El canciller británico, Boris Johnson, canceló este sábado su visita a Moscú, prevista para este lunes, 10 de abril, según reza un comunicado difundido a través del sitio del ministerio británico de Exteriores.
El propio Johnson explica que tomó la decisión porque "el desarrollo de los acontecimientos en Siria ha cambiado la situación de manera fundamental", si bien varias fuentes del periódico 'The Independent' aseguran que su decisión forma parte de un plan coordinado con EE.UU.
El periódico subraya que Johnson canceló su visita tras conversar con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, después del ataque contra la base aérea siria de Shayrat, que ha abierto una oportunidad para que los países occidentales obliguen a Rusia a adoptar una posición más beneficiosa para ellos en las negociaciones de paz sobre Siria.
Mientras tanto, el viaje de Tillerson a Rusia, previsto para los días 11 y 12 de abril, sí que sigue en la agenda de Washington.
En este sentido, según expertos del diario, Johnson se sintió "relajado" al no ser él quien "entregue el mensaje" al Kremlin.
Asimismo, fuentes de 'The Independent' sostienen que ambos cancilleres decidieron que una sola visita en lugar de dos les permitiría presentar una posición común.
¿En qué consiste el plan?
Johnson asegura en su comunicado que, actualmente, su "prioridad" pasa por "seguir contactando con EE.UU. y los demás [países participantes] en vísperas de la cumbre del G7" planeada para los días 10 y 11 de abril, o sea, antes de la llegada de Tillerson a Moscú. 'The Independent' asegura que ello permitirá al canciller británico recabar más apoyos entre los países miembro del grupo.
La base aérea Shayrat del Ejército sirio, en la provincia de Homs, el 7 de abril de 2017.Mikhail VoskresenskiySputnik
El medio apunta que Johnson instará a otros participantes a dar pasos como la denuncia del presidente sirio, Bashar al Assad, exigir la desmilitarización de las fuerzas rusas en aquel país árabe y la elaboración de planes para "reconstruir la infraestructura" relacionada con un acuerdo de paz.
Richard Dannatt, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, ha señalado que el bombardeo en Homs atestigua que EE.UU. "quiere mostrar un poco de liderazgo". "La diplomacia siempre es mejor si va respaldada por la fuerza", concluye el militar, si bien confiesa que no cree que el ataque desemboque "inevitablemente" en actividades militares futuras.
"Occidente vive en su propia realidad"
"Nuestros colegas occidentales parecen vivir en su propia realidad, en la que primero inventan planes colectivos de forma unilateral y después —también de forma unilateral— los cambian", dijo la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, al conocer que Johnson había cancelado su viaje a Moscú, informa la agencia RIA Novosti.
"Hace mucho que la coherencia y la estabilidad ya no son la tarjeta de visita de la política exterior occidental", se lamentó la vocera rusa, que también destacó que su país "siempre" ha apoyado la creación de relaciones estables basadas en las normas jurídicas internacionales.
EE.UU. lanzó este viernes 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea Shayrat del Ejército sirio. El ataque dejó muertos y heridos, incluidos civiles y niños.
Washington justificó esa maniobra por el supuesto ataque con armas químicas ocurrido el 4 de abril en Jan Sheijun, en la localidad de Idlib (Siria), en el que habrían muerto entre 58 y 100 personas.
Varios altos funcionarios de Rusia alegan que Washington adoptó esa medida antes de que se investigaran los hechos.
El presidente Vladímir Putin y el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, declararon que el ataque se lanzó sobre la base de "una excusa ficticia".