El miércoles la policía francesa detuvo a Ramush Haradinaj, antiguo “Primer Ministro” del fantasmagórico Estado de Kosovo creado por la OTAN en 1999 durante la Guerra de los Balcanes.
Hacía tiempo que tras dejar su cargo de lacayo de la OTAN en Pristina, la “capital de Kosovo”, Haradinaj se arrastraba como un limaco por los burdeles de Suiza, viviendo con el lujo faraónico propio de todos los mafiosos.
Serbia acusa a Haradinaj de crímenes de guerra cometidos por él durante la guerra de Kosovo de 1999.
Se trata de un antiguo dirigente del UÇK, el denominado “ejército de liberación de Kosovo”, que ya fue acusado en La Haya del mismo delito por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia.
Sin embargo, hasta en dos ocasiones fue absuelto de todos los cargos porque no hay pruebas. La CIA lleva años tratando de borrar las pistas de los crímenes cometidos por sus sicarios kosovares del UÇK.
De los 10 testigos que iban a declarar contra él, 9 fueron asesinados y otro retiró su declaración tras un intento de asesinato.
La ley del silencio condujo a Carla del Ponte, la fiscal del Tribunal, a declarar: “Estoy perdiendo testigos en la causa contra Haradinaj por todos lados.
Están seriamente amenazados”.
Es el estilo PSOE que impuso Felipe González en el caso de los GAL: “No hay testigos ni los habrá”.
Hasta la Wikipedia reconoce que Haradinaj “está considerado por diversas investigaciones [como] una de las personas más poderosas de la mafia en Kosovo”, por lo que sigue bajo la protección de sus padrinos de la CIA.
Un informe del BND, el servicio secreto alemán, afirma que los tres dirigentes del UÇK, Haradinaj, Thaçi y Haliti, “están íntimamente vinculados a las interrelaciones entre la política, los negocios y las estructuras de la delincuencia organizada en Kosovo” (*).
Lo que al BND se le olvidó añadir es que tanto el UÇK como el Estado criminal de Kosovo lo crearon ellos, de común acuerdo con la CIA.
Kosovo no sólo es la gran vergüenza de la Unión Europea, especialmente del imperialismo alemán, sino también la de todos esos grupos seudoindependentistas de Catalunya, Galicia y Euskadi que quieren que la OTAN haga aquí lo que hizo allá y lo que ha pretendido hacer en Siria: un nuevo reparto del mundo, masacrar a la población con bombas de uranio y crear sucursales con la apariencia de Estados “independientes”, como en Rojava.
Kosovo fue arrancado de Serbia en 1999 después de 78 días de bombardeos criminales de la OTAN, ordenados por su secretario general, el conocido criminal de guerra y militante del PSOE Javier Solana.
Por medio de Solana, la OTAN puso un Estado en manos de una mafia de delincuentes, el UÇK, a la que presentó ante todo el mundo como un movimiento de “liberación nacional”, lo que fue recibido con la máxima alegría por ciertos grupillos seudoindependentistas que son otros tantos lameculos de la OTAN, lo mismo que el UÇK, una organización de la misma factura de Al-Qaeda o el Califato Islámico.
Pero la vergüenza no se acaba aquí sino que amenaza con alcanzar a buena parte de la humanidad porque nada menos que la mitad de los Estados del planeta han reconocido a este Estado criminal, que ya ha intervenido en la Eurocopa de fútbol y otros eventos parecidos.
(*) https://es.wikipedia.org/wiki/Ramush_Haradinaj
Publicado por Resistencia Popular