La recta final de este frío enero (al menos para nosotros) la vamos a afrontar recordando y revisando algunos conceptos básicos de economía marxista que trabajó la Rosa roja. Y nos vienen al pelo la palabras de Lenin:
“Rosa Luxemburgo se equivocó respecto de la independencia de Polonia; se equivocó en 1903 en su análisis del menchevismo; se equivocó en la teoría de la acumulación de capital; se equivocó en junio de 1914 cuando, junto con Plejanov, Vandervelde, Kautsky y otros abogó por la unidad de bolcheviques y mencheviques; se equivocó en lo que escribió en prisión en 1918 (corrigió la mayoría de estos errores a fines de 1918 y comienzos de 1919 cuando salió en libertad).
Pero, a pesar de sus errores fue -y para nosotros sigue siendo- un águila.
Y no sólo los comunistas de todo el mundo venerarán su memoria, sino que su biografía y sus obras completas (cuya publicación los comunistas alemanes están demorando excesivamente, con la única excusa parcial de las tremendas pérdidas que están sufriendo) serán manuales útiles para la educación de muchas generaciones de comunistas de todo el mundo.”
Siguiendo, pues, la recomendación de Lenin de estudiar a Rosa Luxemburgo a pesar de sus errores; hoy compartimos el trabajo de la profesora en la Facultad de Economía y en la Escuela de Trabajo Social de la UNAM, Patricia Pozos Rivera sobre . Creo que puede clarificar conceptos básicos…
Salud, Olivé.
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¿MURIÓ JUNTO CON ROSA LUXEMBURGO LA VIGENCIA DE LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA?
Patricia Pozos Rivera
Introducción
Ernest Mandel describe a Rosa Luxemburgo como una economista con “genio” pues acertó en las preguntas que debía plantearse, entre las cuales destaca: ¿Qué es la economía política?
Rosa Luxemburgo fue una gran revolucionaria, marxista, y tuvo un actuar político activo consecuente con sus ideas de cambio social. Entre sus obras más importantes, en las cuales plantea sus posicionamientos políticos y teóricos, se encuentran: Reforma 0 Revolución de 1900, Huelga de Masas, partido y sindícato de 1906, La acumulación del capital, 1918 y La Revolución Rusa de 1918.
No obstante, el interés de éste escrito es rescatar otro aspecto también relevante de Rosa Luxemburgo, su desempeño como docente, como forma- dora de nuevos economistas críticos en la Escuela Central del Partido Social- demócrata en Berlín. Actividad de suma importancia, siendo la educación de las nuevas generaciones fundamental para lograr los cambios sociales por los cuales se inclinaba Luxemburgo.
Su rigurosidad metodológica la podemos apreciar en su libro Introducción a la Economía Política que es producto de dicha actividad docente. Nos detendremos en el método expositivo de Rosa Luxemburgo utilizado en su primer capítulo “¿Qué es la Economía Política?“. Interesa resaltar el método argumentativo y, como lo subraya Mandel, las preguntas precisas que Luxemburgo se formuló para poder explicar qué es la Economía Política, sus alcances y límites, así como resaltar la necesidad histórica y la vigencia de la Crítica de la Economía Política. Aportaciones que no deben quedar en el olvido. Y después, a modo de ejemplo de lo que explica Luxemburgo, utilizare- mos la Ley general de la acumulación de capital para explicar un fenómeno actual, mostrando su vigencia explicativa.
Si bien Rosa Luxemburgo nos dejó muy claro el límite teórico de la Economía Política Clásica Burguesa, y aun con la persistencia de la crisis económica actual, hoy el paradigma teórico que se sigue cuestionando es el de la Crítica de la Economía Política. Incluso en la reforma de planes de estudios en universidades prestigiadas donde se imparte la licenciatura en economía, la lectura de El Capital ha desaparecido, favoreciendo el aumento en los contenidos de la llamada por Marx economía vulgar.
Es en momentos como los actuales, en los que está tan difundido y arraigado el pensamiento neoliberal e incluso se articulan redes de instituciones internacionales para tal propósito en América Latina (Mato, 2007: 5), cuando viene necesario rescatar las aportaciones de Rosa Luxemburgo para aclararnos y argumentar de manera sólida y contundente la urgencia de la enseñanza de la teoría crítica en la formación de los científicos sociales.
