Pocos son los libros capaces de captar con tanta sutileza y vigor, la esencia de los dioses griegos como éste de Walter F. Otto, considerado ya desde su primera publicación en 1929 como un clásico incuestionable en la materia.
Su obra posee la rara virtud de hacernos revivir la claridad armoniosa de una cosmovisión, tan extraña al hombre moderno, como es la de los mitos griegos, tratando de aproximarnos en lo posible al espíritu original del pensamiento que los concibió.