Allan Nairn, periodista de investigación de larga trayectoria, comenta las medidas del director del FBI, James Comey, que sacudieron la campaña presidencial hace una semana y media. Comey notificó a los líderes del Congreso que dicha agencia estaba investigando nuevos mensajes de correo electrónico, como parte de la investigación del uso que Hillary Clinton hizo de un sistema de correo electrónico privado.
TRANSCRIPCIÓN
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
AMY GOODMAN: Me gustaría volver a los sucesos previos a las elecciones de EE.UU. del 8 de noviembre. La noche de las elecciones realizamos una extensa cobertura periodística de 6 horas, en la que analizamos lo que sucedía en todo el país, tanto con las elecciones presidenciales, para eel Senado y la Cámara de Representantes como las elecciones a gobernador y las diferentes iniciativas sometidas a votación.
Quisiera recordar las palabras de uno de nuestros invitados de la noche de las elecciones, el periodista de investigación Allan Nairn. Le pregunté por el director del FBI, James Comey, quien hace una semana y media generó sobresaltos en la contienda presidencial al notificar a los dirigentes del Congreso de que el FBI estaba investigando nuevos mensajes de correo electrónico de Hillary Clinton, como parte de una investigación sobre la utilización que había hecho de un sistema privado de correo electrónico. Le pregunté cómo veía la intervención del FBI en estas elecciones.
ALLAN NAIRN: Si resulta que finalmente Trump gana en el Colegio Electoral por un margen estrecho, entonces podríamos afirmar con total justicia que el FBI inclinó la balanza a favor de Trump.
Y no creo que alguna vez se haya acusado a J. Edgar Hoover de inclinar la balanza en a favor de un candidato presidencial. O sea, Hoover ordenó asesinatos. Intentó conducir a Martin Luther King al suicidio. Chantajeó presidentes.
Pero no creo que alguna vez haya querido incidir en una elección presidencial. En el caso particular de Comey, me parece que, probablemente, tuvo presión de su gente para hacerlo, dado que el FBI, como institución, continúa siendo lo que era en los tiempos de Hoover. Supongo que se ha reformado algo desde entonces, pero aún así es una institución profundamente derechista. ...
Él vio que de todos modos su gente iba a filtrar la información relacionada con la computadora portátil de Weiner, así que tuvo que salir y decirlo públicamente. Por lo tanto, no diría que Comey intentó entregarle la elección a Trump, sino más bien que el FBI intentó entregarle la elección a Trump.
Es muy importante tener en cuenta que desde los 90, digo, hasta los 90... durante el período comprendido entre los años 60 y los años 90, hubo muchos sectores, como la prensa, la izquierda y el progresismo, que se dedicaron a atacar a instituciones como el FBI, la CIA y el ejército estadounidense.
Pero desde los años 90, al menos muchos progresistas han disminuido esos ataques y han comenzado a tomar a estas instituciones como algo sagrado, sin cuestionarlas.
Y eso, de algún modo, ahora se les está volviendo en contra. Si eso que tú mencionabas, acerca de la probabilidad de que Trump termine ganando en el Colegio Electoral, pero Clinton obtenga mayoría en el voto popular; si eso ocurre, será amargamente irónico, porque algo que sucedió en estas elecciones fue que se instaló la imagen de Trump como verdadero revolucionario, un revolucionario derechista, presentándose contra Clinton, la candidata del status quo.
Entonces, de repente se podía ver a Trump diciendo: "El sistema está amañado, el sistema está amañado", y a los demócratas salir, en respuesta, a decir básicamente: "No, el sistema no está amañado". Bueno, sí, de hecho el sistema está amañado, pero justo en el sentido contrario del que Trump afirma. Si ese preciso resultado es posible, que Trump gane en el Colegio Electoral y Clinton gane el voto popular, es porque el sistema está amañado desde la Constitución.
En lugar de tener elecciones presidenciales definidas por el voto popular, que es lo más lógico en una democracia...
JOHN NICHOLS: Como sucede en todos los países.
ALLAN NAIRN: En casi todos. En lugar de eso tenemos este sistema, que se suponía que era un mecanismo de control. La Constitución está llena de este tipo de mecanismos para controlar a lo que entonces se llamaba... lo que se denominaba las muchedumbres.
Y sí, así que se dio esta situación increíble en la que el candidato más derechista era el revolucionario, y los demócratas eran quienes salían a decir: "Oh, no, no. El sistema funciona bien".
AMY GOODMAN: Esas fueron las palabras del periodista de investigación Allan Nairn sobre el papel que jugó el FBI en las elecciones de Estados Unidos.
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Traducido por Carolina Flórez. Editado por Verónica Gelman, Clara Ibarra y Democracy Now! en Español.
https://www.democracynow.org/es/2016/11/9/allan_nairn_did_the_fbi_hand