Rescatando los apuntes de clase de Rosa Luxemburgo
En este apartado centraremos la atención en destacar, de manera sucinta, los momentos argumentales en cada uno de los apartados del capítulo primero 87 de Introducción a la Economía Política. Luego, nos detendremos en las acertadas preguntas que se planteó Luxemburgo con la finalidad de demostrar lo necesario que es el estudio de la Crítica de la Economía Política.
Si bien se comprobó en su momento que la Economía Política como ciencia llegó a su límite, al no poder explicar la gran crisis del capitalismo en los inicios del siglo XIX, por lo que era necesario su reemplazo, hoy se olvida que dicha escuela es la cuna de la teoría económica neoclásica, el pensamiento dominante, con la cual se quiere superar la crisis mundial actual.
Los economistas críticos, que observan la realidad en su unidad de esencia y apariencia se dan cuenta que:
La teoría económica está en abierto cuestionamiento porque sus preceptos han dirigido el desarrollo económico por la vía del capitalismo salvaje, ha propiciado un enriquecimiento colosal para una élite, mientras margina y excluye a la mayoría de la población. Que el neo— liberalismo genera hambruna y enfermedad no es una tesis que tenga que ser sustentada, la “terca realidad’ se empeña en mostrar los efectos de la euforia especulativa que acumula fortunas para una pequeña aldea de millonarios mientras conduce a la globalidad de infortunados a la desesperación (Balboa, 2013: 4).
En ese sentido, la ciencia que debería ser cuestionada en términos de su pertinencia para explicar las contradicciones de la realidad es la Teoría Económica, y no la Crítica de la Economía Política (CEP). En el afán de continuar construyendo argumentos para demostrar la vigencia de esta última, debemos seguir en pie de lucha y resistencia los profesores que consideramos que en las reformas académicas no puede desaparecer la lectura de El Capital de Karl Marx, como eje teórico, bajo la tesitura de que la ciencia no sólo debe servir a las necesidades del mercado, sino fundamentalmente a las de la población. Balboa atina en señalar que:
Un sistema basado en la explotación tiene que ser políticamente en- cubierto y teóricamente justificado, tal es el triste papel que han jugado, secuencialmente, los diferentes discursos disciplinarios de la teoría económica: la economía neoclásica, la economía keynesiana y la teoría monetarista (ibíd).
Rosa Luxemburgo en los seis apartados del capítulo “¿Qué es la Economía Política?” se detiene en argumentar que la CEP surge por la incapacidad que tiene la economía política burguesa de explicar la caótica realidad, misma situación que prevalece ahora. La Economía Política, según la autora, es “una ciencia extraña“, que se devela al cuestionar sobre su objeto de estudio, así como por su periodicidad.
Es admirable la fuerza de su discurso, el cual es disidente, consistente, revolucionario, y de una coherencia admirable. Su punto de partida en negativo nos muestra la vulgaridad teórica de economistas reconocidos, los “representantes oficiales” de la ciencia económica de su momento, no pueden explicar qué es la Economía Política.
Una de las críticas más contundentes a todos los economistas “oficiales” de su época es cuando señala la falta de claridad en las definiciones, “Quien se expresa en forma oscura y extravagante, no tratándose de imágenes del pensamiento puro de la filosofía o de devaneos de la mística religiosa, muestra solamente que él mismo no tiene claridad o bien que tiene razones para apartarse de la claridad ” (Luxemburgo, 1982: 21). ¿Cuál sería el interés de fondo de apartarse de la claridad? Por supuesto, la justificación y preservación del orden establecido.
