Tras la derrota del Ejército Ucraniano contra la milicia de Donbass en Ilovaysk, el Gobierno ucraniano se vio obligado a firmar el primer acuerdo de Minsk.
Cuando Kiev comprendió que no iba a ser posible aplastar al pueblo de Donbass y vio la necesidad de reagrupar sus tropas para atacar a las Repúblicas Populares, el Parlamento ucraniano decidió estrangular Donbass con un bloqueo económico.
Todo comenzó en noviembre de 2014:
El 7 de noviembre de 2014, el Consejo de Ministros aprobó un decreto según el cual todas las partidas presupuestarias previstas para las regiones de Donetsk y Lugansk en los territorios controlados por la RPD y la RPL pasarían, el 1 de diciembre, a ser transferidas al territorio controlado por las autoridades ucranianas.
El 15 de noviembre, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, dio la orden de cesar todos los servicios bancarios a empresas y particulares en la zona ATO en el este de Ucrania en el plazo de un mes.
El 16 de noviembre, Poroshenko firmó el decreto según el cual se llevaría a cabo la decisión del 4 de noviembre del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania “Sobre las medidas urgentes para la estabilización de la situación socio-económica en las regiones de Donetsk y Lugansk”.
El decreto afirmaba que los cuerpos y estructuras oficiales creadas en base a los resultados de las elecciones del 2 de noviembre en la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk eran contrarias a la Constitución y la legislación ucraniana.
Cuando las autoridades ucranianas comprendieron que las Fuerzas Armadas de Ucrania se habían reagrupado y estaban preparadas para atacar, se tomó la decisión de iniciar el bloqueo de transporte, cuyo aniversario se cumplió el 12 de enero según apuntan residentes de Donbass.
Terror y transporte. El principio
El 6 de enero de 2015, la prensa ucraniana publicada la noticia del comienzo del bloqueo del Gobierno ucraniano de los territorios de Donbass:
“Ucrania cancela el servicio de autobuses en los territorios ocupados.
Para los conductores, quedan abiertas únicamente siete rutas por las que se puede abandonar de forma segura la zona de combate. Se establecerán puestos de control especiales.
Los autobuses de la estación de Kramatorsk han salido según el horario previsto.
Nadie aquí había oído nada sobre la prohibición de vender billetes ni de transportar pasajeros atrapados en la ciudad. Tampoco se han dado instrucciones al respecto.
Los pasajeros están seguros de que podrán esquivar las prohibiciones”.
Pero las restricciones no pudieron ser esquivadas.
Confieso que oí los primeros rumores sobre el bloqueo en noviembre de 2014, pero no creí que fuera posible.
Parecía absurdo. En aquel momento seguíamos siendo muy ingenuos y no estábamos preparados para admitir que el Gobierno ucraniano se convertiría en algo parecido a la Alemania nazi, que introdujo tarjetas de identificación a la población de los territorios que ocupaba.
Pero el 12 de enero de 2015, finalmente ocurrió.
El lunes, 12 de enero de 2015, la prensa ucraniana informaba:
“Las fuerzas de seguridad ucranianas han comenzado a exigir permisos especiales a los residentes de los territorios ocupados para poder acceder al territorio controlado por las autoridades ucranianas.
Así se ha confirmado por los lectores de Donbass Novosti. Concretamente, a día de hoy se ha observado una acumulación de vehículos en el puesto de control de Marinka.
No se ha permitido pasar a conductores y pasajeros sin permiso.
Para conseguir el pase, se pide que contacten con el departamento de policía ucraniana más cercano”.
El servicio de prensa de la llamada operación antiterrorista afirmó que, de acuerdo a la decisión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional y para limitar el movimiento de personas y productos a través de la línea de demarcación en la zona “ATO”, quedaban definidos siete puntos de entrada y salida de los “territorios ocupados”.
Los puestos de control se encontraban en las direcciones Lugansk-Schastye-Novoaidar, Lugansk-Stanitsa Luganskaya-Shirokiy, Faschevka-Debaltsevo-Artyomovsk, Gorlovka-Artyomovsk, Donetsk-Kurajovo, Donetsk-Mariupol (vía Volnovaja), Novoazovsk-Krasnoarmeysk-Talakovka-Mariupol.
La campaña de invierno
Me atrevo a decir que el bloqueo de transporte fue parte de una mayor operación militar para destruir a los disidentes residentes de Donbass por parte de los mandatarios de Maidan en Kiev. Conociéndoles, no se puede esperar que fuera una coincidencia.
