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Como es de rigor, se trata de un jefe de Estado no afín a los intereses de EE.UU. el mayor país terrorista y criminal del mundo, país que, además, controla toda la "industria" del narcotráfico en el planeta.

Estados Unidos quiere llevar al presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ante el Tribunal Penal Internacional acusado de haber acabado con el narcotráfico en su país.

Por su parte, Duterte se ha mofado de esta nueva amenaza de los imperialistas de acusarlo ante el Tribunal Penal Internacional: “¿Intentáis asustarme con la amenaza del encarcelamiento?, ¿Tribunal Penal Internacional?”, dijo el lunes durante un discurso.

Según las cifras oficiales de la policía, durante la lucha de Duterte contra el narcotráfico, que comenzó cuando asumió el cargo en junio, de este año más de 2.500 narcotraficantes han muerto por disparos de la policía, que ha desatado una caza implacable.

Duterte afirmó que Estados Unidos es responsable de que el Tribunal Penal Internacional desee investigarlo, señalando que Washington no es ni siquiera país firmante del Tratado que creó el Tribunal.

“Estados Unidos amenaza con llevarme ante el Tribunal Penal Internacional, pero ni tan siquiera es firmante de ese órgano judicial.

 ¿Por qué? Debido a que ellos tenían miedo de que [el antiguo presidente] Bush fuera procesado por el mismo”.

Uno de los que forma parte de la farsa es el senador filipino Leila de Lima, un abogado que durante años nunca se han preocupado por los derechos humanos de los guerrilleros (por poner un ejemplo) y ahora pone el grito en el cielo por la guerra que Duterte ha declarado a los narcotraficantes.

Para seguir el juego a Estados Unidos, el mes pasado el Tribunal Penal Internacional anunció que sus competencias son de goma: también podría tenerlas para juzgar a los implicados en las ejecuciones de los narcotraficantes, son una parte muy importante de la humanidad y, por lo tanto, quien mata a un narco comete un crimen contra ella.

Dentro de poco los medios de todo el mundo sustituirán la campaña contra Bashar Al-Assad por el nuevo ogro, Rodrigo Duterte, si antes los gringos no acaban con él.

movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com

Publicado por JM Álvarez

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