En la ruta de encontrar una respuesta al cuestionamiento ¿Qué es la Economía Política? Luxemburgo en los apartados II, III y IV avanza en la discusión sobre el objeto de estudio de dicha ciencia. Es ahí donde nos menciona que la ciencia económica no puede ser el estudio de la Economía Nacional y demuestra con un análisis sincrónico en el apartado III y con otro diacrónico, apartado IV, cómo Alemania siendo una de las economías más avanzadas en el momento en que Luxemburgo escribe, depende en buena medida de las importaciones extranjeras, poniendo en duda algunos de los supuestos de la Economía Política, por ejemplo el principio de las ventajas comparativas, “el carácter distintivo, la determinación específica del trabajo en la sociedad moderna, es que cada uno produce lo que no necesita absolutamente, es decir, que cada uno produce valores de cambio, mientras que antes producía predominantemente valores de uso” (Luxemburgo,1982: 31). La conclusión a la que llega la autora es que:
La economía política tiene que ser la ciencia que nos explica la esencia de esta economía, es decir las leyes según las cuales un pueblo crea su riqueza mediante trabajo, la incrementa, la distribuye entre los individuos, la consume y la recrea. Ha de ser pues la vida económica de un pueblo entero lo que constituye el objeto de la investigación, a diferencia de la economía privada 0 economía individual (1982: 28).
Cuando la Economía Política deja de explicar la esencia de la economía, es decir, ya no puede ofrecer razones de cómo se incrementa la riqueza, cómo se distribuye, entonces llega a su fin, y se vuelve, dice Marx, vulgar, dedicándose sólo a justificar el orden de vida existente.
Luxemburgo nos aclara que el definir la Economía Política supone determinar el periodo histórico de su nacimiento y su declive (discusión desarrolla- da en los apartados V y VI). No hay consenso en torno al estadio en que se encuentra, pues para algunos teóricos dicha ciencia está en fases primarias, mientras que para otros está agotada. Tal es el caso de Karl Marx que “coloca su propia obra fuera de la economía política desarrollada hasta entonces, considera a ésta como algo cerrado, terminado, sobre lo cual, por su parte, ejerce la crítica” (Luxemburgo, 1982: 21); de ahí el absurdo de todas aquellas propuestas de mejorar y robustecer la lectura de Marx por las aportaciones de la Economía Política Clásica o incluso por las innovaciones desarrolladas desde la Teoría Neoclásica, considerada como el pensamiento de frontera.
Finalmente, una reflexión muy importante del último apartado es que la Crítica de la Economía Política es producto de una necesidad histórica.
Hemos esbozado aquí en términos sucintos, 140 años de historia de una rama industrial moderna [la industria textil], de una historia que se desarrolla a través de los cinco continentes, que abarca millones de vidas humanas, que estalla en un sitio como crisis, en otro como hambruna, arde ya como guerra, ya como revolución, y deja en su camino por doquier doradas montañas de riqueza y abismos de miseria, un vasto torrente de sudor, tinto en sangre, de trabajo humano (1982: 51).
Efectivamente los momentos de crisis son cuando se hace explícita la necesidad de un análisis que nos permita entenderlas, es cuando se hace necesaria la existencia de la Crítica de la Economía Política. Luxemburgo lo explica haciendo la diferencia entre la economía natural, en dónde todo es claro y nítido a diferencia de la sociedad moderna en donde solo vemos contradicciones.
Nadie desea la crisis; sin embargo ésta se produce. El hombre la crea con sus propias manos, aunque no la quiere por nada del mundo. Tenemos aquí un hecho de la vida económica que ninguno de sus protagonistas puede explicar. El campesino medieval producía en su parcela lo que su señor, por un lado, y él mismo, por el otro, querían y deseaban: granos y ganado, buenos vinos y ropas lujosas, alimentos y bienes suntuosos para sí y para su hogar. Pero la sociedad moderna produce lo que no quiere ni necesita: crisis. De vez en cuando produce bienes que no puede consumir. Sufre hambrunas periódicas mientras los almacenes se abarrotan de artículos imposibles de vender. Las necesidades y su satisfacción ya no concuerdan más; algo oscuro y misterioso se ha interpuesto entre ellas (Luxemburgo, 1982: 61).
Es por ello necesario un método científico que nos permite pensar las grandes contradicciones de la sociedad moderna, es por ello que, como menciona Marx en su Introducción a la Crítica de la Economía Política de 1857, que se necesita un método que va de la abstracto a lo concreto, del análisis a la síntesis, para poder entender de manera desmistificada la realidad, sobre todo en momentos de crisis.
