Creo que es más sensato creer en Dios que ser ateo.
Y creyendo en Dios, es aún más sensato no creer en ninguna religión ni asistir a ninguna iglesia.
Vivir sin dar ni tiempo, ni obediencia, ni dinero a líderes religiosos corruptos que hacen de la religión un negocio.
Las religiones siempre han evadido las obligaciones fiscales que cualquier ciudadano o empresa cumplen.
¿Cómo? Dando una falsa apariencia de caridad.
Afirman ser entidades “no lucrativas”, o asociaciones “sin fines de lucro”. Nada más falso.
Las iglesias, en la cruda y oscura realidad, son instituciones recolectoras de dinero, de dinero fácil.
La religión, sea la que sea, sin dinero se desploma.
Este es el resultado de que la Iglesia Católica no pague impuestos en ningún país: lujo desvergonzado
Ojalá el gobierno volteara a ver a estas instituciones rapaces que no hacen ningún bien a la sociedad humana: la Iglesia Católica Romana, las iglesias protestantes (luterana, presbiteriana, calvinista y metodista), las múltiples iglesias evangélicas y pentecostales, la Iglesia de Dios Israelita, la Iglesia La Luz del Mundo, la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones) y la Iglesia Universal del Reino de Dios “Pare de Sufrir”, entre otras; y quitarles la exención del pago de impuestos en diezmos y ofrendas, porque no son mas que máquinas de hacer dinero, con líderes parásitos que no trabajan y que viven cómodamente gracias al dinero aportado por sus feligreses. Para muestra, sirvan los siguientes ejemplos.
LA IGLESIA CATÓLICA, LA EMPRESA MÁS PODEROSA DE LA TIERRA
La Iglesia Católica posee un descomunal poder político y económico en gran parte de la Tierra que ha ido acumulando a lo largo del tiempo.
En el siglo XVI, cuando incursionó a tierras americanas, se dedicó —antes que a ninguna otra cosa— a saquear las riquezas de todos los pueblos precolombinos, especialmente el oro, el cual fue llevado a Europa para revestir catedrales y dar vida de opulencia a los monarcas gobernantes de la Iglesia.
Acto seguido: cometió genocidios contra las masas de personas que se negaban a aceptar el catolicismo, e impuso por la fuerza los ritos y prácticas de esta nueva religión, lo que implicaba el aporte económico de cada persona para continuar con el fortalecimiento del imperio católico-romano.
Es típico que cuando la Iglesia llega a conquistar territorios nuevos, les hace creer a los nativos del lugar que una Virgen se apareció milagrosamente y que tienen que rendirle culto y obedecer a la Iglesia. Esto ha resultado demasiado eficaz para la obtención de dinero.
La Virgen de Guadalupe hace llover millones de dólares
México es un bastión del catolicismo; más de ochenta millones se declaran súbditos del Vaticano. Los católicos mexicanos hacen aportes millonarios al país europeo Vaticano, gracias a las ganancias que produce el culto a la Virgen de Guadalupe. Sí, el culto a esa deidad es un negocio de cantidades incuantificables, como veremos a continuación.
De acuerdo a las cifras del Gobierno de la Ciudad de México (México), el 12 de diciembre de 2013, seis millones de fervorosos católicos visitaron la Basílica de Guadalupe en un sólo día. Si cada uno dio 12 pesos de “limosna”, es decir, 1 dólar (evidentemente muchos dieron mucho más), tenemos que por lo menos 72 millones de pesos recolectó esa Iglesia rapaz en un sólo día (la cifra bien pudo rebasar los 100 millones).
Pero el 12 de diciembre no es el único día que ese lugar recibe un mar de fieles. Cada año ese recinto financiero recibe la visita de veinte millones de fervorosos católicos. Y ningún visitante se va sin depositar una cantidad de dinero.
¿En dónde específicamente se depositan las “limosnas”?
El dinero cae por un cepo, conectado auna tubería en el subsuelo del templo. Fue construido en 1974 cuando el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez erigió la nueva Basílica.
La razón de esta máquina, cuya apariencia emula los artefactos de tortura de la Edad Media o las gigantescas alcancías del Renacimiento, es que la mayor parte del dinero llega en monedas. Cientos, miles, quizá millones de monedas, con todas sus denominaciones, caen a diario en un caudaloso río. “Contarlas de otro modo sería imposible”, afirma el cura Pedro Herrasti.
Las monedas se quedan ahí hasta conformar una suma.
