El hackeo y posterior difusión de más de 3.000 documentos relacionados con el magnate húngaro-americano George Soros y sus fundaciones ha desatado una pequeña tormenta en el muy especializado entorno del análisis y la información relacionada con el área post-soviética, concretamente en todo aquello relacionado con la guerra en Ucrania.
Las protestas del llamado Euromaidan de finales de 2013 en ese país fueron degenerando en una guerra en el este entre el estado ucraniano y los territorios secesionistas de mayoría rusa de Lugansk y Donetsk, que contarían con el apoyo del Kremlin.
La Unión Europea (UE) tomó partido de forma clara en el conflicto a favor del gobierno de Kiev, pues fue precisamente la priorización del proruso Viktor Yanukovich de las relaciones con la Rusia de Putin y en contra de los acuerdos con la UE, lo que desencadenó las manifestaciones y confrontación en las calles que lo derrocaron.
Un documento atribuido a una de las fundaciones de Soros apuntaba al objetivo programático de "retornar" al país del este del continente a su "esencia original de integración europea", eso es, a la UE, señalando a algunos países de la Unión por ser reacios a aceptar al Euromaidan como una "revolución" democrática, y al gobierno ucraniano como legítimo.
El texto es claro: entre las filas de aquellos a los que el documento refiere como "comprensivos con Rusia" están los que tienen vínculos con el Kremlin, "difíciles de convencer", y aquellos que ve "nublados" por "desconocimiento sobre los hechos sobre el terreno, la propaganda rusa y el sentimiento antiamericano".
El encargo, financiado con 6.500 dólares, consistió en elaborar un mapa del debate sobre el conflicto ucraniano en España.
Parte del material utilizado a este efecto está recopilado en una lista de usuarios de Twitter en la que, de un lado, se enumera a casi medio centenar de analistas y periodistas bajo el epígrafe "formadores de opinión prorusa clave".
Y, del otro, a "analistas, proKiev y voces críticas", donde los propios autores del informe — el investigador del Barcelona Center for International Affairs (CIDOB) en el área post-soviética, Nicolás de Pedro, y la analista en el Observatorio Eurasia, Marta Ter — se preguntan si deberían ubicarse.
"Que he trabajado una vez como consultor para Open Society Foundation está en mi currículum público desde hace mas de un año y medio, en CIDOB y en Linkedin", afirma a VICE News de Pedro a través de un mensaje directo en Twitter.
"El trabajo consistió en un mapeo de los debates en España sobre el tema de Ucrania basado, exclusivamente, en lo que la gente pone en abierto en su cuenta de Twitter.
Es decir: no sólo algo legal sino perfectamente legítimo y muy frecuente", matiza el autor de la clasificación.
"Cuando un usuario organiza una lista [en la misma red social] está haciendo lo mismo.
Así que no tiene nada que ver ni con listas negras, sino con identificar qué ideas y narrativas dominaban y cuáles eran las cuentas más influyentes".
El periodista y director de informativos de Russia Today (RT) Serguei Makarov es uno de los "nominados" que refiere la clasificación como "lista negra". Entiende que este documento les sitúa en el punto de mira para ser agredidos.
"La fundación de Soros busca a periodistas para hacer campaña de promoción de la 'Ucrania democrática' y compone listas de 'prorusos' para atacarlos. Esto me parece escandaloso y muy preocupante", declara a este medio Makarov.
Comparte su preocupación en una entrada de blog en el digital Naiz el periodista Pablo González.
"Ese análisis ha mostrado que la fundación Soros (directa e indirectamente) es activa en el espacio europeo para promover según qué ideas, normalmente alineadas con los intereses estratégicos de Washington, y muchas veces siendo incluso más agresivos que la postura oficial norteamericana", escribe González, quién dice sentirse decepcionado por los autores, a los que asegura conocer y haber coincidido con ellos en actos relacionados con su área de trabajo.
Quiero agradecer todo el apoyo mostrado hoy ante la injerencia d Soros&Co en nuestra sociedad. Injerencias NO gracias. Eskerrik asko danori!
Un perfil que llama la atención en el bloque en el que Makarov y Pablo González han sido ubicados es el del coronel y geoestratega del ejército español — miembro de la OTAN — Pedro Baños, quién ha declinado hacer ningún comentario al respecto para VICE News. Las fricciones entre la Alianza Atlántica y Rusia han seguido siendo una constante a pesar de la caída del muro.
El polémico documento, que ha provocado airadas reacciones en Twitter, también señala posibles socios de la causa de Soros a los que sondear, entre los que están desde el periódico español de referencia El País a dos medios alternativos; los catalanes Radio Klarao la Directa.
El periodista Serguei Makarov no cree que el objetivo de Soros fuera sugestionar los medios, a los que ve mayormente proKiev, sino a los usuarios de redes sociales, entre los que, a su parecer, se "dan más opiniones diferentes y [que] a menudo no coinciden con la agenda de los medios mainstream".
Es a través de este canal donde Marta Ter, que asegura tener un rol secundario en la investigación, sostiene ante VICE News estar recibiendo decenas de insultos y amenazas.
En una cadena de tuits lanzados antes de establecer su cuenta en modo privado, Ter asegura que el objetivo del trabajo era "poner orden en las diferentes posturas que se veían en las redes sociales y señalar expertos en otros campos que interactuaban con elementos del conflicto".
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