Vigencia de la Crítica de la Economía Política para explicar la crisis actual. La acumulación de capital y la migración de mano de obra joven a Estados Unidos
Este apartado tiene por objetivo retomar las preguntas que se hizo Luxemburgo para argumentar a favor de la vigencia de la Crítica de la Economía Política en la segunda década del siglo XXI. Para ello realizamos un ejercicio de análisis, con base en la Ley de acumulación de capital desarrollada por Karl Marx, para entender uno de los problemas actuales más acuciantes, el fenómeno de la migración de jóvenes en edades cada vez más tempranas al mercado estadounidense. Finalmente, incluiremos el proceso de despojo, tema también discutido por Luxemburgo para explicar la salida masiva de jóvenes mexicanos.
Como lo menciona Luxemburgo, si nadie quiere crisis económicas ni problemas sociales, y supuestamente nadie los produce, entonces:
¿Cómo [es que] ocurre esto, cuáles son las leyes negras que, operando a espaldas de los hombres, conducen a la actividad económica del hombre contemporáneo a resultados tan extraños? Sólo la investigación científica puede resolver estos problemas. Se ha vuelto necesario resolver todos estos enigmas mediante la investigación exhaustiva, la meditación profunda, el análisis, la analogía, para penetrar en las relaciones ocultas cuyo resultado es que las relaciones económicas humanas no corresponden a las intenciones, a la voluntad, en fin, a la conciencia del hombre (Luxemburgo, 1982: 52).
En este sentido y con base en una revisión de la Ley general de la acumulación de capital, 1expuesta en el capítulo XXIII del tomo I de El capital de Marx, plantearemos un conjunto reflexiones en torno al proceso migratorio de los jóvenes mexicanos. Hay que recordar que en dicha ley se expone el proceso de la reproducción ampliada de capital, incluyendo la reproducción y la movilidad espacial de la población; Marx muestra cómo se subordina la reproducción social a las necesidades de la reproducción del capital, generando una ley de población válida solamente para el capitalismo.
La reproducción ampliada del capital debe realizarse a la mayor velocidad posible, a fin de lograr la máxima valorización, generando una geografía adecuada que permita una ágil expansión. La construcción y transformación del espacio es realizada a nivel global y local, de acuerdo a la división internacional del trabajo, ubicando en el territorio centros industriales que de- mandan una gran cantidad de fuerza de trabajo, tanto para el abastecimiento directo de mano de obra, así como de trabajadores que no serán contratados pero que tienen funciones muy importantes para la reproducción del capital: presionar los salarios a la baja y permitir aumentar el grado de explotación de los trabajadores contratados. La reproducción ampliada de capital ocasiona la movilidad espacial de población, en especial de la más joven, que en el caso mexicano tiene como destino al país que actualmente ostenta la hegemonía económica mundial.
En primer lugar, Marx nos explica que existe una relación directamente proporcional entre la acumulación de capital y la composición orgánica del capital 2: a medida que se acumula se incrementa la inversión en capital constante en detrimento del capital variable, es decir, se lleva a cabo un desarrollo tecnológico; a su vez, cada innovación tecnológica posibilita extraer más plusvalor a los obreros, lo que permitirá la reproducción ampliada del capital.
El incremento de la inversión en nueva tecnología produce un aumento en la productividad del trabajo y una disminución del número de obreros necesarios para poner en movimiento los medios de producción, liberando trabajadores, pues las máquinas sustituyen a la fuerza de trabajo. En la actualidad no solo en la industria se observa éste proceso, también se puede verificar en las ramas de los servicios y en la agricultura. Solo algunos obreros despedidos podrán reincorporarse a otro trabajo en la misma rama productiva, incluso en otra, pero con salarios más bajos, pues no tendrá experiencia en el nuevo proceso de trabajo al cual se le incorpore, además de ser ya un trabajador desgastado. 3
Así como la máquina expulsa obreros que difícilmente se reincorporarán al proceso productivo, la disminución de la cantidad destinada a pagar salarios (capital variable) también provoca desempleo, pues se contratarán en menor proporción a nuevos obreros. Las generaciones de nuevos trabajadores jóvenes no serán succionadas en su totalidad a los procesos laborales. 4 Este problema comenzó a manifestarse a nivel internacional en la década de los años setenta, antes la dinámica de acumulación permitió que los jóvenes —por lo menos los capacitados— constituyeran el reemplazo generacional obrero. Lamentablemente, hoy día las tasas más altas de desempleo la sufren los jóvenes, esto en virtud de interrumpirse dicha dinámica.