Horacio Sentíes, cronista de la Villa de Guadalupe, siempre ha dicho que “el principal misterio de la basílica no es la aparición de la virgen sino la desaparición de las multimillonarias limosnas que dejan en el santuario los fieles guadalupanos”. Con toda seguridad, la Basílica de Guadalupe es la alcancía religiosa más grande de América.
La Virgen de Guadalupe es bastante “milagrosa”: hace que se llenen de millones y millones las arcas de la Iglesia.
¿Qué hacen con tanto dinero? Fortalecer la imagen de poder del Vaticano. Engrosar las cifras del Banco Vaticano. Pagar sueldos al clero pederasta. Dar vida de opulencia a la alta jerarquía. Ni un sólo centavo al gobierno, porque supuestamente son una entidad “no lucrativa”. ¿Quién puede creer esto?
Muchos clientes… mucho dinero
Puesto que esta religión tiene más de mil millones de miembros en todo el mundo, ¿a cuánto ascenderán los diezmos, limosnas, narcolimosnas (dinero de narcotraficantes), inversiones, donaciones y regalos provenientes de mil millones de personas, presidentes y reyes? Piensa… deben ser cientos y cientos de miles de millones de dólares.
En cada país donde el catolicismo tiene presencia, existe un día especialmente dedicado a la idolatría de una virgen local, que en realidad significa entrada de dinero a raudales para el imperio católico-romano. También las fiestas patronales de muchos pueblos y ciudades son eventos que se traducen en incontables cantidades de dinero para esta empresa político-religiosa.
Los tesoros del Vaticano también le dan mucho dinero a esta multinacional religiosa. Por ejemplo, la visita a los museos de la “Santa” Sede (de “santa” no tiene nada), incluyendo la capilla sixtina, tiene un costo de 16 euros por persona (ver enlace).
¿Cuántas personas visitan al día estos sitios? Veinte mil personas (es decir, 320 mil euros diarios en ganancias); en un año, cinco millones de personas pagan sólo para entrar a observar el interior del Vaticano.
Esto significa que esta religión recibe tan sólo por visitas guiadas 80 millones de euros al año; 90 millones de dólares estadounidenses; 1,170 millones de pesos mexicanos.
Y resulta más sorprendente, que ahora el Papa Francisco renta a empresas privadas la capilla sixtina. Sí, desde el pasado 21 de octubre de 2014, el Vaticano tiene otra forma de exprimir más dinero. ¿Quién alquiló la capilla sixtina? La agencia de autos de lujo Porsche, la cual ofreció un concierto y un tour a 40 invitados a un precio de 5,900 dólares por persona. (ver enlace)
Por si todo lo anterior fuera poco, no hay que olvidar que la Iglesia cobra cuotas a los feligreses que desean usar sus templos religiosos para la realización de bodas, bautizos, confirmaciones, comuniones, fiestas de XV años, funerales, coronación de reyes nacionales, etc. ¡Qué rentables son los templos religiosos del catolicismo!
A esto hay que sumarle su descomunal red inmobiliaria de cientos de miles de lujosas iglesias y catedrales revestidas de oro y mármol (la capilla sixtina —una pequeña porción del Vaticano— tiene un valor material de 800 millones de dólares); así como basílicas, santuarios, conventos, monasterios, seminarios, edificios administrativos, museos, escuelas, hoteles, restaurantes, hospitales y bibliotecas esparcidos por toda la Tierra.
Tan sólo en Italia, la Iglesia Católica posee entre 20% y 22% del patrimonio inmobiliario nacional, un total de 115 mil inmuebles, 9 mil escuelas y más de 4 mil hospitales; así como 3 mil 300 propiedades convertidas en hoteles y restaurantes que generan ganancias de más de 4 mil millones de euros al año al imperio católico romano. (Ver enlace)
Es indudable que el catolicismo es la empresa inmobiliaria más grande de la Tierra. ¿Qué autoridad gubernamental investiga el destino y uso de tanto dinero? ¿Por qué una religión tan poderosa debería estar exenta del pago de impuestos?
¿Crees que todo esto es suficiente para el catolicismo? No. Esta religión saqueadora y rapaz, en 2008 recibió de parte del gobierno de España 5000 millones de euros para su financiamiento.
Es decir, no conforme con todo el dinero que recibe de los adeptos, los ciudadanos españoles tienen que contribuir de su dinero al financiamiento de la Iglesia, sean adeptos o no.
El catolicismo no sólo no paga impuestos, sino que las personas de aquel país tienen que pagarle impuestos a la Iglesia. (Ver enlace)
El catolicismo contra el cristianismo
¿TÚ crees sinceramente que Cristo tendría relación alguna con una empresa tan poderosa?
