Hay discursos que acaban dejando huella en la historia. El extraordinario discurso que ofreció Vladimir Putin en la conferencia de Valdai en Sochi puede ser uno de ellos.
Los medios de comunicación occidentales hicieron todo lo posible para ignorarlo o para alterar su significado, pero independientemente de lo que usted piense acerca de Putin, de si está en su favor o en su contra, éste ha sido probablemente el discurso político más importante desde el discurso de Winston Churchill el 5 de marzo de 1946, en el que popularizó el término “Telón de Acero”.
En este discurso, Putin ha cambiado abruptamente las reglas del juego.
Hasta ahora, el juego de la política internacional se jugaba de la siguiente manera: los políticos hacían declaraciones públicas, en aras de mantener una agradable ficción de soberanía nacional, pero eran solo una impostura y no tenían nada que ver con la sustancia de la política internacional; entre tanto, participaban en negociaciones secretas, en las que se establecían los auténticos acuerdos.
Hasta ahora, Putin ha tratado de jugar a este juego, esperando que Rusia fuera tratada como un igual. Pero estas esperanzas se han desvanecido y en esta conferencia, declaró que el juego se acabó, violando de manera explícita el tabú occidental de hablarle directamente a la gente acerca de los jefes de los clanes de las élites y de los líderes políticos a los que dominan.
El blogger ruso Chipstone, resumió los puntos más destacados del discurso de Putin de la siguiente manera:
1. A partir de ahora, Rusia dejará de jugar y de participar en negociaciones a puerta cerrada acerca de bagatelas. Sin embargo, Rusia está preparada para establecer conversaciones y acuerdos serios, si éstas conducen a un escenario de seguridad colectiva, se basan en la equidad y tienen en cuenta los intereses de cada lado.
2. En estos momentos, todos los sistemas de seguridad colectiva mundial estan destruidos. Ya no hay ninguna garantía de seguridad internacional en absoluto. Y la entidad que los ha destruido tiene un nombre: Los Estados Unidos de América.
3. Los constructores del Nuevo Orden Mundial han fracasado, pues lo único que han construido ha sido un castillo de arena. Que se cree o no se cree un Nuevo Orden Mundial, sea del tipo que sea, no es una decisión que solo ataña a Rusia, pero lo que está claro es que no es una decisión que se pueda tomar sin contar con Rusia.
4. Rusia se inclina por un enfoque conservador en lo referente a la introducción de innovaciones en el orden social, pero no se opone a la investigación y a la discusión de tales innovaciones, para dirimir si la introducción de cualquiera de estas innovaciones puede estar justificada.
5. Rusia no tiene la intención de ir a pescar en el río revuelto y en las aguas turbias creadas por la perpetua expansión del “imperio del caos” de EEUU y no tiene ningún interés en la construcción de un nuevo imperio propio (para Rusia eso es innecesario; los desafíos de Rusia se centran en el desarrollo de su ya vasto territorio). Rusia tampoco está dispuesta a actuar como salvadora del mundo, como hizo en el pasado.
6. Rusia no intentará volver a formatear el mundo a su propia imagen e interés, pero tampoco le permitirá a nadie que lo reformatee a su imagen e interés. Rusia no se cerrará a sí misma al resto del mundo, pero cualquier persona que intente excluir a Rusia del resto del mundo, puede estar segura de que se enfrentará a un vendaval.
7. Rusia no desea que el caos se extienda, no quiere la guerra, y no tiene intención de iniciar ninguna. Sin embargo, hoy en día Rusia ve el estallido de la guerra mundial como casi inevitable, está preparada para ella y continúa preparándose para ella. Rusia no hace la guerra, pero tampoco la teme.
8. Rusia no tiene intención de tomar un papel activo en frustrar los planes de aquellos que todavía están tratando de construir su deseado Nuevo Orden Mundial, a no ser que sus esfuerzos empiecen a afectar a los intereses fundamentales de Rusia.
Rusia preferiría esperar pacientemente y asistir al espectáuclo de ver como ellos mismos se van dando golpes y provocándose tantos chichones en sus pobres cabezas como puedan soportar. Pero aquellos que intenten arrastrar a Rusia hacia este proceso, despreciando sus intereses, se enfrentarán al verdadero significado de la palabra dolor.
9. En su representación exterior, y más aún, en clave de política interna, el poder de Rusia no se basa en las élites y en sus negociaciones a puerta cerrada, sino en la voluntad del pueblo.
A estos nueve puntos nos gustaría añadir un décimo:
10. Aún existe la oportunidad de construir un Nuevo Orden Mundial que evite el estallido de una guerra mundial. Este nuevo orden mundial, necesariamente incluye a los Estados Unidos, pero sólo podrán hacerlo si EEUU acepta participar en las mismas condiciones que todos los demás: con sujeción a la ley internacional y a los acuerdos internacionales; absteniéndose de realizar acciones unilaterales; y con pleno respeto por la soberanía de las otras naciones.
Para resumirlo todo:
El tiempo de recreo ha terminado. Niños, guarden sus juguetes. Ahora es el momento de que los adultos tomen decisiones. Rusia está lista para hacerlo ¿Lo está el mundo?