De esta manera, se genera un gran problema para la clase que vive de su trabajo, pues como sólo el capital variable genera nuevo valor, los trabajadores activos en los diferentes sectores productivos sufrirán un aumento de la explotación, obligando a los asalariados ya contratados a realizar su cuota de trabajo bajo formas más intensivas, con mayor desgaste. 5
El aumento de la intensidad del trabajo es contradictorio con el número de desempleados jóvenes, que en el orbe es millonaria: la Organización Internacional del Trabajo (OIT) anunció que para finales de 2009 se registraron 81 millones de personas jóvenes desempleadas en el mundo y calculó una tasa de desempleo de 12.3% para personas entre 16 y 24 años, esto último para el año de 2011 (Meyra, 2011). En este mismo sentido, se observó que entre 2008 y 2009 el número de jóvenes desempleados en el mundo registró un aumento, sin precedentes, de 4.5 millones, cuando el aumento promedio del período de 1997 a 2007 fue de menos de 100,000 al año (OIT, 2011).
De acuerdo con Marx, la disparidad temporal entre el ciclo industrial y el ciclo de la reproducción de la población 6 tiene como consecuencia directa en la población obrera la formación de la sobrepoblación relativa o ejército industrial de reserva, pues puede ser una amenaza a la acumulación de capital no contar con mano de obra en el momento que se le requiere.7 Se le llama sobrepoblación relativa porque la cantidad de población vendedora de fuerza de trabajo es mayor en relación a las necesidades del capital. Esta diferencia es creada artificialmente por el sistema capitalista, por un lado obliga a trabajar de manera excesiva a la población trabajadora, generando ocio forzoso en un porcentaje de la clase obrera, además produce una tecnología que le ahorra brazos en el proceso de trabajo, y siempre tiene reserva de mano de obra disponible para cuando se necesite aumentar el ritmo de la producción, dicho stock se incrementa con las crisis.
La población que es excluida del proceso de trabajo está destinada a vivir en la miseria, pues no contará con un salario estable que le permita adquirir en el mercado los bienes de subsistencia. La ley es enunciada por Marx de la siguiente manera: “La acumulación de riqueza en un polo es al propio tiempo, pues, acumulación de miseria, tormentos de trabajo, esclavitud, ignorancia, embrutecimiento y degradación moral en el polo opuesto, esto es, donde se halla la clase que produce su propio producto como capital.” (Marx, 2000: 805)
Ya enunciada la ley, sólo nos falta analizar un método de generación de sobrepoblación relativa que, así como en el siglo XIX, también es utilizado pero de manera masiva en el capitalismo contemporáneo y que atañe a la población joven mexicana que migra hacia Estados Unidos.
Se trata de un proceso que permite desvalorizar la fuerza de trabajo sustituyendo a aquéllas con alta capacitación y calificación por otras más simples, a la cual se le paga un menor salario.
Se permutan obreros más diestros por menos diestros; experimentados por inexpertos; hombres por mujeres, trabajadores adultos por jóvenes; fuerza de trabajo nacional por extranjera (Marx, 2000:791), y si es extranjera y además ilegal asegura un salario todavía mucho menor, al mismo tiempo que se someten a una explotación más intensiva. Es por ello que algunos autores como Ana Alicia Peña señalan que actualmente a los migrantes mexicanos en Estados Unidos no solo se les explota, sino que se les superexplota (Peña, 2009 y Shelley, 2007: 6).
El proceso de reestructuración en Estados Unidos, está generando todavía un cambio tecnológico y organizativo en los procesos productivos que tiene como resultado la sustitución de trabajadores nativos, o de otras nacionalidades de edades adultas por jóvenes mexicanos. Los beneficios que tiene explotar fuerza de trabajo mexicana joven son muy grandes, pues no tiene experiencia para pelear por mejores condiciones laborales, no ha organizado sindicatos o no se ha afiliado a alguno y está dispuesta a aceptar condiciones laborales precarias y peligrosas por salarios miserables.