¿Qué pasaría si alguna vez la Iglesia se deshiciera de todo su dinero y de todos sus bienes y repartiera entre los pobres, tal como Jesús exhortaba a los poderosos de su tiempo? Seguramente con todo lo obtenido, podría eliminarse el hambre y la pobreza de la Tierra.
Pero eso la Iglesia nunca lo hará, porque dejaría de proyectar esa imagen de poder y riquezas que tanto le encanta manifestar.
El catolicismo no sería lo que es sin sus suntuosos y gigantescos templos religiosos.
La verdad es que esta empresa político-religiosa —corrupta hasta la médula— nada tiene que ver con Jesús o con Sus humildes apóstoles del siglo primero.
Le gusta hacer oídos sordos ante aquellos versículos bíblicos que condenan la acumulación de riquezas. Jesús tan sólo ha sido para la Iglesia un producto mercantil para obtener tesoros, lujos, riquezas y dinero.
La sencillez de Cristo Jesús es algo que hace pedazos a la Iglesia Católica, pues Él nunca fundó una institución político-religiosa que ha acumulado más tesoros que ninguna otra empresa en el mundo.
Pero el catolicismo no es la única religión que siente un hambre voraz por el dinero y las riquezas. Siguen su ejemplo fielmente las iglesias protestantes, las iglesias evangélicas, la iglesia adventista, la iglesia mormona, entre muchas otras.
EL MUNDO EVANGÉLICO-PENTECOSTAL: NEGOCIO SIN ESCRÚPULOS
Otro caso —bastante crítico— son las iglesias evangélicas y pentecostales, cuyos pastores trasquilan hábilmente a las “ovejas” a un grado inimaginable. Son miles de este tipo de iglesias que están esparcidas por todo el continente americano.
Debido a su gran fragmentación, no es posible de hablar de una sóla institución. Existen diferencias entre una y otra, si bien esas diferencias son mínimas y tienen que ver con lo doctrinal. Lo que sí tienen en común es: sobreexplotar el nombre de Jesús para obtener grandes cantidades de dinero. Aquí un ejemplo de lo que sucede en el mundo evangélico-pentecostal:
En la denominación evangélica Iglesia Cristiana Interdenominacional (ICIAR), en México, los miembros tienen que dar diezmo (el 10% de su salario).
¿Para qué se usa este dinero? No es para el mantenimiento de los templos, ni para construir iglesias, ni para ayudar a los necesitados.
El dinero del diezmo es para mantener a los pastores (es su sueldo).
Pero este no es el único dinero que aportan los incautos feligreses. También tienen que dar ofrendas en cada reunión religiosa (más dinero), comprar comida que venden afuera del templo (más dinero) y participar en rifas y sorteos que, por supuesto, aportan más dinero a los parásitos pastores.
Y por si lo anterior fuera poco, también cada miembro tiene que aportar de 500 pesos a 1000 pesos anuales en el mes de diciembre, dinero que curiosamente piden en el mes en que en México son repartidos los aguinaldos.
¿Así o más oportunistas?
El diezmo es por cabeza, por cada miembro de la familia. No puede haber un diezmo familiar. Los niños también tienen que dar diezmo.
Si una mujer es creyente pero el esposo no, la mujer debe de dar diezmo del sueldo del esposo no creyente.
Generalmente, los pastores piden al feligrés incauto su nómina o comprobante de ingresos del lugar donde trabaja para asegurarse que la cuota aportada sea verdadera y exacta.
Los feligreses que diezman son bautizados, por lo que a las personas que asisten por primera vez a un culto evangélico se les insiste demasiado en bautizarse, y les convencen que es un privilegio diezmar.
En términos netos, un feligrés aporta aproximadamente de un 20% a un 25% de su sueldo mensual: el 10% es el diezmo y el otro 10 a 15% se reparte entre ofrendas, sorteos, dinero para construir templos o alguna otra ofrenda especial.
Altos líderes: los más beneficiados del negocio
Al mismo tiempo, cada pastor de cada iglesia o recinto religioso tiene que enviar al presidente o director de su denominación el 10% de todo lo recolectado.
Es decir, si una denominación tiene registradas 1,500 iglesias dentro de su asociación, recibirá el 10% del dinero recaudado de cada una de esas 1,500 iglesias comprendidas dentro de su jurisdicción.
Los directores o presidentes de las iglesias evangélicas son los más beneficiados en esta clase de negocios. Jesucristo, en quien supuestamente creen, dijo: “Recibieron gratis, den gratis” (Mateo 10:8). Pero en las iglesias evangélicas y pentecostales nada es gratis.
