expertos”, que juegan al mismo tiempo el papel de agentes del poder de EEUU en el origen de las fuentes primarias, que determinan la orientación de líneas editoriales. 

Hemos extraído de la galaxia de “think tanks” neoliberales o “atlantistas” una pequeña muestra a fin de centrar la atención sobre el peso político de sus miembros, y sobre sus fuentes de financiación, procedentes de seis categorías de proveedores de fondos: la industria del armamento, la energía, las finanzas, los medias y la comunicación, el Departamento de Estado estadounidense y los gobiernos aliados de Estados Unidos.

El Consejo Atlántico es la oficina de propaganda cuasi oficial de la OTAN. Integra una multitud de antiguos Secretarios de Estado norteamericanos, como Madeleine Albright, que lo fue con Clinton, Colin Powell, con Bush, Condoleezza Rice, que lo fue en los dos mandatos de George W. Bush, James Baker, Robert Gates, director de la CIA, que llegó a Secretario de Defensa con G.W. Bush conservando su puesto con Obama. Su financiación procede entre otros de ExxonMobil, Bank of America, Ejército de EEUU, la Fuerza Aérea de Estados Unidos, la Marina, Boeing, Rockefeller y compañía, Thales USA, etc.

El Washington Institute es una organización que fue duramente criticada por sus estrechas relaciones con el grupo de presión pro-israelí AIPAC. Entre los consejeros consultivos tenemos a Henry Kissinger, antiguo Secretario de Estado, o Richard Perle, ex Secretario adjunto a Defensa. También a Condoleezza Rice y R. James Woolsey, ex director de la CIA. Su financiación procede probablemente de la AIPAC.

La Fundación Carnegie está representada en Europa por Victoria Nuland, ex embajadora adjunta a la OTAN (2000-2003), y luego consejera del vicepresidente Dick Cheney (2003-2005) antes de ser empleada por Hillary Clinton. Entre sus financiadores destacamos entre otros la OpenSociey, Departamento de Defensa de EEUU, la Fundación Ford, Chevron, Emiratos Árabes Unidos, Morgan Stanley, Alemania, etc.

El Center for a New American Security reúne a personalidades políticas tales como el general David Petraeus, ex director de la CIA (2011-2012), Hillary Clinton y también Madeleine Albright. Sus financiadores son entre otros Boeing, el gobierno de Japón, Morgan Stanley, Open Society, Chevron, el Pentágono, Bank of America, Lockeed Martin, el ejército, la flota y la aviación de Estados Unidos, etc.

El Center for Strategic and International Studies cuenta en su consejo de administración con Henry Kissinger, con Zbigniew Brzezinski, geoestratega que aconsejó a los presidentes Carter, George W. Bush y Barack Obama, y James Woolsey, director de la CIA desde 1993 a 1995. Sus financiación procede entre otros de Bank Of America, Chevron, Lockeed Martin, Boeing Raytheon, Thales, Electricidad de Francia, la Cámara Comercio de EEUU... 

El Council on Foreign Relations es muy probablemente la principal estructura de influencia de la galaxia de “think tanks” atlantistas. Ahí tenemos a Henry Kissinger, Madeleine Albright, Colin Powell, Robert Gates y Gerald Ford, 38º presidente de los EEUU. Sus financieros son Bank of America, Exxon Mobil, Goldman Sachs, JPMorgan, Morgan Stanley, Credit Suisse, Deutsche Bank, Lazard, Airbus Group, Raytheon, Total, Cámara de Comercio de EEUU.

Entiéndase bien, no se trata de afirmar aquí que todos los periodistas están sometidos a intereses ocultos, pero en cualquier caso es obligatorio constatar que las redacciones de nuestros medios están todas “bajo una fuerte influencia”. 

Y se observa que el especialista en “golpes retorcidos” Henry Kissinger está presente en todos estos “think tanks” desde hace muchos años.

En materia de lucha contra las “teorías del complot”, el aval intelectual de “Le Monde” y de la prensa en su conjunto viene aportado por el teórico islamófobo Pierre André Taguieff. 