En Estados Unidos los trabajadores mexicanos son los más jóvenes. Según datos del Pew Hispanic Center, la edad media de los migrantes mexicanos en Estados Unidos es de 25 años, dos años menos que la edad media de todos los migrantes hispanos (27 años), en comparación con 31 para los afroamericanos, los asiáticos 36 y 41 para los blancos.
Si bien el capitalismo ha hecho uso de la mano de obra migrante y de la incorporación de jóvenes (y niños) al proceso de trabajo desde el siglo XIX, en el capitalismo del siglo XXI nos sorprende que se desarolle contradictoriamente, pues, por un lado aumenta la demanda de fuerza de trabajo joven, lo que alienta la migración de ésta en edades más tempranas; si bien siempre han migrado jóvenes, ahora encontramos que las cifras de los niños y adolescentes, sin la compañía de algún adulto, tratando de cruzar la frontera norte del país en busca de empleo es cada vez mayor.8 El promedio de edad de quienes migran sin documentos, es de 32 años, pero el 63.7% del flujo total se integra por adolescentes y “adultos jóvenes” entre 14 y 34 años. Con esto el país ha perdido entre 2.5 y 3 millones de jóvenes que han emigrado a Estados Unidos los últimos 10 años (García Alonso, 2006: 8).
Es una gran contradicción que la población mexicana en edades de 14 a 29 años, período etéreo en el cual se cuenta con mayor energía para ser absorbida en procesos de florecimiento humano que les permita su formación y desarrollo como seres humanos libres, son por un lado población trabajadora en el país hegemónico mundial forzados a realizar trabajos que no van de acuerdo a su capacidad física en relación a su edad y sexo, o son población sobrante, obligadas al ocio ineludible o excluidos de todo proceso educativo, ésta es la otra cara de la moneda que es contradictoria, la magnitud tanto del desempleo como del empelo precario en los jóvenes a nivel mundial también va en aumento.9
Ya Roman y Velasco (2013) explican que el mercado laboral de México ha quedado subordinado a las necesidades del mercado laboral de América del Norte y la clase trabajadora en México juega el papel de Ejército Industrial de Reserva del mercado estadounidense, somos los trabajadores mexicanos los que somos atraídos y expulsados dadas la necesidades del capital.
Es por eso que consideramos que la categoría ejército industrial de reserva, así como la comprensión de la Ley general de la acumulación de capital, debe estar en el centro de un estudio sobre los jóvenes en el siglo XXI.
En México hemos venido sufriendo un proceso de despojo de derechos laborales, pérdida en los salarios, tenemos pésimas condiciones de trabajo y de vida, este despojo a la clase trabajadora no inició con el neoliberalismo ni con el TLCAN, pero éste profundizó y dio un soporte internacional a estas prácticas: el neoliberalismo y el TLCAN reducen costos laborales e incrementan la disciplina laboral y la productividad (Roman y Velasco, 2013: 68).
También hemos visto un despojo de tierras, de naturaleza, a favor de las empresas transnacionales, las cuales al no tener una regulación ambiental en México se establecen en el territorio y lo saquean. Esto ha destruido gran parte del territorio.
En la globalización, México está compitiendo como espacio desregulado ambientalmente y como mercado que ha logrado precarizar las condiciones de trabajo, esto ha generado masas de trabajadores desesperados que están dispuestos a laborar en Estados Unidos en condiciones de una disciplina laboral ad hoc al proceso de acumulación americano.
Si bien por un lado el capital de Estados Unidos está demandando un tipo específico de fuerza de trabajo en su mercado laboral, que en este caso es prioritariamente juvenil mexicana e indocumentada, por otro lado, mediante el despojo se genera la población mexicana que está dispuesta a migrar como fuerza de trabajo indocumentada y por lo tanto vulnerable. Es un efecto doble, por un lado se generan las condiciones de atracción pero también se generan las condiciones de expulsión.