En todas las iglesias evangélicas y pentecostales sin excepción es el mismo fraude: estafar y explotar a cada miembro.
Y si los feligreses no cumplen con sus obligaciones monetarias, son coaccionados por los pastores, diciéndoles que le están robando a Dios y que se irán al infierno. Incluso llegan a ser ignorados y excluidos dentro del templo religioso.
Los miembros que no trabajan o que pierden su empleo son mal vistos e indeseables, pues están en incapacidad de aportar dinero.
Si el gobierno de cada país interniviera a estos negocios religiosos, muchos de ellos no existirían. Por mencionar algunos, sobresalen la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, Iglesia Cristiana Interdenominacional, Asambleas de Dios, Iglesia Bautista, Iglesia de Dios de la Profecía, Iglesia del Nazareno, Iglesia de Dios Israelita, Iglesia de Dios Cristo Viene, Fraternidad Cristiana, Amistad Cristiana, Iglesia Casa de Dios, Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular, Iglesia Cristiana Maranatha, Iglesia Metodista, Iglesia Presbiteriana, Iglesia Pentecostal Unida, Iglesia Evangélica Pentecostés Independiente, etc.
El pastor evangélico (o pentecostal) es un charlatán, un maestro del engaño, que habla con una efusividad exagerada para lograr convencer a sus oyentes.
En sus discursos o predicaciones, grita, hace ademanes exagerados, se mueve de un lado a otro, hace oraciones escandalosas.
El tema central de sus discursos es el dinero y la prosperidad económica. Suelen decir: “¡Si tú le das dinero a Dios, él te va a bendecir dándote más!”.
Su trabajo es engañar, persuadir, conmover… y el resultado es el diezmo de cada persona, pues ese dinero es su sueldo.
¿Cómo pueden dormir estos mercaderes de la fe? Esos individuos son hienas rapaces, a cuyas víctimas —los feligreses— les venden salvación.
OTRAS IGLESIAS PROTESTANTES DEDICADAS A ESTAFAR
Exactamente lo mismo sucede con los Adventistas del Séptimo Día, los Mormones, la Iglesia La Luz del Mundo y la Iglesia Universal del Reino de Dios “Pare de Sufrir”.
Son religiones que sólo quieren el dinero de las personas. Estafan y estafan con palabras dulces y encantadoras que prometen vida eterna. Venden salvación a cuantos incautos se dejan endulzar los oídos.
Explotan emociones hasta las lágrimas. Les hacen creer que pertenecen a un grupo único elegido por Dios. Jesús es, para ellos, un producto mercantil; para eso les sirve Jesús.
Su único y verdadero fin es obtener el 10% del salario de cada feligrés, a parte de otras contribuciones. Todo para mantener a líderes parásitos y construir suntuosos templos.
Tan sólo en el año 2010, la Iglesia Adventista del Séptimo Día recibió 14 mil millones de dólares por concepto de diezmos (168 mil millones de pesos mexicanos).
Esta cifra es sin contar las ofrendas y otras donaciones que los miembros se ven coaccionados a aportar. (Ver enlace). Sin duda, a esta religión explotadora le importa más el dinero, que su obsesión por el día sábado.
En el caso de la religión de los Testigos de Jehová no existe el concepto del diezmo, ni aún sugerido. Es menos estafadora que las anteriormente mencionadas.
Sin embargo, la mayor parte de sus ingresos (donativos) provienen de la distribución de libros, revistas, folletos, calendarios, CD’s y DVD’s, los cuales son elaborados por ellos mismos en gigantescas y lujosas imprentas rodeadas de jardines enormes.
Y aunque tales publicaciones no se venden con tarifa específica, los testigos de Jehová sí piden aportaciones por su literatura rebuscada.
¿Cuánto dinero no aportarían al erario si todas esas máquinas recolectoras de dinero pagaran impuestos? Son, realmente, cientos y cientos de miles de millones de dólares que los líderes religiosos reciben por hablarles bonito y bondadoso a personas incautas.
EL PODERÍO ECONÓMICO DE LAS IGLESIAS
A continuación una galería de imágenes que muestra el poderío económico de los grupos religiosos, construyendo enormes y suntuosos templos. ¿Para qué, o por qué? Porque es la forma en que demuestran altanería, soberbia, propotencia, presunción. Las adornan con torres enormes y puertas para gigantes.
No hay sencillez cristiana.
Y debes tomar en cuenta que estos edificios no se construyeron con el dinero de los diezmos, sino con otras ofrendas que los líderes lograron sacar a los incautos feligreses a través del engaño y la persuasión.
