— El lunes 6/03/17- se dio a conocer el nuevo proyecto de ley republicano, la Ley de Cuidados de Salud Estadounidense, en un proceso que sus partidarios describen como la fase de derogar y reemplazar para acabar con la ley ACA de Obama de 2010 (Ley de Cuidados de Salud Asequible) tan destructiva. Ciertos rasgos esenciales del nuevo proyecto de ley, y otras acciones que la Casa Blanca ha anunciado que se van a emprender, mantienen las mismas premisas que la abominación del Obamacare, es decir, que se debe limitar el tratamiento médico para los pobres y que deben continuar las concesiones a las mega compañías aseguradoras, para “estabilizar” el mercado.
Otros aspectos del proyecto de ley le dan más apoyo a las cuentas de ahorros para la atención médica y al reembolso de créditos tributario por comprar seguros privados.
Hay una prisa para tratar de someter el proyecto a votación en el Congreso.
Las subcomisiones no tienen planeadas ninguna audiencia.
En vez de esto, desde el día siguiente se celebraron reuniones simultáneas de todos los miembros de la Comisión de Medios y Arbitrios y de Comercio para modificar y votar sobre el proyecto de ley.
El nuevo proyecto de ley de 123 páginas (57 de esas páginas son medidas de derogación y 66 medidas nuevas) es parte de lo que el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que eran tres áreas de acción en los días venideros.
Primero, el proyecto de ley en sí;
segundo órdenes ejecutivas para “estabilizar el mercado” (léase: ayuda federal para el sector asegurador de Wall Street); y por último, diversas medidas por anunciarse, como bajar el costo de los medicamentos,“aumentando la competencia” entre los abastecedores, y amortiguando los picos en las primas de seguro al permitirle a las aseguradoras vender pólizas sin importar fronteras estatales, etc.
En relación al estrato de 70.5 millones de pobres a nivel nacional, que dependen del Medicaid para servicios de salud, este programa se va a limitar y se va a congelar.
En cierta fecha, se va a parar la expansión del Medicaid.
Además, quienes están actualmente bajo el Medicaid, tendrán un límite sobre lo que se puede gastar en cada paciente.
A cada estado se le dará una suma fija según el número de personas pobres en cada categoría: incapacitados, tercera edad, mujeres embarazadas, adultos sin hijos, etc.
Así que, a diferencia de lo que se consideraba era el Medicaid en la década de 1960, una red de seguridad temporal de servicios para los pobres como una solución provisional hasta que se revirtiera la recesión económica, ahora la visión actual es considerar el Medicaid como un botadero para cualquiera que se empobrezca, que entonces verá reducidos sus tratamientos.
En otras palabras, el modelo del salud de Hitler de “vidas que no vale la pena vivir”.
Mientras tanto, el nuevo proyecto de ley autoriza la creación de un fondo de $100 mil millones, en el transcurso de una década, para que lo utilicen los estados para ayudar a subsidiar a las compañías de seguro en sus estados y propósitos relacionados.
Del 2013 al 2016, el Obamacare repartió miles de millones a las compañías aseguradoras privadas para garantizarle sus ganancias, en lo que se llamó eufemísticamente como “pagos por ajuste de riesgo”.
Este programa expiró en diciembre del 2016.
Los directores de las compañías aseguradoras gigantescas (Aetna, Humana, UnitedHealth y otras) fueron a la Casa Blanca la semana pasada, pidiendo que continuaran los pagos federales, bajo la excusa de que aportaba “estabilidad en el mercado” a las aseguradoras.
https://es.larouchepac.com/es/20170309-8