85 años cumpliría este 6 de febrero el Señor de la Vanguardia, héroe de Yaguajay, como también lo conoce el pueblo cubano; nuestro Camilo Cienfuegos.
En el barrio de Lawton, La Habana, nació este hombre que recordamos con su sombrero alón, barba legendaria, gran sonrisa y gran corazón.
De pequeño destacó por su dedicación a los estudios y participación en las actividades deportivas. Comenzó la enseñanza en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro; pero la necesidad de ayudar económicamente a la familia hace que tenga que iniciar su vida laboral en la sastrería El Arte, donde se desempeñó como mojador de telas, mozo de limpieza, hasta que finalmente se convirtió en dependiente, por su simpatía y la persuasión que ejercía entre los clientes.
Los que lo conocieron lo describen, además, como un gran bromista.
Los que lo conocieron lo describen, además, como un gran bromista.
Fue el expedicionario número 82 del yate Granma, el último en ser aceptado, sin embargo, por la valentía demostrada, se convirtió en el primero del combate.
Comandante de la Sierra, amigo, se ganó el cariño y respeto de sus contemporáneos, y la admiración de los que lo conocemos por referencia, estudiamos su historia y sus hazañas.
Como dijera Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, la edad de los héroes y los genios no se miden por días, ni por años, sino por largos siglos y milenios.