Tras la decisión del Gobierno ucraniano de iniciar el bloqueo comenzó una nueva fase de la guerra. Kiev esperaba, con la reorganización del Ejército Ucraniano, poder “solucionar por fin el problema de Donbass”.
Pero la operación militar fue un rotundo fracaso. En lugar de la esperada victoria, Ucrania perdió el aeropuerto de Donetsk, importante para su narrativa, y se encontró en una segunda bolsa en Debaltsevo.
Las tropas ucranianas tuvieron que abandonar la localidad y retirarse a Artyomovsk, a la que arbitrariamente cambiaron de nombre a Bajmut.
La línea del frente retrocedió y con ella lo hicieron también los puestos de control. En Debaltsevo ya no se entregaban permisos.
Dar de comer al Ejército Ucraniano
Ucrania vio los resultados de entregar permisos. Comenzaron a aparecer ganancias para el Ejército Ucraniano. Sorprendentemente, incluso la prensa ucraniana escribió sobre ello.
El 3 de diciembre de 2015, un artículo hablaba sobre los problemas en los puestos de control:
“La ruta que atraviesa la línea de demarcación entre los territorios no controlados con los territorios controlados por Ucrania se ha convertido para unos en un infierno y para otros, en una forma de ganar dinero.
Hay colas de horas, los precios para viajar entre ciudades de la región son abusivos, constantemente aparecen tasas injustificables y siempre existe el riesgo de recibir un disparo.
Miles de residentes de Donetsk que pasan a través de la línea de demarcación viven esto a diario.
Y no todos aguantan este camino. Recientemente, un pensionista murió durmiendo en un coche”, escribía el artículo.
El texto cita a un residente de la ciudad de Enakievo, que habla de los mecanismos para viajar a través de los puestos de control ucranianos:
“Es un infierno y una forma de ganar dinero. Mi madre, de 70 años, cruzó hace no mucho tiempo en coche a través de los puestos de control de Zaitsevo y Mayorsk.
De camino desde la ocupada Gorlovka en Donetsk, estuvo en un atasco en el coche durante 36 horas, incluida la noche.
Podría haber conseguido un lugar preferente en la cola o llegar más adelante, pero no quería pagar 200 grivnas por acelerar.
La venta de billetes es un negocio lucrativo.
Algunos motoristas no van a ninguna parte, pero se pasan la noche en la cola del puesto de frontera y luego venden su plaza a los conductores que llegan. Coger a esos negociantes es difícil. Igual es que no quieren cogerles.
La última vía hacia la pensión
Quienes más habitualmente cruzan a territorio ucraniano son los pensionistas, ya que Ucrania les niega incluso el dinero que han ganado antes de la guerra.
Los mayores se ven obligados a esperar de pie en larguísimas colas, independientemente del clima del momento. Para algunos, ese “viaje” resulta ser el último.
El 20 de noviembre de 2015, un hombre de 64 años viajaba en un coche de Kramatorsk a Donetsk con su mujer.
Como informó la policía de la región de Donetsk, la pareja salió el 19 de noviembre.
Al encontrarse cerrado el puesto de control, pasaron la noche en el coche.
Por la mañana, el hombre sufrió un ataque el corazón.
Cuando la ambulancia llegó al lugar, el pasajero ya había muerto.
El 17 de diciembre de 2015, una mujer murió en la cola del puesto de control ucraniano de Gnutovo.
“La mujer se encontraba en el puesto de control en dirección al territorio temporalmente fuera de control del Gobierno y esperaba a un autobús.
Sin embargo, la guardia de frontera observó que la mujer perdía el conocimiento y cayó.
Los guardias llamaron inmediatamente a los servicios médicos, que tardaron veinte minutos en llegar.
Tras examinar a la mujer, los médicos certificaron su muerte”, explicó el servicio de fronteras de Ucrania.
Violaciones de los derechos humanos
Las autoridades ucranianas, con apoyo de Occidente, infringen uno de los artículos fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, concretamente el decimotercero.
El artículo afirma:
(1) Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
(2) Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Por desgracia, este no es el único artículo que Kiev infringe.
Pero la mera existencia del sistema de permisos es representativa de la naturaleza criminal de las actuales autoridades ucranianas.
¿Por qué Europa no quiere verlo?
La respuesta es evidente.
¿Pero para cuánto tiempo?
Tengo la sensación de que en un futuro próximo, la actitud de Occidente hacia Ucrania cambiará y cosas que antes pasaban desapercibidas se harán aparentes.
Y entonces algunos tendrán que responder por sus crímenes de guerra.
https://slavyangrad.es/2017/01/17/dos-anos-de-bloqueo/