Ana Margarita Vijil Gurdián, la que llama al “no voto”, depositó su electrónica admiración en Facebook por un delincuente que había asesinado a varias personas, entre ellas a un sandinista
Ignorábamos que la presidenta del MRS, Ana Margarita Vijil Gurdián, admiraba a miembros de las bandas de antisociales que delinquen en el territorio nacional desde hace más de dos décadas, al punto de que, en su momento, fueron combatidas por los gobiernos de Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños.
Enrique Aguinaga, alias “Invisible”, era uno de estos sujetos.
La Prensa, Radio Corporación y otros medios de derecha que operan en diversos países, incluyendo a The New York Times, intentaron elevar a algunos grupos de violadores, asaltantes y abigeos a la categoría de “rearmados”, lo que finalmente no lograron.
Fue un negocio que no logró cuajar, a como sí ocurrió con las ONG opositoras.
Los delincuentes que creyeron recibirían enormes sumas de dinero si se convertían de la noche a la mañana en “alzados” en contra del gobierno sandinista, llegaron tarde a la repartición.
El MRS y demás vividores de la oposición se les habían adelantado.
Un “me gusta” criminal
Pero sí obtuvieron el cariño de La Prensa, Confidencial y otros medios de derecha. Al igual que el aprecio de Ana Margarita, la presidenta del MRS, quien asegura no votará el 6 de noviembre, pero sí depositó contenta su “me gusta” en una publicación de Facebook en la que un exiliado somocista hacía apología del “Invisible”, que aparece sonriendo con un fusil AK entre sus manos.
Para dolor de Vijil Gurdián y demás “fans” de los presuntos rearmados, Aguinaga fue abatido por miembros del Ejército de Nicaragua el 30 de abril pasado.
No podía La Prensa dejar pasar a su improvisado “héroe” como el común malhechor que era, por lo que tejieron toda una historia en torno a la forma en que murió el “Invisible”.
Cuando la compañera de vida de Dora María Téllez puso su “me gusta”, ya era conocido que el llamado “Comandante” –cómo le gusta este cognomento a la hija de doña Pinita-, había asesinado a varias personas en su larga carrera criminal.
No obstante, eso no importaba, máxime cuando se decía que una de las víctimas pertenecía al FSLN.
Odio patológico
En su impotencia al ver caer uno a uno sus planes para desalojar al Frente Sandinista del poder, los “rearmados” de La Prensa (hasta le reclutaron a una periodista), fueron al parecer la primera “esperanza” de Ana Margarita Vijil para tumbar a sus odiados rivales rojinegros.
Y tiene que ser odio del más aberrante en contra del sandinismo el que siente esta mujer que estuvo pidiendo sanciones económicas contra Nicaragua a la ultraderechista Ileana Ros-Lehtinen, que llegó al extremo de preferir a un delincuente, que a honrados ciudadanos cuyo único delito fue no pertenecer al escuálido MRS. Menos mal, y para suerte de la señora, aquí no se practica la Ley del Talión.
Así que ni modo. Ella y sus amigos “mirinda” tendrán que rumiar su tirria durante cinco años más. Y los muchos otros que se avizoran.
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