Como menciona Luxemburgo, es desde éste discurso crítico que podemos dar respuesta a todas esas contradicciones que simplemente se nos aparecen sin ninguna lógica, y es la lógica de la acumulación de capital la que nos permite darle coherencia.
Conclusiones
1. El título de la ponencia es una pregunta retórica, pues los estudiosos de Marx sabemos que hoy más que nunca la Crítica de la Economía Política es vigente, sin embargo la tendencia mundial por los que detentan el poder económico, es realizar una lucha ideológica desprestigiando los alcances del marxismo. Es por ello que es nuestro deber demostrar de manera rigurosa su vigencia, y encontramos en los planteamientos de Rosa Luxemburgo una argumentación contundente para defender su necesidad histórica. El neoliberalismo ha ganado la lucha ideológica, a nivel mundial se presenta como el modelo a seguir, a pesar de que en términos económicos ha sido vencido, en ningún país subdesarrollado ha logrado dar muestra de crecimiento económico sostenido y mucho menos de desarrollo, dando como pretextos la necesidad de profundizar en las reformas estructurales. Con Luxemburgo tenemos los argumentos para demostrar su incongruencia.
2. La situación de crisis actual es la que nos demanda el estudio de la teoría que explica el origen de las crisis. Ningún otro marco teórico, aparte de la CEP, tiene una reflexión completa sobre el proceso de reproducción social. Es por ello que en la crisis mundial actual el estudio de Marx es una necesidad. Dejar de lado la explicación del proceso de reproducción ampliada del capital, así como su tendencia generará seguramente explicaciones falsas, o incompletas. Aquí mostramos cómo la Ley General de la Acumulación de Capital y el concepto de sobrepoblación relativa nos ayuda a entender uno de los graves problemas que tiene la economía mexicana, la migración de su fuerza de trabajo más joven.
3. Los revolucionarios luchamos por la transformación social, y los campos de batalla los podemos encontrar en todos los escenarios de la re- producción social, las aulas también son un espacio importante para ello, lo único que hace falta es plantearse las preguntas correctas y utilizar el méto- do correcto para responderlas. Así, la lucha académica debe estar centrada en la defensa de la enseñanza de aquella teoría que le permita entender las contradicciones actuales y así poder transformar la realidad. Como lo dice Luxemburgo:
La teoría del origen del capitalismo se transforma así lógicamente en la teoría del ocaso del capitalismo, la ciencia del modo de producción del capital en la exposición científica del socialismo, el medio teórico de dominación de la burguesía en un arma revolucionaria de clase para la liberación del proletariado (1982: 739).
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Notas
1 El proceso de acumulación de capital es la transformación de plusvalor en capital. “El empleo de plusvalor como capital, o la reconversión de plusvalor en capital, es lo que se denomina acumulación de capital.” (Marx, 2003: 713)
2 La composición orgánica del capital es una categoría central para entender la Ley general de la acumulación capitalista, ésta hace referencia al desarrollo de la tecnología o, de manera más general, al desarrollo de las fuerzas productivas técnicas. Marx menciona que “la composición del capital debe considerarse en dos sentidos” desde el valor y desde el valor de uso, es decir, por un lado la composición de valor y por el otro la composición técnica del capital. “Con respecto al valor, esa composición se determina por la proporción en que el capital se divide en capital constante o valor de los medios de producción, y capital variable o valor de la fuerza de trabajo, suma global de los salarios“, es decir, ver la composición de valor del capital significa ver la proporción en que se divide el capital para invertir en capital constante y capital variable. Desde el valor de uso, “en lo que atañe a la materia, a cómo funciona la misma en el proceso de producción, todo capital se divide en medios de producción y fuerza viva de trabajo“, es decir, la composición técnica del capital se determina por la “proporción existente entre la masa de los medios de producción empleados, por una parte, y la cantidad de trabajo requerida para su empleo, por el otro,” es decir el número de obreros. Entre la composición de valor y la composición técnica del capital existe una estrecha correlación. “Para expresarla, [escribe Marx] denomino a la composición de valor del capital, en tanto se determina por la composición técnica del mismo y refleja las variaciones de ésta, composición orgánica de capital” (Marx, 2000: 759 —760).