Al ver todas las siguientes imágenes, ten en mente un versículo bíblico que los líderes religiosos han preferido ignorar a propósito:
¿Qué indica la suntuosa sede de la Iglesia La Luz del Mundo en Guadalajara, México? Una religión que recibe jugosas ganancias del dinero de sus adeptos.
Interior del Templo Sede de la Iglesia La Luz del Mundo, en Guadalajara (México), con capacidad para 14 mil personas. Esta religión sigue el mismo modelo del catolicismo: líderes autoproclamados santos, idolatrados por sus feligreses, y construcciones descomunales para mostrar poderío a sus religiones rivales.Una lujosa iglesia Adventista del Séptimo Día en Washington, Estados Unidos.
Es notorio el poderío económico de las religiones que explotan a sus miembros y evaden obligaciones fiscales.
Una iglesia Mormona en San Diego, California. Esta religión se caracteriza por construir templos impresionantes y lujosos.
Es un buen negocio la iglesia de los mormones.
Una iglesia presbiteriana (evangélica) en Brasil. Este tipo de edificios religiosos tan suntuosos indican dos cosas: el poderío económico que quieren proyectar con un edificio tan alto, y que esta religión es un gran negocio.
Este es el colosal “Templo de Salomón” en Sao Paulo, Brasil, construido por la Iglesia Universal del Reino de Dios “Pare de Sufrir”, cuyo costo fue de 680 millones de dólares.
Este es el poderío y la altanería que proyectan las iglesias que explotan a sus miembros y no pagan impuestos.
Este es el gigantesco Mega Frater, construido por la denominación evangélica Fraternidad Cristiana, en Guatemala.
Es indudable que, en un país con un alto porcentaje de pobreza, los líderes de esta iglesia evangélica han tenido la habilidad para sacar de los bolsillos de sus feligreses el dinero necesario para construir un templo de dimensiones arrogantes.
Vista aérea del Mega Fráter y del complejo administrativo de Fraternidad Cristiana en Guatemala. Al igual que la Iglesia Católica, a esta iglesia evangélica le gusta mostrar poderío con construcciones enormes. El templo tiene capacidad para 12 mil 200 personas.
El ostentoso y pomposo Salón de Asambleas de los Testigos de Jehová, en New Jersey, Estados Unidos. El lujo y la comodidad es algo que le encanta al Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová. Ciertamente, el Cuerpo Gobernante no tiene nada de “fiel” ni de “discreto”.
Otra vista del excesivamente lujoso Salón de Asambleas (que más bien es un templo) que le encanta tener a los líderes de los testigos de Jehová: el Cuerpo Gobernante.
Este es el gigantesco templo de la Iglesia Pentecostal Casa de Dios en Guatemala, con capacidad para 11 mil personas. Es increíble el poder explotador de estas iglesias en un país pobre.
Templo en Laja, de la Iglesia Evangélica Pentecostal, el más grande del sur de Chile. Tiene capacidad para 2,100 personas.
Interior de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. La ornamentación y el lujo son excesivos, escandalosos, pomposos; proyecta el poderío y las riquezas de la Iglesia Católica.
Su valor económico es incalculable.
Desde aquí es donde un papa “caritativo” predica la bondad hacia los pobres.
¿QUIERES DARLE TU DINERO A DIOS?
Puedes hacerlo, pero no necesitas depositarlo en las alcancías de las iglesias (ni dárselo a esos autoproclamados “representantes de Dios”), porque ese dinero en realidad beneficia a unos pocos.
La Biblia dice que cuando ayudas a un pobre, estás ayudando a Jesús (Mateo 25:34-40). ¿No crees que sería algo maravilloso ayudar a Jesús?
Después de ver esto, es patente el hecho de que todos los líderes religiosos son unos hipócritas, traidores del cristianismo, que se comportan como hienas rapaces; que afirman creer en Jesús, pero por su hambre de dinero lo repudian terriblemente.
Acumulan riquezas, dinero en cuentas bancarias, bienes inmuebles y templos lujosos.
Y estas cosas no le impresionan ni le agradan al Dios Todopoderoso.
Da tu dinero a los indigentes, invita a comer a quien no tiene nada, ayuda a quienes están en pobreza extrema, acuérdate de los niños abandonados.
Si echas a andar tu memoria, verás que hay alguien cerca de ti que necesita tu ayuda.
Yo, quien escribe este artículo, creo en Dios y en Jesús (no soy ateo), pero me da repulsión la hipocresía y hambre de dinero de todas las iglesias y religiones, porque en realidad son empresas dedicadas a recaudar dinero.
https://menntal.wordpress.com/2014/03/23/impuestos/