El director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, admitió que no se encontraron pruebas de que Moscú haya alterado el resultado de los comicios presidenciales de noviembre, en los que resultó electo Donald Trump.
"Podemos decir que no vimos evidencia de que los rusos alteraran los resultados de la votación", señaló al hablar ante el Comité de Inteligencia del Senado.
Sin embargo Clapper afirmó que las principales conclusiones de la versión pública y de la versión clasificada del informe sobre los supuestos ciberataques rusos en las elecciones de EEUU en 2016 son las mismas.
"No puedo hablar de toda la información que respalda nuestras evaluaciones debido a que las fuentes son extremadamente delicadas, pero las principales conclusiones de la versión pública y de la versión clasificada son las mismas", indicó Clapper.
El funcionario hizo estas declaraciones al presentarse en el Comité de Inteligencia del Senado, donde fue interrogado sobre las principales conclusiones de un informe realizado por los servicios de inteligencia de EEUU sobre los supuestos hackeos de Rusia en las elecciones de noviembre de 2016.
Las autoridades rusas rechazaron reiteradamente como infundadas las acusaciones de implicación en esos ciberataques y de interferencia en la campaña electoral de EEUU.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, negó el 9 de enero de manera terminante la implicación de las estructuras oficiales de Rusia en los ciberataques al Partido Demócrata durante la campaña electoral en EEUU.
"Seguimos descartando categóricamente cualquier implicación de Moscú y las acusaciones de que cargos o departamentos oficiales de la Federación Rusa podrían tener algo que ver con los ataques de hackers", dijo Peskov. EEUU por el momento no ha presentado pruebas concretas que demuestren la implicación de Moscú en los hackeos.