Es el hombre que “Le Monde” sigue y consulta desde hace años. Con el tiempo, “Le Monde” ha publicado un gran número de artículos en donde sus trabajos se toman como referencia. 

En el amplio abanico de elecciones sobre el tema, hemos elegido algunos ejemplos significativos. 

En su edición del 21-09-2015, “Le Monde” titula uno de sus artículos en forma de entrevista: “Para Pierre André Taguieff, la intelligentsia francesa subestima el antisemitismo”. 

En esta crónica, Taguieff aprovecha una vez más la ocasión para ofenderse de la lucha contra la islamofobia.

El editorial de “Le Monde” del 20-06-2012 está dedicado al asunto Merah. Allí también se le describe como un riguroso especialista en el conspiracionismo.

 En la edición del 23-02-2012, se lee que “en un número de ‘El hombre y la sociedad’ que data de 1985, Taguieff daba una útil definición: para los diferencialistas, la diferencia cultural se trata como una diferencia natural, una diferencia de naturaleza. Existirían numerosas naturalezas humanas”.

El 28-08-2008 Roger Pol Droit en la edición de “Le Monde des Livres” no escatima elogios hacia Taguieff. Para Droit, “Pierre André Taguieff construye una obra imponente, en la encrucijada de la historia de las ideas, de la sociología y de la intervención política”. 

Para Pierre Drouin en “Les colonnes du Monde” del 10-06-2004, “Pierre André Taguieff cuestiona la idea de progreso”. Nicolas Weill en “Le Monde” del 20-06-2002 escribía que “el sociólogo Pierre André Taguieff muestra los usos erráticos de la noción de populismo”.

Terminemos esta lista no exhaustiva con un notable neoconservador, Robert Redecker, que el 21-5-2002 aprovecha una recensión de Taguieff en “Le Monde” para ridiculizar a la izquierda antiimperialista. 

Totalmente convencido, Redecker define a Taguieff como “avisador de incendios”. Conviene destacar que el apoyo de “Le Monde” a Pierre André Taguieff viene desde hace décadas, también cuando en France Inter en 1997 declaraba que “dos millones de musulmanes en Francia son dos millones de potenciales integristas”. 

Taguieff está en el inicio del “método”, que consiste en mezclar temas serios, como la causa palestina con leyendas disparatadas, como los Iluminatis, siempre con el objetivo de ridiculizar a los militantes antiimperialistas.

Esta matriz se compone invariablemente de tres constantes: 

1) el principio de contradicción está totalmente violado en la narración,

 2) la indignación es selectiva, escapando siempre a la crítica las dictaduras aliadas a Occidente, 

3) cuando aborda el complotismo, algunos hechos son sistemáticamente ignorados (Operación Cóndor, Red Gladio...).

Su curriculum no es más reluciente que su retórica. Pierre André Taguieff fue un hiperactivo contribuyente a la web drzz.info, luego dreuz.info, que publica las diatribas xenófobas e islamófobas de Daniel Pipes. 

Pero dreuz.info es sobre todo y ante todo una tribuna permanente para la teoría de Eurabia, neologismo forjado en 2005 por la ensayista y colaboradora de dreuz.info, Bat Ye’Or. El concepto Eurabia a menudo es empleado por los movimientos de extrema derecha que hablan de una Europa absorbida por el mundo árabe.

¿Y que nos dice “Decodex” de la web Dreuz, en donde ha oficiado Pierre André Taguieff? A la pregunta de si dreuz.info es una fuente de información fiable, la respuesta es: “Un blog que se reivindica como ‘pro-americano’, ‘pro-israelí’ y ‘neo-conservador’. Publica regularmente informaciones falsas, principalmente sobre información”.

Esta consigna se sigue de su opinión: “Este sitio difunde un significativo número de informaciones falsas y/o artículos engañosos. Esté atento y crúcelo con otras fuentes de información más fiables.

 Si es posible, remóntese al origen de la información”. Una alerta apoyada por numerosos artículos. 

Sin embargo los de “Decodex” se guardan bien de señalar la relación entre los islamófobos pro-Eurabia de Dreuz y el “politólogo” por todos consultado Pierre André Taguieff.

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