Casas arrasadas por ataques aéreos. Niños asesinados por residuos de bombas de racimo.
Bebés muriendo en incubadoras.
Ese es el Yemen de 2016. Middle East Eye (MEE) ha enviado a Peter Oborne para que investigue la devastación.
El desastre humanitario en Yemen ha entrado este mes en una aterradora nueva fase de horror porque se han reiniciado los ataques aéreos sobre la capital de Sanaa tras una pausa de cinco meses.
Los aviones de la coalición liderada por los saudíes bombardearon la ciudad tras el fracaso de las conversaciones de paz en Kuwait.
Los ataques están destruyendo la infraestructura civil y amenazan con impedir que los alimentos y la ayuda tan desesperadamente necesitada lleguen a la capital.
Muchos de los ataques parecen haber sido indiscriminados.
Al menos 16 personas, de las que se dicen eran todas mujeres y niños, murieron cuando una fábrica de patatas fritas resultó alcanzada.