3 Es importante aclarar que en Estados Unidos la reestructuración productiva no sólo fue mediante la innovación tecnológica, existen ramas productivas en las cuales la estrategia fue la intensificación en mano de obra no calificada. En Silicon Valley [Valle de Silicio], California, se utilizan tanto trabajadores altamente calificados como migrantes descalificados.
4 La Encuesta Nacional de Juventud menciona que tres de cada cuatro jóvenes se incorporan al mercado laboral antes de ser mayores de edad, por lo que la oferta de fuerza de trabajo crece cada vez más (Aguirre Quezada, 2011: 3); mientras que, a su vez, los empleos generados por el propio modo de producción capitalista son cada vez menores, porque las máquinas sustituyen a trabajadores y cada vez se invierte menos en salarios, lo cual no permite la expansión del mercado laboral.
5 Esta es una ley en el capitalismo: “El trabajo excesivo de la parte ocupada de la clase obrera” (Marx, 2000: 792) con lo cual se engruesa las filas de los desempleados. Comenta Marx que si “mañana se redujera el trabajo, de manera general, a una medida racional y se lo graduara conforme a las diversas capas de la clase obrera, según edad y sexo, la población trabajadora existente resultaría absolutamente insuficiente para llevar adelante la producción nacional en la escala actual. Sería necesario transformar en ‘productivos’ la gran mayoría de los trabajadores hoy ‘improductivos“‘(ibíd: 793). Es totalmente irracional el trabajo infantil, teniendo desempleo en otros estratos de la población. Someter a trabajos que no son adecuados a la edad y sexo de los trabajadores empleados lo observamos en estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo que menciona que en el año 2002, 59 millones de trabajadores jóvenes entre 15 y 17 años, están implicados en formas de trabajo peligrosas que los pueden dejar lisiados de por vida (OIT, zoo4:z).
6 Aquí hacemos referencia a que el ciclo industrial tiene fases de auge y depresión, en momentos de auge se demandará fuerza de trabajo, y dicho auge es imposible si no existe el material humano disponible, es decir “si en el número de los obreros no se produce un aumento independiente del crecimiento absoluto de la población” (Marx, 2000: 788), en época de depresión aumentará el ocio forzoso. Dice Marx que los ciclos duran 10 años aproximadamente (Marx, 2000: 788), mientras que la producción de fuerza de trabajo totalmente formada físicamente para incorporarse al trabajo, dura aproximadamente 20 años, por lo tanto necesita tener reservas de población que le garantice que en el momento de auge, la fuerza laboral estará disponible.
7 Por ejemplo, La Federación Agrícola Estadounidense reportó que el sector perderá hasta 9 mil millones de dólares por la falta de trabajadores agrícolas. La nota menciona que debido al aumento de la vigilancia en la zona fronteriza, hay un déficit de 250 mil trabajadores indocumentados en su mayoría mexicanos (Notimex, 2012).
8 Una investigación de doctorado (Hapeman, 2009) informa que según datos del departamento de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos en 1997 había 2,375 menores de 18 años que fueron detenidos al entrar en el país sin papeles, y dicha cifra aumentó a 5,385 niños en 2001. Según las estadísticas ofrecidas por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, y su División de los niños no acompañados, fueron 7,211 niños en custodia en el año fiscal 2008—2009.
9 Desde la perspectiva de Julio Boltvinik, el florecimiento, desarrollo o bienestar humano hace referencia a la reproducción de un ser humano completo, con todas sus capacidades y necesidades (2003: 11). Dos condiciones sociales determinan las oportunidades para que los proyectos personales libres se traduzcan en florecimiento, bienestar o desarrollo humano: “las oportunidades de trabajo realizador y la vigencia y extensión del derecho al tiempo libre aunada a las oportunidades para su uso productivo” (Boltvinik, 2003: 23). El autor menciona que la definición más radical de florecimiento humano es la de Marx—Markus quienes conciben el florecimiento humano como la “realización de la esencia humana entre los individuos y que supone el despliegue de la individualidad humana libre, multilateral” (Boltvinik, 2003:21).
https://kmarx.wordpress.com/2017/01/25/murio-junto-con-rosa-luxemburgo-la-vigencia-de-la-critica-de-la-economia-politica/